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A la querencia de las tablas: mi encuentro con el cáncer…

¿De donde proviene esa fortaleza que nos impulsa a luchar contra el dolor y las molestias que acompañan a nuestro enfrentamiento contra el cáncer?

"A la querencia de las tablas" es un término taurino que significa como el toro escoge su sitio para morir.

El toro desde que salta al ruedo presiente que va a morir y toda la lidia sirve para preparar al toro para hacerlo. Se le va castigando para debilitarlo y procurarle dolor para mermarle poco a poco la resistencia.

El animal determina un lugar en el redondel donde por instinto se siente mas seguro y lo escoge para morir; aunque sea llevado a otros lugares del ruedo el siempre procurara regresar a su “querencia”. Ya herido de muerte aunque sea a gazapos tratara de llegar ahí para entregarse al golpe final.

Algo similar sucede con el hombre o la mujer que se enfrentan a los terribles estragos que puede causar el cáncer o alguna otra enfermedad mortal en el espíritu de quien las sufre, va minando no solo el cuerpo sino también acondicionando el animo a ir poco a buscando “La querencia de las tablas”

El cáncer no es fortuito, no es por mala suerte, en la mayoría de los casos es un proceso de deterioro que el mismo hombre le causa a su organismo.  

Es natural en el género humano aceptar que algún día llegara a su final. Es tan natural este instinto que en muchos casos el hombre juega y hasta reta a la muerte.

Siempre ha existido este comportamiento y tan es así que si nos ponemos a reflexionar que podríamos asegurar no hay nadie que en alguna ocasión no haya puesto en peligro su vida de alguna u otra manera, haciendo travesuras, practicando algún deporte extremo, manejando osadamente o bajo el efecto del alcohol o alguna otra sustancia, enrolándose en algún cuerpo policial o en el ejercito, es mas hasta comiendo o ingiriendo alimentos ya sea en exceso o que no le sean convenientes para su cuerpo, podríamos enumerar muchos otros casos en que concientemente jugamos con nuestra vida.

Pero enfrentar una enfermedad como el cáncer es como enfrentar una sentencia de muerte. En estos casos no es en si la normal aceptación de la muerte como es lo natural, es la transición y la incertidumbre de cómo y cuando sucederá. Pero sobre todo el como.

Porque en esta interrogación viene el natural miedo al sufrimiento que normalmente acompaña a esta enfermedad.

Comienza cuando recibes como un mazazo el diagnostico de un medico que te dice: TIENES CANCER. Después a someterse a innumerables estudios normalmente molestos y  dolorosos, en la mayoría de los casos enfrentar una cirugía para extirpar el tumor y mas terrible cuando en el estudio de lo extirpado da como resultado que es maligno y que creo metástasis, es decir que ya contamino otras partes del cuerpo.

Da comienzo una dura lucha para enfrentar a la ciencia contra la enfermedad, los más modernos descubrimientos médicos te brindan una esperanza,  pero generalmente son sumamente duros con el organismo, hay que infundir una gran fortaleza de espíritu para soportarlos.

Tanto la quimioterapia como la radioterapia han dado resultados maravillosos en la mayoría de los casos, pueden detener el avance y llegar a curar, pero sus efectos también pueden ser letales; deterioraran tanto el organismo que un cuerpo frágil y sin defensas puede sucumbir

En canceres del tipo carcinoma se utiliza un químico derivado del platino, es bastante efectivo pero su aplicación tiene que ser por vía endovenosa, esta quema las venas y los efectos colaterales son muy dolorosos. Casi todos los tipos de quimio terapia causan estos efectos, debilitan el cuero cabelludo, hacen muy sensible la piel, producen un mal funcionamiento en el aparto digestivo, tanto producen diarrea como constipación, normalmente se aplican con medicamentos que combaten en parte estos desarreglos y los dolores, esos producen decaimiento general y anorexia, en fin se combate la enfermedad principal, pero por otro lado crean otras tal vez menos graves pero con muchas molestia y dolores.

Todo lo anterior expuesto que sirva como un preámbulo a la consideración principal, PARA ENFRENTAR A LA MUERTE HAY QUE VALORAR LA VIDA

Cuando el diagnostico del medico suena como una sentencia es cuando dejas de jugar con las frases como la de que “La vida no vale nada” Como una película a cámara súper rápida pasan frente a ti todas las escenas de las cosas maravillosa que hayas vivido, como por arte de magia se editan eliminando las cosas desagradables y negativas y vas valorando lo mucho que le debes a quienes te han permitido gozar y disfrutar de lo mucho que haz recibido.

Meditas en la grandezas de Dios, en la creación de la naturaleza y los seres que la habitan y su forma de permitir generosamente el libre albedrío de los humanos para decidir su destino. Quienes no respetaron su oportunidad de vivir plenamente, quienes desaprovecharon su oportunidad de gozar de la paz que brinda la generosidad y la moral, seguramente se arrepienten a la hora de su muerte.

Creo que todos los que se encuentran en el umbral del final sienten que quedaron a deber algo. Luego entonces “LA VIDA SI VALE MUCHO”  

Entonces es cuando enfrentamos lo que fuere para darnos el tiempo de saldar esa deuda con nuestro creador y con nuestro prójimo.

Es de ahí donde proviene esa fortaleza que nos impulsa a luchar contra el dolor y las molestias que acompañan a nuestro enfrentamiento contra el cáncer.

Lo constato cuando en mis cesiones de quimioterapia me encuentro con otras personas que acuden, desde niños de 2 años, jóvenes de 18, y de todas las edades y condiciones. Parejas donde se manifiesta el amor y la solidaridad, hijos con sus padres y padres con sus hijos.

A algunos les causa estragos desde el momento que comienza la aplicación y junto a ellos sus seres queridos apoyándolos, como el caso de un joven matrimonio que el la mantiene abrazada y le limpia el vomito que no cesa durante las largas hora que duran las aplicaciones.

Es muy dura la lucha contra esta enfermedad, pero es rara la persona que no acepte el reto a enfrentarla, junto con los poderosos químicos te inyectan una especial fortaleza que alimenta la esperanza, en mi caso han habido varias complicaciones por las que ha sido necesario la aplicación de más químicos y más cesiones, la mas mesurada opinión de mis médicos me diagnostican que estas se prolongaran por mas de un año.

Sin embargo como patentizaba, en cuanto a la solidaridad y el amor que normalmente se manifiestan entre los parientes y los amigos fortalece el espíritu, infunden valor y fuerza. Las muestras de cariño y apoyo de propios y hasta de extraños, es manifiesta, eso nos demuestra que las personas si respetan la vida cuando se patentiza la inminencia de la muerte.

Como quien dice se ponen nuestra camiseta, reconocen que nadie esta exento de estar realmente dentro de ella y desean para si mismos lo que ahora brindan.

Cuando platico con alguien de mi caso, percibo que de verdad respetan el valor de como es enfrentado. Y no creo que lo hagan particularizando, sino que es un respeto que infunde el hecho de tantas personas en el mundo que lo hacen. Y esto creo que sucede porque precisamente reconocen que nadie esta exento de encontrarse en la misma situación. Es cuando todas estas personas reconocen el valor real de la vida.

Seguramente reflexionaran y dirán: “QUE LA VIDA SI VALE MUCHO”