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Comentarios sobre un ciclo de filosofía privada. Parte 2

Y sobre próximos talleres de filosofía que lo sorprenderán.

¡Ay,
ay, ay, ay! ¡Ay! ¡Ay, desgraciado
de mí.
infeliz! ¿Adónde voy? ¿Adónde, arrebatada. vuela mi voz?
Destino roto. ¿adónde me has precipitado? Es un horror que no puede oírse ni verse."

Este
ciclo de filosofía privada se propone descifrar algunos rasgos extraños de las
vidas para ver cómo la mirada se pliega hacía adentro. Ese pliegue nunca es el mismo.

Cada
individuo se retuerce a su modo con una infinidad de detalles, de encuentros y
de huidas.

La
filosofía no consiste exclusivamente en la comprensión de ideas generales ni
de autores sino en la capacidad de aumentar el conocimiento de sí a través de
los acontecimientos de otras vidas.

Hay
vidas que anotaron esos progresos en sus diarios íntimos para purgarse
cotidianamente: hay otras que se entregaron a confesiones para salvarse de lo
que fueron, hay otras que buscaron correspondencias en el mundo como espejos
lejanos donde mirarse.

Cada
vida traza. con temor y temblor, las líneas de sí misma sobre el fondo oscuro
de la existencia. Ese mapa o ese
cuadro es el autorretrato de alguien que ha presentido que para vivir no basta ser un hombre.

A
la pulcra filosofía académica le interesan las ideas generales, los resaltados
abstractos de los pensadores. Es decir. el pensamiento embalsamado y seco que no
mancha.

Pero
lo enigmático es que esas ideas generales siempre se gestan en los rincones
oscuros de¡ mundo v provienen de un alma que se pudre en la carne en medio de
procesos oscuros y concretos que la subyugan día a día.

Como
contrapartida de la filosofía académica, este ciclo de filosofía privada se
propuso indagar en los bajos fondos sucios de la existencia humana donde aún no
hay ideas ni abstracciones sino experimentaciones provisorias, percepciones frágiles,
aturdimientos, alucinaciones, encuentros nocivos o benéficos y breves
sentimientos de perfección, de alegría y de tristeza.

Como
fuente para extraer el material concreto de esas vidas se estudiaron los diarios
íntimos, las confesiones, las autobiografías, los papeles privados, las
conversaciones y las correspondencias de filósofos, escritores v artistas,
entre ellos San Agustín, Baudelaire, Kafka, Dalí, Francis Bacon,
Kierkegaard, Nietzsche, Dostóievski,
Artaud, Van Gogh y Gombrowicz.

No
se requieren saberes previos ni tampoco deben subestimarse las ignorancias
propias, pues casi siempre es a partir de esas ignorancias que se tiene la osadía
y la necesidad de pensar. El exceso
de saberes muchas veces acobarda, indispone o simplemente distrae.

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