Los
fabricantes advierten que las máquinas se dañan si no se utilizan cartuchos
originales, pero teniendo en cuenta que el negocio principal de esas empresas
no pasa por la venta de impresoras sino por la venta de los cartuchos, es
legítimo preguntarse: ¿es cierto eso?.

La
respuesta depende del tipo de impresora y de quien recarga los cartuchos. 

Lo que se debe tener en cuenta es lo siguiente:

1.
Se pueden recargar sin hacer daño a la impresora, los cartuchos que incluyen la
cabeza impresora.  Si el cartucho fuera mal recargado, lo que se pierde es
el cartucho sin afectar a la máquina.

2.
Los cartuchos deben ser recargados por personas expertas, con tintas adecuadas
(densidad apropiada) y con el volumen de tinta similar al original.  Un
mal servicio puede rellenar exageradamente el cartucho (produciendo inundación
de tinta en la impresora), o puede colocar insuficiente cantidad de tinta. 

También puede ignorar la reprogramación del chip (cuyo objetivo fundamental es
dificultar la recarga doméstica) del cartucho originando luego la protesta de
la máquina como si no hubiera cartucho nuevo.

3.
El cartucho debe ser recargado ANTES DE AGOTARSE LA TINTA. Es decir cuando
empieza a mostrar líneas pálidas en la impresión.
Si se imprime hasta la ultima gota”, el chip de reprogramación puede quemarse
pues el bajo nivel de tinta no puede refrescar la boquilla de salida de la
tinta.   

4.
El cartucho NO DEBE SER GUARDADO para recargarlo mucho tiempo después, pues la
tinta que queda en los orificios de la boquilla puede cristalizarse echando a
perder el cartucho.

5.
El servicio de recarga debe conocer como REPROGRAMAR el chip de control de
nivel de tinta de los cartuchos.  Si no tiene los aparatos para hacerlo,
la máquina a pesar de tener ”un cartucho nuevo” pedirá que se cambie, pues el
chip le dice que el nivel de tinta esta bajo (como estaba antes de recargar el
cartucho). La norma es aplicable a los cartuchos con tintas de color.

6.Las
máquinas que tienen la cabeza impresora fija, o sea como parte de la estructura
de maquina, son propensas a sufrir daños en la cabeza cuando el cartucho de
tinta se recarga con tinta genérica.  La reparación (lavado) en estos
casos es costosa.

7.
La recarga manual con jeringa es sencilla en cartuchos de tinta negra
recargables, si se tiene en cuenta que deben recargarse con el volumen de tinta
adecuado y deben dejarse en reposo lo suficiente antes de colocarlos en la máquina
(colocar la boquilla del cartucho sobre una servilleta para que esta absorba el
exceso de tinta que se sale por efecto de la gravedad).