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Recuerdos de un viaje a Cozumel

Relato de un viaje en familia en verdad “inolvidable”


Resulta que en una ocasión se nos antojó irnos a Cozumel, un lugar paradisíaco
de la costa del Caribe, nos subimos al carro mi esposo Enrique, mi hijo
Enrique de 4 años, Carlitos Ivan de 3 meses y yo, ademas de la carreola, el
portabebe, la tinita para el baño, la olla de biberones, etc, etc., y ahi vamos
lo gitanos al Cozumel; agregando que también iban mis papás con mi hermana.


Salimos a las 12 de la noche del Jueves Santo (por sugerencia de los hombres),
tomaríamos la carretera libre para no pagar la autopista que está carísima.


Llegamos al muelle a las 5:30 de la mañana, tempranito, y preguntamos a que hora
salía el próximo ferry, nos dice el señor que a las 8:00 aproximadamente. Bueno
dijimos, vamos a desayunar algo y regresamos, y así lo hicimos.

A
las 7:45 ya estábamos de regreso en el muelle, pagamos el boleto por cierto
carísimo, pagamos $800 pesos en total por pasar un carro, en fin, hay
que pagarlo ya estábamos ahí, nos sentamos a esperar que nos dijeran a que hora
nos subíamos y viene saliendo el marino y nos dice que se canceló la salida de
las 8: de la mañana que el próximo salía a la 1:30 p.m., ¿que les parece?
infartados de la noticia decidimos irnos a dar la vuelta con todo y nuestras
chivas.


Para no hacerles largo el cuento regresamos a las 12:30 porque los carros se
suben una hora antes, no subimos al ferry un poco descuidado por cierto, pero
con tele, que bien, nos van a poner una película, y así fue nos pusieron
“Titanic”, para que supieramos lo que sentía estar en un barco en altamar. En
fin yo no vi nada de la película, me dedique a dormir la tremenda mala noche que
pasé.


Llegamos a Cozumel a las 5:00 p.m. por que el famoso ferry tarda 4 horas en
llegar, y nos bajamos, sacamos el carro y empezamos a preguntar que dijo a
güera, o sea, una prima que vive ahí, y dice mi papá: -pues me dijo que donde
bajemos sigamos derechito 2 cuadras y llegamos a su casa-, ah que facil. Bueno
dije: -como solo trajimos un carro- y toda la parte de atras iba llena de las
cosas del bebe y nuestras, le sugerí a mi esposo: -porque no te vas con mi papá
y Quique (mi hijo) dejan las cosas y nos vienen a buscar, mientras nosotras nos
encaminamos y con chance les alcancemos- pues sí cabe la posibilidad pues solo
son dos cuadras, y dice mi esposo: -Está bien, nos vemos al rato-.


Seguidamente, empezamos a caminar todo derechito como dijo la prima, mi mamá mi
hermanita, el bebé y yo, y ahí van las taradas camina y camina y camina, sobre
un camellón que no tenía fin, pasaban los taxis pitaban y orgullosamente les
decíamos que no pues si ya nos faltaba poco para qué el taxi que para variar
esta carísimo, y seguimos caminando no lo olviden, y caminamos hasta llegar al
final del interminable camellón (en el cual la única cosa que encontramos fue
una fondita donde comen los traileros de resto puro monte), y… ya no hay
camellón, vemos un camino de terracería sin luz y que decía “desviación <--", y ahora... que hacemos para eso ya eran las 6:30 de la tarde habíamos caminado hora y media a paso veloz porque mi mamá es rapidísima para caminar, pero sin contar que mi hijo ya había tomado agua, leche, agua y le tocaba nuevamente leche y ya no tenía mas que la mamila vacía, me dice mi mamá: -¿qué hacemos?, seguimos o regresamos- y le contesto: -regresar? por este mismo lugar? ni madre, vamos a seguir para alla, a la izquierda, donde hay otro camellón igualito con puro monte y uno que otro local que no alcanzaba a distinguir que eran, y ahi seguimos, camina y camina, camina y camina, por el nuevo camellón, vamos llegando a los lugares que vimos con luces y resulta que lo que va saliendo de ahí son puros borrachos cada uno con su chica, pues si... tristemente nos dimos cuenta que no eran casas, sino tugurios y centros nocturnos lo que había ahí, ni esperanza de conseguir un teléfono, que nos queda, pues seguir caminando, hasta encontrar un teléfono público o un lugar decente de donde llamarles puesto que ellos se llevaron el celular, llegamos a un lugar donde vendían cosa para agricultura y demás, entramos a pedir el teléfono y nos dice el señor, pues fijese que no tenemos, no cortaron el teléfono, de pura curiosidad le decimos a que dirección queríamos llegar y nos dice: -no señorita, eso está del otro lado de la isla, están lejísimos, caminando no van a llegar- cabe decir que ya nos habíamos dado cuenta, salimos del comercio, para esto ya eran las 7:30 de la noche, digo entonces: -vamos a ver si pasa un taxi- (ahora si cabrona quieres un taxi) pues toma tu taxi, no pasaba ni el más feo, ya que taxi, el camión o un triciclo de aperdido, pues nada.


