Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Chistes de parejas

Para reír de a dos.

La
esposa le dice al marido:
– Estoy harta de tus celos. Es que acaso te crees que no me he dado cuenta de
que últimamente me sigue un detective alto, rubio, con ojos verdes, muy
agradable y un poco tímido al principio?

– Dos amigos van por la calle, cuando de repente uno de ellos se para y exclama:
– Cielos! Mi mujer y mi amante vienen charlando juntas hacia aquí!
Su amigo le mira con cara de estupefacción y le dice:
– Caramba! Yo iba a decir lo mismo!

Era
un norteamericano que estaba enamorado de una chica viuda. Durante un año
estuvo detrás de ella, pero ella no le hacía caso. Al cabo de ese año, al
final se rindió y le propuso: Quiero hacer el amor contigo, si lo haces te daré
50.000 dólares.

La viuda como había gastado todo el dinero que le había
dejado el esposo, lo pensó mejor y le contestó: Okey, está bien, te espero
esta noche en mi casa. El norteamericano acudió a la cita, hizo el amor con la
chica y a la mañana siguiente se fue temprano porque tenía una junta en su
empresa.

 Cuando la chica se despierta, vio sobre la mesa de noche un cheque a su
nombre por 5.000 Dólares, al ver esto se levantó, se bañó, se vistió y se
fue a la empresa del norteamericano.

Entró sin anunciarse a la sala de
conferencias donde estaban reunidos, y al verla entrar el norteamericano le
preguntó: ¿En qué puedo ayudarle señora mía? A lo que ella respondió: Señor
presidente, resulta que le vendí a Ud. un apartamento por 50.000 $ y Ud. me
hizo un cheque por 5.000$, como Ud. comprenderá hay un error en el precio.

 El
le respondió: Señora mía, no hay ningún error, lo que pasa es que el
apartamento que Ud. me vendió es usado, no tiene calefacción y es muy grande.
Ella indignada le respondió: Señor presidente, resulta que no hay ningún
error.

Cuando Ud. compró el apartamento sabía que era usado, no es que no
tenga calefacción es que no supo encenderla y no es que sea muy grande es que
los muebles que Ud. introdujo en él son muy pequeños. En el acto el
norteamericano le hizo el cheque por la diferencia, por supuesto, ante la mirada
atónita de los presentes que no entendían nada.

-Una
pareja de esposos andan de compras en un Centro Comercial; La Señora señala un
vestido que ve en un aparador y le dice que se lo compre, a lo cual el esposo
replica: Ubícate vieja, ubícate, con ese cuerpo de lavadora que tienes.

Y mas
adelante, la doña le señala un maniquí que tiene un baby doll y le dice al
esposo que se lo compre, el marido le responde igual: Ubícate vieja, ubícate,
con ese cuerpo de lavadora que tienes.

En fin llegan a su casa y el caso es que
el marido no le compro nada. Ya estando en su recamara para dormir, el esposo se
pone cariñoso y le dice a su esposa: Oye viejita, porque no echamos a andar ese
cuerpecito de lavadora que tienes. A lo cual la Señora le responde: Ubícate
viejo, ubícate; para ese trapito; mejor lávalo a mano.

¡Oye! ¿y tú por qué cierras las ventanas de tu casa cada vez que tu esposa
se pone a practicar sus lecciones de canto?


Para que los vecinos no se crean que le estoy pegando.

Doctor, quiero que de un tratamiento para poner a mi marido como un toro!


Pues, nada, desnúdese que empezaremos por los cuernos!

Este era un niño que se metió al cuarto de sus papas y al verlos que estaban
teniendo sexo el niño se asusta y grita.


El papá apenado le dice al niño que su mama está enferma y que por eso le
estaba dando una inyección.


Entonces mi mamá debe estar muy enferma porque en la mañana el lechero le dio
otra inyección.

Le
dice un amigo a otro:


¡Qué curioso!, antes me gustaban todas las mujeres sin excepción, ahora me
gustan todas, menos la mía.