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¿Qué hacer luego de la graduación universitaria?

Muchos jóvenes se sienten atemorizados y apesadumbrados por la realidad que comienza a asomarse una vez que han finalizado los estudios. Claves para sacar adelante esta etapa de cambio de la mejor manera posible…


Uno de los mayores cambios que un estudiante debe asumir es el de pasar de ser
un joven sin compromisos ni responsabilidades laborales a ser un joven que tiene
que sí o sí insertarse en el
mercado de trabajo.


Aunque cada caso es diferente, muchos
estudiantes realizan una carrera con el
soporte económico de los padres que son también quienes solventan sus
necesidades básicas. Al desconocer cuál es el riesgo de mantenerse uno mismo, el
cambio puede ser abrupto y abrumador.


Por eso, es conveniente que mientras el joven estudia, vaya teniendo alguna
práctica en el ámbito de lo que será luego algo habitual para él. El hacer una
pasantía o encontrar mientras se estudia un empleo de pocas horas será una
opción muy redituable para reforzar el carácter y ganar experiencia.


1.- Luego de una ardua etapa de estudio, es indicado poder quitarse todo el
estrés de encima. Realizar algún deporte que permita distenderse física y
emocionalmente o realizar en determinados momentos del día algún hobby o
actividad que relaje y guste a la vez ya que es muy importante encarar esta
nueva etapa con una actitud positiva y lejos de cualquier tipo de carga.


2.- Una vez que se esté tranquilo y con energía, se puede consultar con
profesionales jóvenes que ya hayan encontrado un empleo en busca de diferentes
apreciaciones y consejos. Tal vez alguno de estos contactos pueda brindar una
recomendación o guiar sobre el modo de conseguir un primer trabajo.


3.- Tomarse el tiempo necesario para confeccionar un buen currículo. Al carecer
de información laboral,
se deben mencionar todos los grados o estudios que se
han tenido en orden cronológico.


Es importante mantener una posición seria y profesional. Elegir una foto
adecuada ya que esa imagen será la primera que tenga el posible empleador y es
conveniente que sea una prolija y acorde al puesto que se está solicitando.


Si el currículum será entregado en mano, hay que cuidar las formas a la hora de
presentarse en una empresa. Es frecuente que durante esta etapa transitiva, el
joven aún mantenga sus rasgos de estudiante, cabello largo o desaliñado y ropa
informal.


Si es el caso, lo mejor es replantearse esta apariencia a la hora de tener una
entrevista o enfrentarse a una posibilidad concreta de trabajo.


4.- Por más complejo que esté el mercado laboral en la actualidad, no hay que
bajar los brazos. Siempre los primeros intentos pueden ser fallidos, pero lo
importante es mantener una línea de conducta.


Salir a buscar trabajo todos los días a modo de rutina y no dejar para mañana
siempre la oportunidad. Acudir a las personas conocidas que puedan brindar ayuda
ya sean amigos o familiares.


Aunque luego es uno el que tiene que sostener con la propia capacidad, un
empleo, no hay que descartar la posibilidad de encontrar colaboración en alguien
cercano.

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