Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Oraciones para leer y pensar. Parte 2.

He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se puede amar. El resto depende de los otros.

He aprendido que la madurez tiene que ver con las experiencias que he<br /> tenido y aquello que he aprendido de ellas


He aprendido que la madurez tiene
que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas,
y no con el número de años cumplidos.

He aprendido que nunca debo
decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son tan humillantes y
qué tragedia sería si lo creyera.

He aprendido que por bueno que
sea el buen amigo, tarde o temprano me voy sentir lastimado por él y debo saber
perdonarlo por ello.

He aprendido que no siempre es
suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mí
mismo.

He aprendido que mientras mis
antecedentes y circunstancias puedan haber influenciado en lo que soy, yo soy
responsable de lo que llego a ser.

He aprendido que porque dos
personas discuten no significa que no se aman; y simplemente porque dos personas
no discutan no significa que se enamoren.

He aprendido que no tengo que
cambiar de amigos, si comprendo que los amigos cambian.

He aprendido que dos personas
pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.

He aprendido que hay muchas
manera de enamorarse y permanecer enamorado.

He aprendido que sin importar las
circunstancias, cuando soy honesto conmigo, llego más lejos en la vida.

He aprendido que muchas cosas
pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.

He aprendido que aún cuando
pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la
fuerza para ayudarlo.

He aprendido que tanto escribir
como hablar alivia los dolores emocionales.

He aprendido que el paradigma en
el que vivo no es la única opción que tengo.

He aprendido que el título sobre
la pared no nos convierte en seres humanos decentes.

He aprendido que las personas se
mueren demasiado pronto.

He aprendido que aunque la
palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se usa
con ligereza.

He aprendido, que aunque a veces
me sienta solo y abandonado, DIOS SIEMPRE ESTARÁ CONMIGO y no importa cuantas
veces lo rechace, siempre me tomará en sus brazos.

He aprendido que es muy difícil
determinar donde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás
y defender lo que creo.

Y seguiré
aprendiendo…

Anterior