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Ponerse a pintar la casa, una tarea que exige ciertos cuidados. Parte 2

Para ser buen pintor, no hay que pensar en el objetivo final, la pared pintada, sino en la pared despintada. Es decir preparar bien el terreno, es la parte mas importante del proceso de pintar.

Una
vez bien seca empieza la parte
artística. Hay tres formas diferentes de estética como variante:

El Esponjado que
se logra dando golpecitos con la esponja. Es la mejor opción a la hora de
mezclar varios colores: cargar la esponja con color, apretarla bien contra un
plato hasta sacarle todo el excedente evitando manchones y aplicarla sobre el
objetivo. Es mejor aplicar colores dentro de la misma gama, y jugar con los
diferentes tonos.

El
Veteado que
después de que el color base , que no necesariamente debe ser claro, este bien
seco, hay que frotar la superficie con cera dura. Pintar con el segundo color, y
deja secar luego limpiar el excedente de pintura con un trapo, y listo.

El Craquelé
que
consiste en pintar todo con cola y secarlo con calor (secador de pelo). La cola
va a formar pequeñas grietas, que a la hora de volver a pintar y limpiar van a
quedar del color base.

Esponjas,
esténciles, pinceles o dedos, son los elementos que se pueden utilizar para
pintar. No en cambio el algodón porque deja mucha pelusa. Y con cualquier tipo
de materiales: pasta de zapatos, betún, temperas, acrílicos y pinturas
comunes. Pero nunca mezclar pinturas al agua con esmaltes o oleosas.

Usar
los pinceles poco cargados. Siempre es mejor volver a cargarlo que arreglar
manchones. Y antes de empezar sobre el trabajo final, practicar las pátinas en
cartón. No lanzarse a la pared hasta que estar bien seguro.

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