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Manejo del estrés: consejos para amas de casa desesperadas

Los tiempos ya no son los que eran. Y las madres tampoco. Hoy en día, una madre es como un equilibrista que debe mantener el balance entre los niños, el marido, el trabajo y los quehaceres domésticos. Cómo aliviar esa presión que parece te hará estallar

Desperate Housewives en el living de tu casa 

Las madres, sin dudas, son de las personas más ocupadas en este planeta. De trabajar entre nueve y cinco horas a buscar a los chicos de la escuela o de asistir a partidos de fútbol a oficiar de acompañante en una fiesta para niñas, pareciera que una madre nunca puede pisar el freno. Como si fuera poco, muchas madres son responsables del cuidado de sus parientes mayores de edad. 

Con este paso casi frenético, el resultado natural -y obvio- es un incremento en los niveles de estrés. El estrés puede impactar en muchas áreas de la vida, como pueden ser el trabajo, la familia, y otras relaciones.  

Evitando el estrés de las amas de casa desesperadas 

El estrés puede hacer que una persona sienta irritabilidad, impaciencia y distracciones. Para las madres ocupadas, el manejo del estrés es una necesidad. A continuación, ocho formas de vivir la vida con menos estrés. 

1.      Determina, no importa cómo, crear algo de tiempo para ti. Para algunas madres ocupadas, tal vez funcione un relajante baño de espuma al final del día. Para otras, podría ser una corta visita a la manicura. La actividad no es algo demasiado relevante, sino que lo que realmente importa es que nos tomemos un tiempo para nosotras mismas. 

2.      Escucha algo de música tranquila, mientras te encuentres viajando hacia el trabajo, en el trabajo, y cuando te vayas a dormir. La música tiene la fórmula para relajar y aliviar el cuerpo y el alma.    

3.      Practica la respiración abdominal profunda, periódicamente, a lo largo de todo el día. Respira en profundidad a través de la nariz, empujando el ombligo hacia el abdomen, aguantando la posición y la respiración por unos segundos, y luego exhala con lentitud. Las madres ocupadas se sorprenderán al ver qué efectiva puede resultar esta técnica que, por otra parte, puede ser realizada en cualquier momento y lugar. ¿Lista para empezar? 

4.      Tómate tiempo para ejercitar. El ejercicio ayuda a incrementar la autoestima, reducir la depresión, incrementar la concentración y la energía, a la vez que aporta una mayor sensación de control sobre el estrés. Inscribirse en el gimnasio del barrio no es la única forma de ejercitar. Como alternativa, puedes realizar caminatas de 15 minutos por el vecindario, hacer caminatas durante el horario de almuerzo, usar las escaleras en lugar del ascensor, e ir a hacer las compras menores a pie. Estos son ejemplos de cómo una madre ocupada puede realizar actividad física antes, durante y después de sus obligaciones cotidianas. 

5.      Come saludable. Hay comidas que favorecen la relajación y comidas que incrementan los niveles de estrés. Las madres ocupadas deben preguntarse si están consumiendo mucho azúcar y proteínas, y si están ingiriendo una cantidad suficiente de proteínas. Asimismo, puedes evaluar si estás comiendo una buena proporción de frutas y vegetales, y si estás al margen de las comidas refinadas y procesadas. La alimentación saludable es muy importante para una mamá ocupada. Prestar algo de atención a la dieta y hacer los cambios necesarios para mejorarla puede resultar en un incremento de la buena salud. 

6.      Llama a una amiga. Para una madre ocupada, siempre importante tener relaciones en las que puedan encontrar, al menos, una oreja dispuesta a escuchar y alguien que ofrezca apoyo incondicional. 

7.      Practica el pensamiento calmado. Todos tenemos un sito favorito, que es tranquilo, relajante y pacificador. Cuando los niveles de estrés se incrementen, las madres ocupadas deben tomarse un recreo mental y visualizar ese lugar especial. Incluso, pueden tomar nota de visiones, sonidos y aromas. Es importante continuar haciéndolo hasta sentir que la verdadera relajación ha llegado. Las madres ocupadas notarán que el estrés que experimentaban se reduce y es más manejable. 

8.      Tener sentido del humor. Todos conocemos el proverbio que dice “la risa es la mejor medicina”. Y esto es muy cierto. Prepárate para reírte de tus propios errores. Mira una película cómica. Comparte una broma con un amigo. En otras palabras, disfruta de la vida. Verás un mundo de diferencia. 

Las madres sobreocupadas pueden –y deben- seguir estos ocho pasos para una vida libre de estrés. 

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