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Paradojas para todos los gustos

Pequeña antología de paradojas, círculos viciosos, contradicciones y autorreferencias.


Aunque
nuestra información es incorrecta, no lo garantizamos (Satie).

El
abogado preguntó a su cliente:


Por favor, responda sí o no a la pregunta: ¿la próxima
palabra que dirá será no?

Un
cocodrilo arrebató a un niño de los brazos de su madre y ofreció devolverlo
si podía contestar correctamente la pregunta: “¿me comeré a tu niño?”.

Si
hubiera contestado “no”, el cocodrilo se habría comido al niño sin romper
su promesa.

La
madre, en cambio, contestó “sí”: si el cocodrilo se comía al niño,
demostrando que la madre tenía razón, estaría faltando a su promesa de
devolverlo si la madre respondía correctamente.

Un
joven abogado llegó al siguiente arreglo con su maestro: si ganaba su primer
caso pagaría por sus enseñanzas, y si lo perdía, no pagaría.

El
joven rehusó aceptar casos hasta que su maestro lo forzó demandándolo.

Naturalmente,
el joven se defendió a sí mismo: si ganaba no pagaría, y si perdía tampoco
pagaría.

Todas
las generalizaciones son peligrosas, incluyendo ésta (Dumas hijo).

Cazar
sin permiso en el coto de caza de un poderoso príncipe era castigado con la
muerte, pero el príncipe, además, decretó que todo aquel al que se
sorprendiese cazando sin permiso tendría el privilegio de elegir si moriría
colgado o decapitado.

Al
reo se le permitía decir una frase: si resultaba falsa era colgado, si era
verdadera era decapitado.

Un
granuja lógico se aprovechó de esta prerrogativa diciendo: “seré
colgado”.

Como
el mismo granuja aclaró: “Si me cuelgan quiebran la ley impuesta por el príncipe,
ya que mi frase es cierta y debo ser decapitado, pero si me decapitan también
quiebran la ley porque lo que dije es falso y debo ser colgado.

La
siguiente ordenanza fue promulgada por el Consejo Directivo de Canton,
Mississippi:

1-
Se resuelve que se construya una nueva cárcel.

2-
Se resuelve que la nueva cárcel sea construida con materiales de la
vieja cárcel.

3-
Se resuelve que la vieja cárcel continúe en uso hasta que se finalice
la nueva.

Donde
todos desean llegar lo más temprano posible, necesariamente la mayor parte
llegará muy tarde (Lichtenberg).

La
cantidad de sílabas en los nombres de los números enteros tiende a aumentar en
la medida que aumentan los números, y gradualmente debe aumentar
indefinidamente, ya que con una cantidad finita de sílabas sólo puede hacerse
un número finito de nombres.

Por
lo tanto los nombres de algunos enteros deben tener al menos veinticinco sílabas
y entre estos nombres debe haber uno que es el menor.

Por
lo tanto “el menor entero que no se puede nombras con menos de veinticinco sílabas”
debe indicar un entero definido. De hecho, el 2.444.444.

Pero,
“el menor entero que no se puede nombras con menos de veinticinco sílabas”
es en sí misma un nombre que contiene veinticuatro sílabas.

Por
lo tanto, el menor entero que no se puede nombrar con menos de veinticinco sílabas
puede ser nombrado con veinticuatro sílabas.

Fuente:
“Círculos viciosos y paradojas”, P. Hughes y G. Brecht, Zugarto Ediciones,
1994.

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