No querrás que pase eso. Así que a continuación encontrarás algunas pistas:

¿Bloquear o no bloquear?

Muchos que se dicen expertos recomiendan bloquear tu número de teléfono cuando
llamas a una mujer. También sugieren no dejarle un mensaje si ella no contesta.

Ellos explican que la idea es que si continúas llamándola, eventualmente ella
contestará, y una vez que la tengas atrapada, puedes convencerla de que te vea. 

Yo no uso ni recomiendo este método de palanca, a menos que seas un
telemarketer. 

La realidad es: si ella no te devuelve los llamados ni te contesta, el problema
no está en tu estrategia telefónica, está en cómo abordas el juego, porque no
transmitiste las cualidades necesarias para que ella quiera verte otra vez. De
hecho, cuando algo sale mal en alguna etapa de la interacción, generalmente
significa que cometiste un error en la etapa anterior.

Así que nunca bloquees tus llamadas y siempre déjale un mensaje. ¿Por qué?
Porque muestra seguridad.

Si demostraste una personalidad atractiva, tu valor, y transmitiste confianza
cuando la conociste, ella estará emocionada cuando la llames (y el mensaje debe
ser simple; cuanto más lo pienses o intentes ser astuto, más parecerá que te
esfuerzas demasiado).

Tu meta debería ser dejar cada interacción con ella preocupada: “¿Y si no me
vuelve a llamar?”

Si sembraste el evento adecuadamente, cuando la llames, ella sabrá exactamente
por qué estás llamando y se sentirá cómoda para contestarte.

¿Qué decir?

Esta es una estructura general a seguir en la primera llamada telefónica:

1. Intenta evitar presentarte con tu nombre. En lugar de eso, comienza la
conversación con un recordatorio de su conversación previa.

De esta manera, en lugar de recordarle que eres un extraño (especialmente si
ella se ha olvidado tu nombre), la llevas inmediatamente a lo mucho que se
divirtió originalmente hablando contigo.

2. Para evitar cualquier pausa incómoda, después de que ella te salude, lánzate
a una historia breve sobre tu vida.

Solo asegúrate de que tu historia sea breve y que su objetivo no sea alabarte a
ti mismo, sino hacerla reír, sonreír y que se sienta cómoda.

3. Habla con una voz profunda, calmada y cómoda, con matices de diversión y
energía positiva. Es bueno tener ritmo, pero no hables demasiado rápido ni seas
muy entusiasta. Si estás nervioso, llama primero a un buen amigo para ponerte en
un humor más hablador.

4. Después de contarle tu breve historia, dale la oportunidad de hablar. La
mayoría de las veces ella te contará sobre su día o te hará una pregunta. Si no
lo hace, solo sigue adelante. 

5. Haz planes para más adelante en la semana. Podrías decir algo como, “Estoy
ocupado el viernes y el sábado, pero haré una pequeña cena el domingo.

Estoy invitando a un grupo de personas muy interesantes. Deberías venir”.

6. Si las estás invitando a un evento que no es tu fiesta, no presentes la
interacción como una cita. Invítala a “pasar el rato”, “prenderse con nosotros”,
o “unirse” a ti y tus amigos.

7. Si ella puede ir, genial. Si está ocupada, cuéntale sobre otro de los eventos
en tu calendario. Y solo uno. A menos que desborde de entusiasmo por ir, dile
que probablemente lo disfrutaría y si se libera un espacio, la llamarás para
avisarle.

8. Ya sea que esté disponible o no, no te despidas repentinamente y cortes
después de invitarla a salir.

Tal como hiciste después de intercambiar números de teléfono, continúa con la
conversación por uno o dos minutos más. Añade algunas bromas provocadoras o
comparte una historia breve y relacionada.

9. Termina con buen ánimo y no te quedes pegado al teléfono. Estás ocupado,
tienes cosas que hacer.

Aunque este guion es simple y ha sido utilizado efectivamente por miles de
hombres, no es la única manera de manejar la primera llamada.

A medida que te sientas más cómodo con el proceso, por ejemplo, quizá quieras
distinguirte de otros hombres llamando en principio solo para hablar brevemente,
y luego hacer planes en la segunda llamada.

Si prefieres enviar mensajes de texto, intenta evitarlo para tu primera
interacción. No transmite suficiente personalidad.

Es pasivo, y algunas personas no envían mensajes de texto. Por otra parte, si
caes en la trampa de no poder comunicarte telefónicamente antes de tener tu
primera conversación, enviar mensajes de texto puede ser la salvación. 

Si ella está demasiado ocupada otra vez…

Si ella no tiene claridad para comprometerse con los planes o rechaza varias
invitaciones, es hora de examinar tu juego. En algún punto en la interacción
inicial, probablemente cometiste un error.

Quizá transmitiste un valor social menor, pareciste desesperado o intercambiaste
números de teléfono muy pronto. Quizá tu sentido del estilo (o falta de ello) no
encaja con su criterio de citas.

Descubre cuál fue tu error y esfuérzate por mejorarlo. En algunos casos poco
frecuentes, si estás haciendo todo bien pero ella sigue alejándose, quizá tenga
novio o está tratando de olvidarse de uno.

En general, nunca debes aceptar las palabras “demasiado ocupada” como una excusa
habitual. Si Angelina Jolie te llamara y te invitara a una cena que va a tener
en su mansión con Bono, Jay-Z, Brad Pitt y George Lucas, ¿podrías ir?

Por supuesto que sí. Dejarías cualquier otro plan que tuvieras, te olvidarías
del trabajo y probablemente pagarías dinero si tuvieses que hacerlo.

Tu objetivo en cada interacción es ser tan interesante, algo tan difícil de
encontrar, que ella nunca esté demasiado ocupada para ti.

Después de todo, si conocieras a una chica 10 perfecta, ¿no te las arreglarías
para encontrar el tiempo para estar con ella?

Así que sé ese 10 perfecto.

Por
Bobby Rio, autor de "Los
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