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¡El sentido del humor puede arruinar tu carrera profesional!

¿Cómo se manejan las grandes corporaciones en cuanto al sentido del humor durante las horas laborales? ¿Puede un chiste desafortunado terminar con tu promisorio futuro?

El humor en el trabajo. ¿Puede combinarse la diversión con la seriedad que atención que requiere toda actividad laboral? Mientras que para algunos el humor en el trabajo puede resultar inapropiado, a raíz de la jocosidad que implica, para otros puede ser la única forma de llevar a cabo sus actividades con buena cara.  

El humor es, para muchas personas, la forma de hacer sus tareas menos pesadas. Pero, ¿cómo equilibrar el humor en un microclima donde conviven simpatizantes y detractores del humor? Por otra parte, ¿lo que es humor para ti es humor para los demás? 

La escuela secundaria suele ser el lugar donde los adolescentes forman y comienzan a mostrar su actitud frente a las bromas. Los amigos y los compañeros de clase son una fuente inagotable de chistes, gracias y bromas pesadas. Sin embargo, toda esta formación profesional sobre jocosidad no está destinada a ser empleada en la oficina.  

Con el tiempo uno aprende que el humor en la oficina, también conocido como humor corporativo, tiene más que ver con cómo uno se maneja a sí mismo, en cuanto a los comentarios finos e irónicos, que con sonsacar el guasón de secundario que descansa latente en tu interior, siempre dispuesto a volver a asumir el mando. 

No obstante, existe un problema serio para los bromistas de las oficinas, bancos, comercios, etcétera. Probablemente te haya pasado. A raíz de tu buen humor, en algún momento, es posible que tus propios compañeros dejen de tomarte en serio. De hecho, éste es un problema serio que enfrenta la mayoría de los trabajadores que levantan la bandera del buen humor.  

Incluso, con el tiempo, esta falta de consideración puede devenir en cosas peores. Por ejemplo, “que el bromista pague por el pecador”. Si tú eres el bromista, alguien puede pensar que eres el menos comprometido con la empresa. Por lo tanto, ¿la diversión debe tener lugar en el trabajo? ¿La diversión puede derrumbar en un segundo una carrera promisoria? 

¿No más risas? 

Por supuesto, las risas son necesarias en la vida. Pero, en el ambiente profesional, se convierte en un tipo de risa diferente. Una situación con la que te toparás en algún momento de tu carrera es con la seriedad del profesionalismo. Desde ya, para algunos, esto no es un problema. Pero, para aquellos que sienten la necesidad constante de la gracia, puede significar un gran problema y un perjuicio para su carrera. 

Debes saber que si tu jefe te pregunta si tienes sentido del humor, no te está preguntando si eres un payaso. Lo que quiere saber, en realidad, es si puedes o no aceptar las críticas, convivir con gente dificultosa, y manejar los errores con gracia y sin maltratar a los demás ante situaciones estresantes.

Es importante, y se considera parte del profesionalismo, la capacidad de asumir las críticas de manera ligera (pero no a la ligera); herramienta útil a la hora de evitar problemas a causa de ataques personales. 

La conformación de tu imagen 

Si comienzas a jugar bromas y a hacer comentarios sarcásticos, gradualmente, perderás el respeto y ya no serás tomado en serio por el resto. Serás visto como alguien que malgasta el tiempo de los demás, porque cada vez que un compañero se te aproxima para discutir un proyecto u otros asuntos, debe perder tiempo escuchando las explicaciones de tus comentarios humorísticos. 

Además, muchos individuos con mentes corporizadas no tienen tiempo para analizar tus comentarios con significados escondidos, y tomarán lo que dices literalmente. Asimismo, si efectúas un comentario estúpido con el objetivo de sonsacar una sonrisa, tu chascarrillo será interpretado como una representación de tu profesionalismo en el ámbito laboral. 

Por último, si tus comentarios tienen mensajes subliminales o contienen connotaciones humorísticas, entonces todo lo que digas será tomado como poco creíble. Por consiguiente, tú obtendrás la misma calificación. 

Debes caer en cuenta de que la cultura corporativa califica a raíz de los cambios visibles, y no siempre por el mérito. Esto significa que, la forma en que te presentes dictará la forma en que serás visto. Si eres serio, amable, y trabajas duro, serás visto de esa manera. Por el contrario, si juegas tu chascarrillo en el medio de un momento serio, desde ese entonces, serás catalogado como un guasón. 

