En el sistema familiar, cuando ocurren acontecimientos muy
drásticos y dolorosos. El mismo sistema lo que hace es bloquear ese dolor para
seguir con la rutina y no se da tiempo para vivir el duelo.

Cuando llegan las generaciones sub
siguientes, el dolor no se ha quitado y los nombres y recuerdo reaparecen.

Es normal ver que se repiten los
acontecimientos en generaciones diferentes. Por ejemplo, si alguien ha fallecido
por un accidente, no resultara raro que el nieto de esa persona este
constantemente teniendo accidentes, aunque no haya conocido a su pariente.

Casi siempre, los nombres que nosotros
llevamos ya tienen una carga sistémica. Si el duelo anterior no se ha cerrado
correctamente la otra persona llevara esa carga.

Es vital cerrar todas las historias que han ocurrido. Por nuestro propio bien y
el de nuestros familiares.