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Los problemas de los mayores homosexuales

Muy pocos estudios han examinado las experiencias de las personas mayores bisexuales y transexuales. Las investigaciones existentes sugieren que están satisfechas con sus vidas y que las preocupaciones que manifiestan sobre el envejecimiento son a menudo las mismas que expresan otras personas mayores, pero también destacan varios temas que son de particular importancia para las personas mayores LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales)

Los expertos estiman que entre 1,75 y 3,50
millones de estadounidenses de 60 años o más son lesbianas, gays,
bisexuales o
transexuales.

Su número se incrementará a medida que la población de personas
mayores crezca en los próximos 30 años. Un reto fundamental para satisfacer
sus necesidades es la investigación limitada sobre las personas mayores que son
gays o lesbianas.

Estigma

Los ancianos LGBT pueden verse frente a
una discriminación basada en su edad y orientación sexual. En consecuencia,
puede ser que no se sientan cómodos en organizaciones que sirven a las personas
mayores o en las organizaciones comunitarias LGBT, y por tanto no podrían
recibir los servicios útiles de estos grupos.

La buena noticia es que la
experiencia de décadas de
confrontarse a la discriminación basada en la orientación sexual parece que
ayuda a las personas mayores LGBT a sobrellevar la discriminación por edad.

Los estudios también sugieren que esta
resistencia podría depender de la integración de la persona mayor en la
comunidad LGBT, la cual varía grandemente.

Por ejemplo, las personas mayores
LGBT difieren en el grado en que han revelado su orientación sexual a la
familia, amigos y proveedores de servicios sociales y de salud. Además, las
diferencias generacionales ocurren entre las personas mayores LGBT, basándose
grandemente en el cambio de actitudes de la sociedad frente a la homosexualidad.

Es menos probable que las personas mayores LGBT se identifiquen como gays o
lesbianas o que participen en las organizaciones comunitarias LGBT.

Apoyo familiar y
social

La mayor parte de los estudios indican que
las personas mayores LGBT expresan altos niveles de satisfacción con sus redes
de apoyo social. Aunque muchas personas mayores LGBT tienen una relación
estrecha con sus familias, algunas tienen menos apoyo de las familias que otras
personas mayores.

Esto puede ser el resultado de las tensiones que las familias
experimentan cuando una persona LGBT revela su orientación sexual. En su lugar,
muchas personas mayores LGBT dependen principalmente de sus parejas o amigos
cercanos que les dan apoyo social. Desafortunadamente, la sociedad no siempre ha
reconocido la importancia de estas “familias escogidas”.

Por ejemplo, una lesbiana anciana cuya
pareja muere podría ser incapaz de encontrar un grupo de apoyo a los deudos
donde pueda lamentarse abiertamente y hablar de su pérdida.

Un hombre
homosexual gravemente enfermo podría encontrar que sus amigos más cercanos están
excluidos de participar en las decisiones sobre su cuidado. Las personas que
brindan cuidados y que no son de la familia podrían no recibir el apoyo y la
ayuda que a veces tienen los familiares.

El Programa Nacional de Apoyo para los
que Proporcionan Cuidado a la Familia de AoA, firmado y convertido en ley en
noviembre de 2000, ofrece ayuda a cualquiera que cuide a un anciano enfermo,
incluyendo individuos que no son de la misma familia.

Los ancianos gays o lesbianas tienen más
probabilidades de vivir solas que el total de las personas mayores. Pudiera ser
que necesiten atención especial porque las personas mayores que viven solas
tienen más probabilidad de vivir en la pobreza, tener mala nutrición, sentirse
deprimidos y eventualmente trasladarse a una residencia de ancianos.

Salud

Las personas mayores LGBT expresan su
preocupación sobre el acceso a los cuidados médicos de alta calidad. Algunos
están poco dispuestos a revelar su orientación sexual a los proveedores de
cuidados médicos por temor a ser discriminados o por preocupaciones acerca de
la confidencialidad.

Además, algunos proveedores de cuidados médicos hacen
suposiciones sobre los riesgos de salud que enfrentan las personas LGBT y podrían
proporcionar un cuidado inadecuado. Se debe señalar que la mayor parte de los
programas públicos y privados de seguro de salud no aceptan que las parejas del
mismo sexo reciban cobertura familiar.

Las personas LGBT también tienen mayores
riesgos en algunos problemas de salud. Algunos estudios indican que las
lesbianas tienden a fumar más que las mujeres heterosexuales, están con
sobrepeso o abusan del alcohol. Los menores índices de embarazo durante la vida
también afectan la salud a largo plazo de las lesbianas.

La principal
preocupación en salud asociada con hombres gays continúa siendo el VIH/SIDA.
El número de personas mayores de todas las orientaciones sexuales con VIH/SIDA
podría incrementarse en el futuro, en parte porque las personas con esa
enfermedad están viviendo más debido a las mejoras en los tratamientos.

Es esencial educar a las personas mayores
LGBT sobre las directivas avanzadas para el cuidado de la salud si desean que
sus parejas, amigos y otros miembros que no son de la familia participen en su
nombre en la toma de decisiones sobre cuidados médicos.

Vivienda

Al igual que otras personas mayores, las
LGBT están interesadas en opciones de vivienda, como comunidades de retiro de
cuidados continuos y edificios de apartamentos para personas mayores.

Sin
embargo, a veces encuentran actitudes homofóbicas entre los residentes y
algunas residencias podrían excluirlos totalmente. Muchas personas mayores LGBT
manifiestan interés en viviendas orientadas a gays, pero existen pocas de esas
instalaciones.

Las personas de edad avanzada LGBT que
viven en residencias de ancianos serían especialmente vulnerables si el
personal de cuidado de la salud no es sensible a sus necesidades.

Por ejemplo,
las residencias de ancianos podrían no permitir a los residentes LGBT compartir
un cuarto con su pareja, o recibirían un cuidado inferior a lo normal si son
abiertos en cuanto a su orientación sexual.

Ingresos y empleo

Las parejas que no se han casado no son
elegibles en la actualidad para recibir los beneficios como cónyuge o
sobreviviente provenientes de los programas federales como la Seguridad Social y
la mayor parte de los planes privados de pensiones. Si la pareja no se ha casado
y uno de ellos desea recibir propiedad como herencia, esto requiere una
planificación cuidadosa de las propiedades.

Por eso, la discapacidad o muerte
de uno de ellos puede afectar la seguridad económica de la pareja
sobreviviente. Además, aunque algunas localidades tienen leyes que prohíben la
discriminación en el empleo basándose en la orientación sexual, muchos
trabajadores mayores LGBT carecen de esta protección legal.

En muchas maneras, la experiencia de
envejecimiento para personas mayores lesbianas, gays, bisexuales y transgénero
es casi la misma que la de sus coetáneos heterosexuales.

Los continuos
esfuerzos para mejorar la calidad de vida para las generaciones de mayores deberán
mejorar también el bienestar de las personas mayores LGBT. Por lo tanto, es de
vital importancia aprender más sobre los retos especiales de las personas
mayores LGBT y elaborar una política específica y un programa de soluciones
para apoyarlos.

Fuente: U.S.
Administration on Aging

 

 

 

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