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Los peligros ocultos del helado

Cuan tentadores son… pero antes de tomarlos, deberíamos tomar medidas de seguridad, para evitar que este delicioso dulce arruine nuestras vacaciones…


Tomar un helado en verano, podría llegar a arruinarnos las vacaciones. Sucede
que si el mismo está descompuesto, podría provocar gastroenteritis, una
enfermedad que tiene como consecuencia fuertes dolores de estomago, diarreas, y
vómitos, y que además, a causa de estos mismos efectos, podría ser muy riesgosa
por provocar deshidrataciones.


 Por su parte, si el helado es de muy mala calidad, podría provocar
intoxicaciones hepáticas, que también traerían como consecuencia dolores y
molestias. 

 Por eso mismo, se debe ser muy cauto al consumir un helado. Los expertos
aconsejan tomar las siguientes medidas de seguridad:

  1. Evitar consumir helados que exhiban
    una débil consistencia.

  2. Evitar consumir helados que estén
    cristalizados o tengan pedacitos de hielo.

  3. Si el helado proviene de maquinas
    expendedoras, las mismas deberían estar en espacios refrigerados, y no
    expuestas al medio ambiente.

  4. Evitar consumir helados que tengan
    colores muy fuertes, especialmente amarillos o rosados.

  5. Fijarse que la heladería o puesto
    expendedor tenga la estampilla o calcomanía de los organismos públicos de
    seguridad alimenticia.

  6. Fijarse que la heladería o puesto
    expendedor se encuentren en buenas condiciones de higiene, junto a todas sus
    instalaciones.

  7. Fijarse que los heladeros no sirvan
    el helado con cucharas que luego guarden en baldes de agua.

 Mientras que los primeros
tres puntos tienen relación con el adecuado mantenimiento de la cadena de frío
(los helados nunca deben estar expuestos a una temperatura mayor a los tres
grados bajo cero, aunque lo ideal es ocho grado bajo cero), que previene la
aparición de agentes microbianos, los últimos cuatro están referidos a la
calidad del helado y de su distribución, que también es muy importante en
relación con la salud de quienes lo consuman.

 Respecto a esto último,
debe saber que existen tres tipos de helado: 1. Los artesanales, que se elaboran
diariamente, con ingredientes naturales y de alta calidad, 2. los industriales,
que se producen para consumo masivo, y 3. los artificiales, que se producen con
materias primas de muy bajo costo.

 Mientras que los primeros
son siempre seguros (solo se venden en heladerías que especifiquen que solo
trabajan con helados artesanales), los otros dos no suelen tener menor calidad
solo en sus materias primas, sino también en todo su servicio de distribución.

 Por eso, es muy
importante que en estos casos se verifiquen especialmente todas las siete
medidas de seguridad anteriormente expuestas. En el caso de que los helados se
vendan envasados, también sería importante que los mismos no se encuentren
deformados (lo que quiere decir que se han derretido por haber perdido la cadena
de frío), que su tapa no esté abombada, que no tengan escarchas, y verificar la
fecha de vencimiento.