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Personajes de mi pueblo

Recuerdo como si los tuviera presentes distintos personajes, característicos de Kobryn, nuestro pueblo

Uno
de ellos, Yudale der Shames. El se encargaba de anunciar todos los viernes al
atardecer la llegada del sábado y con una voz afónica invitaba a las señoras
a encender las velas y cerrar los negocios.

Todas
las actividades se paralizaban de golpe y llegaba el sábado.

Evoco
una figura de baja estatura, de carácter alegre aunque se trataba de una
persona muy humilde que vivía de su trabajo como Shames y además curando el
mal de ojo.

Por
es motivo, cuando alguien se sentía mal en casa mamá lo llamaba. Si no ayudaba
recurría a Aarón el Roife (enfermero).

Se
murmuraba en el pueblo que este personaje había sido zapatero pero su local
lindaba con la casa de un médico, y por eso había adquirido algunos
conocimientos de medicina.

Este
personaje se hizo tan famoso que más adelante aunque ya había tres médicos
judíos y uno cristiano, primero lo llamaban a Aarón y si no ayudaba recurrían
a los médicos.

Por
otro lado, había dos señoras que se dedicaban a aplicar ventosas y piafkes
(sanguijuelas) y vivían de este trabajo.

Otro
personaje que recuerdo y que era nuestro vecino se llamaba Leiser Pondie, era un
carnicero bastante ordinario que los viernes por la noche se acercaba a mi padre
para que le informara las novedades que se producían en el mundo ya que él no
leía los diarios.

Cuando
llegaba el viernes a la noche, en la atmósfera se respiraba algo distinto que
parecía anunciar el sábado.

La
casa se preparaba para la festividad y se cocinaban las comidas apropiadas.

Otro
tipo era Tebl del Blinder que no veía nada pero con su bastón de ciego recorría
todo el pueblo y conocía a toda la gente por sus voces.

Era
un mekler, es decir, un intermediario que llevaba a los hacendados a los
negocios judíos y vivían de la ganancia él y su familia.

Ahora
volviendo a nuestro pueblo, recuerdo que tenía seis colegios: un primario judío,
un primario polaco, un colegio ortodoxo para mujeres, un tarbut, una tvuna para
varones y un secundario polaco.

De
esta manera la juventud de nuestro pueblo era bastante culta y tenía además
distintas tendencias políticas: socialista, sionista, comunista, etc.

Había
conferencias, teatro y además un cine cuyo dueño era judío.

Venían
artistas de ciudades importantes como Varsovia y Vilna y de esta forma nuestra
juventud tenía distracciones en invierno.

En
verano, la atracción era el río Mujabiecz: a la tarde bañarse y al anochecer
los botes.

¡Qué
hermosos y dignos eran esos días y esos años!

Fuente:
“Rescate de la herencia cultural"