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Sífilis y otras ETS: enfermedades de nuestro tiempo

Contrariamente a lo que suele pensarse, la sífilis y otras Enfermedades de Transmisión Sexual no son complicaciones del pasado, sino que su incidencia ha aumentado actualmente. Aquí, las claves para prevenirlas y tratarlas

Salvo el
Sida, las más de treinta Enfermedades de
Transmisión Sexual (ETS), antiguamente denominadas venéreas, pueden tratarse de
forma efectiva, siempre y cuando sean detectadas a tiempo, pues, luego de un
largo período, podrían ser incluso mortales.

En efecto, tanto las más
antiguas, como la sífilis, la gonorrea, la uretritis, la tricomoniasis y las
aftas, como las más nuevas y complejas, como el herpes genital y las
clamidiasis, son enfermedades que tienen solución, aunque, como dice el refrán,
es preferible prevenir que curar, por lo que el arma más efectiva para
combatirlas es directamente no contraerlas, mediante el uso del preservativo (ya
que no existen vacunas para evitarlas).

Esta advertencia tiene
hoy en día mucho más significado que nunca, pues, pese a lo que se cree, las
ETS no son enfermedades de otros tiempo, y de hecho sus casos han aumentado
sensiblemente durante los últimos años en todo el mundo, según la Organización
Mundial de la Salud.

La sífilis, un capitulo aparte

La sífilis es una de las
enfermedades que más se destacan dentro de las ETS benignas, ya que, según los
especialistas, su crecimiento cuantitativo ha sido el mayor entre todo su
grupo, seguido por la gonorrea.

Esto se explica en parte
por la mayor precocidad en el inicio de la sexualidad, que suele venir
acompañada de una menor información, así como por la evolución de la bacteria,
pues algunas cepas se han vuelto resistentes a los antibióticos.

La sífilis es causada por
una bacteria (treponema pallidum) que ingresa al organismo a través de las
membranas mucosas. También se puede encontrar la sífilis congénita, que es la
que transmite la madre embrazada a su hijo.

Si bien la sífilis (y
otras ETS) se pueden padecer sin síntomas durante varios meses, lo más común es
que entre los 10 días y 6 semanas del contagio aparezca una roncha o úlcera en la zona
de
contagio, que puede ser en la boca, órganos sexuales (lo más común), o la piel.
Aunque la misma puede desaparecer, la enfermedad seguirá su curso.

Es en este primer momento
de la etapa de la enfermedad, es decir apenas aparezcan los primeros síntomas,
donde más sencillo será el tratamiento, y en donde se suelen detectar y curar
la mayoría de los casos.

Si la enfermedad no es
curada, entre 2 y 12 semanas después de que el chancro desaparezca se entrará
en el estadio secundario, con lo que la enfermedad llegará a los ganglios
linfáticos y se propagará a través de la sangre. 

Para ese momento, lo más
probable es que se inicie en la piel una erupción de granitos rojos, la cual
estará acompañada por malestar, fatiga, fiebre, náuseas y vómitos.

Aún sin cura, todos estos
síntomas podrán desaparecer, pero la enfermedad permanecerá latente (estadio
latente) pudiéndose mantener así por años, hasta que, repentinamente, provocará
el estallido que podría causar la muerte.
 

Pero como se señaló, al
igual que con el Sida, el mejor arma para prevenir la sífilis y otras ETS es el
uso del preservativo, aunque si ya es demasiado tarde, se debe tener la
tranquilidad de que todo puede ser solucionado, siempre y cuando se las trate a
tiempo, pues cuando evolucionan puede causar graves problemas, que puede
derivar incluso en la muerte del paciente.