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“Artistas” del robo

Aunque ha descendido, el robo de obras de arte continúa siendo una severa amenaza para los coleccionistas de arte. Conozca como actúan estos “artistas” del robo, y como puede llegar a defenderse de ellos

Al hablar de
mercado
negro
, hablamos de transacciones que no podrían ser llevadas a cabo en el marco
de la ley.

Las obras de arte encabezan, sin dudas, este tipo de operaciones,
puesto que muchas de ellas no podrían ser de otra forma comercializadas a
particulares, ya que pertenecen a galerías, museos, instituciones, o
coleccionistas a los que ninguna suma podría convencerlos de desprenderse de las
mismas.

Los objetos robados, suelen ser piezas únicas y exclusivas, muy posiblemente
catalogadas. Muchas veces, es también de dominio público el nombre del o los
propietarios de la obra robada.

De esta forma, la única posibilidad existente de comercializar este arte, es a
través del mercado negro.

El robo como arte

Los ladrones de obras de arte suelen ser personas con un amplio conocimiento del
tema, y habitualmente pertenecen a organizaciones mafiosas, que no obstante
están conformadas por pocas personas. Sin embargo, aunque se traten de grupos
reducidos, su gran pericia y movilidad los hace una presa difícil de capturar.

Su modus operandi, consiste en buscar museos, galerías, o casas que
alberguen colecciones privadas de arte, para estudiar detalladamente todos los
movimientos que allí se producen.

Una vez que conocen sus
puntos débiles, diseñan una estrategia especial para el caso, para la cual
pueden llegar a disfrazarse de cuidadores, oficiales públicos, o incluso cavar
grandes túneles.

Una vez que la obra ha
sido sustraída, se la traslada a un lugar seguro, guardándola en varias
oportunidades por muchos años, hasta que el robo sea olvidado.

Luego, las obras
artísticas comienzan a ser vendidas a los “intermediarios”, personas que conocen
la procedencia de los objetos, pero que tienen amplios contactos con el mercado
del arte, con lo cual tienen facilidad para colocarla. Su precio, es por lo
general inferior al valor real. Con el paso del tiempo, estas obras podrían
llegar a ser presentadas en alguna subasta.

A pedido

Otro tipo de robo
frecuente, es el robo por encargo. Es muy parecido al anteriormente citado,
aunque el blanco se trata de una obra “encargada” por alguien. En este caso, el
dinero que obtendrán, no tiene tanto que ver con la obra en sí misma, sino con
el grado de dificultad que les pueda llegar a insumir el trabajo.

El perfil de los compradores, suele ser el de millonarios coleccionistas de
arte, que desean ampliar su colección con obras que serían imposibles de
conseguir en el mercado del arte.

Según las estadísticas, los objetos más valiosos suelen ser trasladados al
extranjero, por lo que es aún más difícil localizarlos, sobre todo por el hecho
de que se necesita trabajar conjuntamente entre diferentes cuerpos de policía,
algo sin dudas complicado y engorroso, que les permite a los ladrones ganar un
tiempo muy valioso.

Los países que mayor cantidad de obras de arte robadas poseen, son Italia,
Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña, aunque hoy en día está creciendo mucho
el mercado de Latinoamérica, que tiene grandes falencias en los controles, por
lo que se puede operar con bastante tranquilidad.

Importante descenso

Sin embargo, el robo de
arte descendió un 21% al comparar el 2000 con el año anterior; pero esta cifra
no tuvo su correlato en las iglesias, donde se han efectuado un 28% del total de
robos.

Si usted posee un objeto
de arte que podría ser valioso, debería tomarle varias fotografías, ya que el
poder visualizar la obra es de gran ayuda para la policía, con lo que se
agrandan las chances de una recuperación.

También es fundamental
poseer un buen sistema de alarmas y seguridad, así como un seguro acorde con el
valor del objeto.