En estas personas la intención no es curar sino mejorar su calidad de vida tanto del paciente como la de los familiares que con ellos conviven. Las flores le van a proporcionar ayuda y alivio anímico.

En personas con enfermedades como neoplasia, sida, enfermedades degenerativas etc., aparecen síntomas como el miedo y otros rasgos poco armoniosos del carácter, o los llamados sentimientos negativos como son: el odio, la envidia, el rencor de porque a mi, la autocompasión, el despotismo, la tiranía y otros de una forma mas intensa que en las personas que gozan de buena salud.

Además es frecuente escuchar la queja de familiares acerca de la explosividad del carácter del enfermo, que por momentos se hace intolerable.

En estos casos los remedios florales de Bach pueden conseguir un cambio en el enfermo, apareciendo una mayor serenidad, mejorando su disposición de ánimo y afabilidad.

Gracias al efecto benéfico de las flores de Bach, muchos pacientes en fases terminales han podido pasar sus últimos días de vida sin dolor, en armonía y con dignidad humana.

A lo largo de mi experiencia como enfermera y terapeuta floral he tratado pacientes en este estado y los resultados han sido altamente sorprendentes para los familiares y médicos tratantes. 

El caso de un paciente de 61 años con diagnostico de Adenocarcinoma Gástrico, operado Gastrectomía subtotal colonisterectomia profiláctica, y que comencé a tratar con flores de Bach el DIA 7 de marzo de 2005. 

Presentaba alta ictericia, piel y ojos muy amarillos, fuertes dolores, piel ulcerada a raíz de la picazón debido a su colestasia (su hígado no funcionaba bien). Presentaba unos ataques de hipo que se prolongaban por muchas horas, sin que nada lograra detenerlo.

En su rostro se dibujaba, amargura, mucha ira y rencor, estaba a punto de perder la razón.

Sus familiares estaban casi aceptando un tratamiento con morfina para mitigar su dolor. A la vuelta de unos pocos días su color bajo a tal punto de no notarse, su picazón desapareció, sus accesos de hipo jamás volvieron y lo que a todos sorprendió fue la desaparición del dolor. En su rostro apareció una infinita paz, consigo mismo y los demás. 

Utilicé las esencias de Bach: Gorse, Estrella de Belen, Scleranthus, olive, Willow, Cherry Plum, Honeysuckle, Mimulus y de las esencias del Desierto Florido Añañuca. 

Hoy doy gracias a Dios por haber puesto tan maravillosas flores a nuestra disposición. Y a ese hombre tan inspirado por haber descubierto tales remedios. El Dr. Edward Bach.

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