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Aprendiendo el lenguaje del buen vestir

Cuando nos llega una invitación para un evento social, suele incluir el tipo de vestimenta que deben llevar los invitados. Pero muchas veces esas definiciones son demasiado vagas. Sepa cómo nunca estar fuera de tono.

Si la invitación indica ¨cena de
gala¨ esto quiere decir que se espera que usted vaya de smoking. En cambio
cuando la el evento indica ¨etiqueta¨, la mayoría de los hombres estarán
vestidos de smoking pero no tendría por qué sentirse incómodo si decide vestir
un traje negro.

El problema surge cuando se utiliza
los términos ¨informal¨ o ¨elegante sport¨, o la palabra ¨casual¨. Estos
términos son tan vagos que incluyen una gama muy amplia de niveles de
formalidad. Muchas veces los anfitriones utilizan estas palabras porque no
encuentran las palabras adecuadas para expresarse de forma definida.
 

¿Qué es ¨casual¨?

La palabra ¨casual¨ fue introducida
al mundo castellano a través de las empresas norteamericanas instaladas en todo
el globo. Para nosotros ¨casual¨, así como para los franceses ¨casuel¨, o para
los romanos ¨casus¨, califica una situación que ocurre por el azar y que está
fuera de de nuestro control. El sentido que se le ha impuesto en los últimos
tiempos es el de encontrarse fuera del entorno de la formalidad, estar
relajado; mostrar poco interés o intención; o no querer llevar una relación
íntima (relación casual, o sexo casual).

Su relación con la indumentaria
comienza con la época victoriana, cuando los caballeros luego de las seis de la
tarde cambiaban su frac y su corbata blanca por ropa por algo más cómoda. En
los negocios comenzaron a aceptar una indumentaria más adecuada para el campo
cuando se estiló pasar los fines de semana en las propiedades fuera de la
ciudad.

La vestimenta casual como se la
entiende ahora, comenzó con la aparición de la remera en los años ´30 y se
refería las prendas que se usaban para ir a ver un espectáculo deportivo. En
lugar de ir al hipódromo con su traje de oficina, se cambiaba por una
indumentaria algo más deportiva: saco sport y remera sport. La tendencia casual
dio su gran primer salto con la aparición de las bermudas en los ´50 y luego,
en los ´60, con los sacos sport y las poleras en lugar de las corbatas. 

Diferente clases de casual 

De negocios o ejecutivo: esta
indumentaria es adecuada para reuniones fuera de la oficina o con amigos. Un
traje o un saco sport con o sin corbata. Las telas pueden ser livianas y
cómodos. Aunque el entorno es relajado, aún se encuentra haciendo negocios y
debe verse como un hombre que está dispuesto a llevarlos a cabo.

En estos casos, aunque informales,
es importante vestir bien. Si es un negocio que es fundamental para su empresa,
piense en vestir su Armani o traje de gran marca. Para algo lo ha comprado. 

Para salidas al campo: apropiado
para cenas en las casas de campo, también sirve para asistir a seminarios o
fiestas o reuniones de amigos en un restaurante de alto nivel. Y aunque no lo
crea, las prendas para vestir de esta manera suelen costar más que un buen
traje. También adecuada para reuniones de negocios fuera de la oficina. 

Deportivo: adecuado para salir a
ver el partido del domingo o si es invitado a una quinta donde sabe que habrá
un partido de fútbol o algún otro juego físico. También es apropiado para una
cita donde usted quiere decir que ya se siente cómodo y que es tiempo de pedir
una pizza y disfrutar de esos placeres simples. Aunque es de lo más informal,
de todas formas debe estar atento a la combinación de colores para no parecer
descuidado. También puede usarse en ciertas reuniones de negocios donde se
espera que los participantes se encuentren en su estado más natural. 

De fin de semana: es lo que usamos
cuando no existe posibilidad de que nos encontremos con alguien conocido.
Cuando salimos al supermercado, o llevamos a lavar el auto. 

Deportivo: es lo que usamos para ir
al gimnasio o salir a jugar un partido de fútbol con amigos, pero no se detenga
a hacer las compras del supermercado. Apropiado para vestir en casa cuando no
esperamos ninguna vista. 

Si no está seguro de cómo vestirse,
siempre es mejor hacerlo de una forma un poco más elegante que la prevista. De
esta forma siempre lo verán como una persona que cuida su imagen personal en
lugar de verlo como una persona descuidad, e incluso desubicada.