Dieron las 7:45 y sale el que atendía el negocio que pasó, no les vienen a
buscar?, no, le contestamos, lo que queremos es un teléfono para llamarles y
decirles donde estamos; bien, si caminan (para variar) 5 cuadras más van a
llegar a telmex y ahí hay un teléfono público (que dijeron, tienen tan mala
suerte que no traen tarjeta, pues no! si tenía una tarjeta pero con un peso
solamente, ven no fue tan mala la suerte, necesito 4 pesos para hablar a un
celular), le dice mi mamá: -es que mis hijas no quieren seguir tienen miedo (sin
decir que ella también) porque está muy oscuro- comenta el señor: -no se
preocupen, aquí no les pasa nada, caminen tranquilamente, nadie les va a
molestar- bueno, como que despues de todo no nos quedaba de otra que seguir
caminando.


Llegamos a telmex y sí, si había un teléfono público, y sí, si servía el
problema es que sólo tenía un peso en la tarjeta, en fin, voy a marcar a ver si
entra, y sí, si entro la llamada yo creo que es el único teléfono en la
República Mexicana que acepta un peso para llamar a celular, que bendición, que
buena suerte tengo, y marco el número…  y esta timbrando…. contesta mi papá
y le digo:


-papí? donde estan?-


-¿dónde chingados estan que les estamos buscando?- me regaña


-pues nos venimos derechito como dijo la prima, y deja de regañarme que solo
tengo un peso de tarjeta-


-pues dime donde están para ir por ustedes, ya recorrimos tres veces por donde
se fueron y no les encontramos-


-mira ahí te va, lleguen hasta el camellon por donde nos fuimos y se van hasta
el final, llegaron hasta alla?-


-pues no, no pensamos que hubieran caminado tanto-


-pues si, si lo caminamos, llegamos al final, y doblamos a la izquierda
siguiendo el otro camellón-


-me lleva, ¿siguieron caminando?-


-si, pero déjame terminar, doblan a la izquierda y siguen derecho hasta ver
telmex, ahí estamos paradas, no nos vamos a mover de ahí-


-ok, Enrique va para allá-


Seguidamente se acabó la tarjeta, y nos sentamos como los nacos a esperar en la
escarpa, no les voy a decir cuanto caminé porque no lo sé, pero mi esposo tardo
en llegar cerca de media hora hasta donde estábamos.


Este es mi mejor viaje que he tenido, no se me va a olvidar nunca, y me voy a
reir cada vez que me acuerde.


¿Donde estuvo la confusión? Pues que la prima nos dijo de donde se bajan 2
cuadras, pero de donde se bajan los que toman el ferry sólo para personas, los
que llevan carros se bajan en el muelle. Para variar la pobrecita se fue todo el
día a la playa a separarnos el lugar junto con su esposo y su hijita, como vio
que no llegábamos, dijo seguro que van a llegar a la casa, y que también se va
caminando bajo el sol de Abril a las 2 de la tarde hasta su casa, desde la zona
hotelera (fuera del centro) hasta su casa en el centro (habría que ver quien
camino más, si ella o nosotras), pero a ella le fue peor, porque le salieron
unas ampollas en los talones, del tamaño de un limón, así que, que viaje, en
verdad INOLVIDABLE.