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Estrés en los gatos

Muchas de las actitudes inadecuadas de un gato pueden deberse a un cuadro de estrés, y el mal genio o el mal comportamiento pueden ser las consecuencias de un estado anímico que se puede mejorar…


Los gatos son felinos
que por su domesticación pueden vivir pacíficamente con
seres humanos en hábitats caseros, pero en sus registros genéticos están
presentes los códigos que los hermanan con sus
orígenes salvajes.


Es natural que se valgan de ciertas conductas como: estar solos y relajarse en
sitios altos, realizar paseos nocturnos, alejarse de los ruidos molestos de
otros animales y de personas. La elección de deambular en lo alto les permite
tener una visión panorámica y más amplia del ambiente donde se mueve.


¿Qué cosas pueden ser causantes de estrés en los gatos?


Ellos disfrutan de la soledad y de la relajación.  La visita de extraños puede
provocar incomodidad. Los ruidos desconocidos, gente que habla en voz muy alta,
los movimientos de muebles, el ruido de los electrodomésticos, las fiestas y
hasta la llegada de un nuevo integrante a la familia pueden ser todos causantes
de irritación. Todo lo que quiebre la rutina les provocará ansiedad.


Al ser animales muy territoriales, son reacios a todo lo que altere su espacio
propio y vital. Si la mascota fue operada o estuvo enferma también se sentirá
perturbado ante cualquier detalle y ni hablar si tuvo que viajar o ser
transportado de un sitio a otro.


Si bien gustan de la soledad, ellos son los que eligen en qué momento tenerla.
Si están acostumbrados a interactuar con su dueño y luego permanecen mucho
tiempo a solas, se aburren y también se vuelven agresivos y destructivos.


Otra causa es la limpieza excesiva del hogar. Los felinos son sumamente
perceptivos de los olores y si perdió la marcación de su territorio, se sentirán
desconcertados.


La obesidad, los parásitos, trastornos orgánicos o el fallecimiento de su dueño
también son causas importantes de estrés.


¿Cómo detectar los signos de estrés en los gatos?


El gato manifestará agitación, dilatación de pupilas, y pérdida de pelo. Un
felino ansioso estará mordisqueando y lamiéndose en forma excesiva. Esta higiene
exagerada le provocará dermatitis y lesiones autoinfligidas.


Orinará y defecará fuera de su lugar acostumbrado. Las razas siamesas y birmanas
son proclives a  morder de manera compulsiva accesorios y tejidos que contengan
o estén realizados especialmente con lana.  


En situaciones más críticas el animal reaccionará con mucha agresividad hacia
personas y otras mascotas que convivan con él. En forma repentina podrá arañar,
rasguñar o morder a su dueño.


Si bien no sabemos con precisión cómo es posible que nuestros queridos y
afectuosos gatitos desarrollen estas conductas, tenemos que asumir la
responsabilidad de que reciban el tratamiento adecuado.


¿Cómo combatir el estrés en los gatos?


1.- En principio si realmente estamos muy encariñados con el animal y no
queremos provocarle daño alguno por más involuntario que parezca, tendremos que
ser cautelosos con cualquier cambio brusco o trabajo que realicemos en el hogar.


2.- Si se asea con mucha frecuencia la casa, es conveniente que el espacio
destinado al animal se mantenga lo más parecido posible a lo que era antes de la
limpieza para que su olor no se pierda y no quede confundido.


3.- Siempre bajo supervisión de un veterinario, existe la alternativa de
suministrarle calmantes orales o tranquilizantes, si la situación así lo
requiere. Existen remedios naturales para las mascotas que pueden llegar a ser
de gran ayuda.


4.- Es preciso ofrecerle espacios para el relax y también juegos dinámicos que
le den confianza y desarrollen su destreza.


5.- Respetar sus tiempos de soledad, no encerrarlos y acariciarlos
oportunamente, son estrategias que ayudarán a disminuir sus nervios.