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Codependencia: adictos al control

Cuando uno nota que es un adicto a controlarlo todo, cuando de vínculos sentimentales se trata, comienza a entrar en un problema llamado “codependencia”.

Amar en exceso es peligroso. No sólo es perjudicial para la persona que ama sino también para el que está siendo amado. Al igual que una droga, esta adicción elimina la capacidad de elección y la propia identidad. 

Por adicción se entiende algo compulsivo (que no se puede detener) y narcotizante (que no responde a la razón). Pero, como vemos en estos casos, no siempre la adicción requiere de una sustancia, puede ser de conductas también. En el caso de la codependencia esta experiencia se da con otra persona, que puede ser un amigo, un familiar o la pareja. 

En estos casos lo que se persigue es lo duradero en el tiempo. Sentir el éxtasis, la adrenalina, algo que rompa con la rutina diaria. Luego esto con el paso del tiempo se convierte en encontrar algo fijo, estable. Por eso las personas con estas características buscan mantener las relaciones a cualquier precio. 

Los que padecen esto son tanto hombres como mujeres, aunque estás últimas son las que más lo sufren. Y, como en toda adicción la primer tendencia es a no reconocerla.

Características de una persona codependiente 

· Persona que construye vínculos a partir de rescatar al otro.

· Obsesivos con ese vínculo.

· Niegan el problema

· Depresivos, culposos, violentos, cometen actos irracionales.

· Intentan repetidamente controlar los actos del otro.

· Son proclives a tener accidentes debido a la distracción. 

En la palabra “control” está la característica principal de esta adicción. Los que la padecen tratan de controlar todo, y tienden a tratar de resolver los problemas ajenos antes que los propios.  

Muchas el cambio en su pareja antes que realizar un cambio personal. Una persona codependiente es una persona que tiene una identidad sin desarrollar y se va construyendo a partir de la aceptación de los demás.  

No se valoran a ellos mismos. Viven obsesionados por controlar los actos y pensamientos del otro. Lo que buscan es ser necesitadas por el otro para sentirse satisfechos.

Estas personas viven persiguiendo al otro y poniéndose en víctimas. Se enferman por esa necesidad de controlar al otro, e impiden es que su pareja crezca autónomamente.

Creen en el amor como algo condicional, cuando en cambio es todo lo contrario.  

¿Cómo tratar la codependencia? 

La codependencia es muy difícil de tratar ya que nadie puede dejar de relacionarse. Pero lo que se tiene que aprender es a no relacionarse con tanto apego. No se trata de dejar de verlo sino de no involucrarse tanto emocionalmente. Lo que hay que cambiar es esa estructura adictiva, porque de lo contrario puede generar nuevas patologías. 

Las personas que más problemas tienen son las que tienen parejas que sostienen esos lugares de enfermedad, intentando rescatarlos y controlándolos.

Muchas veces, el adicto para darse cuenta debe tocar fondo, saber que su vida se vino abajo. Tiene que conseguir despegarse del otro para pedir ayuda. Igualmente el proceso de curación es largo y tiene muchos altibajos. Lo primordial es escuchar al otro, no rescatarlo, ponerle ciertos límites, comunicarse sin ser la “niñera”. 

Para recuperarse lo ideal no es hacerlo solas. Lo ideal sería iniciar una psicoterapia y concurrir a grupos de autoayuda que ayuden a controlar esas actitudes. Aunque muchos expertos aseguren que la cura definitiva no existe, aconsejan concurrir a estos grupos terapéuticos.

En estos grupos se empieza trabajando grupalmente escuchando todas las experiencias, para luego pasar a etapas individuales. Lo primordial está en restablecer los vínculos sociales luego de reconocer el aislamiento anterior. A partir de ahí se generan objetivos propios. Se deja lo imposible para hacer lo posible.

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