Tus compañeros lo saben… 

Una cosa a tener en cuenta es que muchas de las personas que hacen bromas y comentarios humorísticos lo hacen cuando se sienten incómodos o faltos de confianza ante una situación. Si te encuentras entre este grupo de personas, debes entender que tus compañeros saben bien esto.  

Ser excesivamente "gracioso", en momentos estresantes o de gran presión, demuestra un signo de importante debilidad y provocará el descenso de tu calificación como profesional. 

Intenta encontrar otro desagüe para tu incomodidad y tus problemas de confianza. Tal vez, tu lapicera de tinta favorita o un cuarzo de cristal para jugar en ésas situaciones te ayuden a mantener tu faceta profesional al mismo tiempo que te mantiene relajado. 

¡Cuidado con lo que dices! 

Uno de los grandes problemas actuales que debes enfrentar dentro de una cultura corporativa es que, en general, todos son sensibles a todo. En lugar de trabajar en conjunto por una meta común, existen individuos que permanecen expectantes buscando algo que puedan usar para revocar cualquier tipo de desestabilización dentro de la cultura.  

Conscientes de ello, muchos trabajadores con mentes corporativas desatan una búsqueda para encontrar a aquellos que pudieran decir o hacer algo que contrariara a su sensibilidad. 

A raíz de esta situación, verdaderamente, no existe el lugar seguro en una cultura corporativa común para los comentarios y de chistes que, de hecho, en otros ambientes podrían ser hilarantes. Es necesario que entiendas que cuando hablas, dentro de la cultura corporativa, debes ser conciso, realista, y no debes agregar pasos de comedia o sarcasmos. 

Dado que todos toman todo en serio, guardando el sentido del humor para ellos mismos, cualquier cosa que digas será tomada con la consecuente seriedad y podrías encontrarte en cuestión de segundos en una olla de agua hirviendo. 

Para disminuir las posibilidades de ser mal interpretado, mantén las emociones y las creencias personales alejadas del contexto de tus conversaciones. Básicamente, escucha con atención y se preciso en lo que dices. Esto no sólo eliminará el problema de que te entiendan mal, sino que además te hará ahorrar mucho tiempo. 

El silencio mortal 

Existen varios juegos dentro de las corporaciones tendientes a alertar comentarios fatales por parte de los desprevenidos. El juego más letal es conocido como la pausa larga. En muchos casos, tú puedes sentarte antes que tu jefe o tus pares, y proveer información sobre un sujeto o proyecto en particular.

Durante el curso de la discusión, notas que la audiencia parece estar escuchando todo lo que dices. Luego, al final de tu monólogo, la audiencia parece muerta o atrapada en una especie de limbo mental. Ésta pausa puede durar tanto como diez segundos. Durante este lapso, pareciera ser como si la audiencia estuviera meditando sobre tus comentarios; pero puedes estar seguro que hay algo detrás.

Ellos están creando una pausa incómoda para que comiences a dudar sobre tus dichos con la esperanza de que divulgues alguna información adicional y demuestres falta de confianza e incomodidad. 

Esta situación te tomará desprevenido cada vez si no estás al tanto de que se trata sólo de un juego. Uno de los propósitos de este juego es que la audiencia pueda adquirir información adicional que de otro modo jamás hubieses divulgado. 

Por otra parte, la audiencia puede estar tratando de conseguir algunos puntos débiles, que surjan a partir de tu discurso, y que puedan ser usados en una contienda futura. Otra vez, se conciso, y luego escucha. Transcurre la pausa infinita sin decir palabra y verás que sólo estaban esperando que hablaras. 

¿Entonces? 

Date cuenta que, así y todo, todavía te puedes divertir y disfrutar de tu trabajo sin la necesidad de realizar payasadas propias de una adolescente. Una desgracia puede destruir una vida de esfuerzos, dado que es muy fácil perder tu reputación pero casi imposible recuperarla.  

Las grandes compañías quieren personas con las que puedan contar el 100% del tiempo, no sólo cuando están serias y confortables. Enfócate, asume la responsabilidad, avanza con competencia, y genera resultados de calidad.  

Y ya has estado de rodillas a causa de tu sentido del humor, entonces deberás trabajar duro para volver a las buenas gracias de la cultura corporativa. Todo lo que tiene que hacer es mantener la estampa profesional y motivar tu carrera con confianza.

Go to this article in english: Sense of Humor in the Workplace 

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