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Secretos para redactar bien tu página web

Aquí te presentamos consejos útiles a la hora de redactar el texto de tu página web:

Un texto es como la pantalla de un televisor: mientras esté limpio es invisible. Pero cuando hay suciedad o interferencias su imagen se superpone sobre el mensaje que queríamos recibir y lo empaña.                    

 Así, si quieres que tus clientes reciban el contenido de tu página web es importante que el texto sea invisible y por tanto no desvíe su atención, pues si el lector se dispersa en un mar de palabras puede suceder que se olvide de comprar.  

Aquí te presento unos pequeños consejos útiles a la hora de redactar el texto de tu página web: 

            · Evita por todos los medios posibles las erratas. Se trata de simples descuidos a la hora de mecanografiar que pueden provocar la estupefacción del lector al encontrarse con una palabra incomprensible o incoherente con el tema que se está tratando. Es muy fácil evitar esto, basta con una segunda (o tercera) lectura de lo que se ha escrito.           

· Más importante aún: evita la faltas de ortografía. Si las erratas muestran despiste, las faltas de ortografía son síntoma de desconocimiento, que puede extrapolarse peligrosamente y entenderse como una carencia cultural. No transmitas ese mensaje a tus clientes. En este punto puedo hacer algunas sugerencias:  

          No te arriesgues: si dudas con cualquier palabra, consulta un diccionario. Si tu duda es en cuanto al uso de una palabra (si su significado real se corresponde con el que se le está dando), sustitúyela por otra que conozcas.

          Consulta algún manual de ortografía. Conocer lo más básico mejorará mucho la imagen de tu página web.

          Consulta con algún experto. Los correctores son profesionales del lenguaje que se dedican a revisar la ortografía, la gramática y el estilo de los textos. Esto te resolverá muchos problemas. 

No recomiendo el uso de correctores informáticos, pues aunque son una herramienta útil pueden provocar más de un problema, ya que conocen las palabras pero no comprenden el texto (así pues, si una persona lo escribió es preferible que lo revise otra). 

· Evita las repeticiones de palabras. Recurre a algún diccionario de sinónimos si tienes dificultades para encontrar palabras distintas con el mismo significado. Es importante porque la repetición puede provocar en el receptor de la página web la impresión de que se le está diciendo lo mismo una y otra vez. No dejes que se engañe así.                

· Construye un texto claro. Para ello escribe frases cortas, no caigas en el error de aparentar un estilo ampuloso enlazando muchas frases unas con otras, eso liaría al lector y no le dejaría captar el mensaje final. Además, otro consejo: cuanto más cortas las frases, menos posibilidades de cometer errores. 

· Haz un texto adecuado a los lectores que lo van a recibir. Debes tener claro cuál es el tipo de público al que tu página está dirigida: si va a ser gente joven o más mayor, si pertenece a un grupo social con ingresos altos o bajos, o si se trata de una página dirigida al mayor número de clientes potenciales posible.  

Es importante que el lector sienta que la página está hecha para él y que en ningún momento se pueda sentir ofendido, para ello el estilo debe ser el adecuado para cada público. 

Mi recomendación aquí es que, ante la duda, el tratamiento sea lo más respetuoso posible, del mismo modo que, si debes visitar a un cliente al que no conoces, optas antes por un traje elegante que por uno informal.   

Si tienes tiempo, echa un vistazo a un manual de estilo. Es mi consejo para todo aquel que quiera escribir. 

· Utiliza un lenguaje lo más neutro posible. Aunque no podemos evitar usar nuestras palabras, procura apartar las que sean propias solo de tu tierra. Si un cliente potencial se encuentra con una palabra que no reconoce no se sentirá receptor de tu mensaje. Este consejo es aplicable sobre todo para las páginas que tienen un público amplio, por ejemplo las .com.                        

· Que la letra empleada sea clara. Hay estudios que explican que las letras sin demasiado adorno, tipo Arial, son más cómodas de leer en pantalla que las más elaboradas. Haz la lectura fácil al cliente, no dejes que se canse antes de comprar. Por lo mismo evita escribir con colores demasiado brillantes.

Estos han sido unos pequeños consejillos para ayudarte a escribir tu página web, aunque el más importante de todos es que cuentes con un corrector profesional que te la revise antes de colgarla en Internet. Así estarás seguro de que ofreces un mensaje claro, sin interferencias. El cliente no recordará tus palabras, sino tu producto. 

Vanessa Mata Montero es correctora de textos y parte del equipo de www.mercadeobrillante.com 

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