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¿Le duele la cabeza?

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Si su respuesta es afirmativa, seguramente estas líneas servirán para que conozca la intimidad de este antiguo padecimiento y ordene su estrategia para enfrentarlo. Si su respuesta es negativa, igual le aconsejamos leer estas líneas para asesorar a sus amigos o familiares, víctimas de las cefaleas o para usted mismo en caso que lo visiten en el futuro.

Primer
concepto: La mayoría de la gente ( se estima un 70%) padece alguna forma de
cefaleas y esto es comprensible si tenemos en cuenta que cualquier padecimiento
puede desencadenar este síntoma , a saber: sinusitis, infecciones odontológicas,
trastornos visuales, problemas de columna cervical, trastornos digestivos,
urinarios, hipertensión arterial, intolerancia medicamentosa etc., etc.

Ya
estamos en condiciones de extraer una idea práctica de este primer concepto:
cualquier dolor de cabeza, considerado cefalea en el idioma médico, de duración
efímera, no demasiado intenso, que no se repite en el tiempo, seguramente habrá
sido provocado por algún inconveniente pasajero y no será necesario tomar
ninguna precaución especial.

Segundo
concepto: Si la cefalea se repite o se mantiene en el tiempo, es muy intensa o
se agrava con las horas, es conveniente consultar un profesional médico.

No
necesariamente deberá ser un especialista Neurólogo, ya que el médico clínico
de cabecera podrá tomar las medidas diagnósticas y de tratamiento
convenientes.

Tercer
concepto: Ahora vamos a explayarnos en el tema cefaleas, ya que cuando mas
información manejemos, mas herramientas estarán disponibles para vencer este
flagelo.

Hace
dos años, la Sociedad Internacional de Cefaleas elaboró una clasificación en
13 grupos, de los cuales, los tres primeros nos interesan especialmente, ya que
corresponden al tipo de " cefaleas primarias", es decir aquellas en
que el dolor de cabeza es el único síntoma y constituye de por sí la
enfermedad.

Primer
grupo: MIGRAÑA

La
migraña es una cefalea, generalmente ubicada en una mitad del
cráneo

(
hemicránea), que se acompaña habitualmente de náuseas, vómitos, vértigo y
en su forma clásica va precedida por "un aura", es decir, por síntomas
que predicen la llegada del dolor: hormigueos, visión de luces, manchas en el
campo visual, mareos etc .

La
frecuencia de aparición varía con cada individuo, puede atacar dos o tres
veces al año o por semana y pueden durar desde minutos a tres días.

¿Cual
es su origen?

Esta
es una pregunta no resuelta por los investigadores, aunque desde hace algún
tiempo, la tradicional teoría de la vasodilatación de ciertas arterias
cerebrales, que llevaban a la aparición de la cefaleas prácticamente ya ha
sido descartada y en la actualidad va ganando terreno una línea de investigación
promisoria que estudia los efectos provocados por sustancias endógenas (
fabricados por nuestro organismo) como son la SEROTONINA, la NORADRENALINA y
otros PÉPTIDOS a nivel del hipotálamo
y el tronco cerebral.

¿Como
se trata una migraña?

En
este punto debemos recordar que hay dos fases vitales en el tratamiento: la fase
aguda y la preventiva.

En
la fase aguda, lo importante es calmar el dolor de la manera mas segura y económica
( y rápida), para lo que se usa cualquier antiinflamatorio no esteroide ( AINE)
o analgésico simple, como podría ser aspirina, paracetamol etc., cuidando de
no dañar el estómago

Si
este primer paso no resulta, se puede recurrir al TARTRATO DE ERGOTAMINA, en
dosis de 2 a 4 mg diarios, para neutralizar el efecto de las sustancias endógenas
descriptas en el párrafo anterior, en forma aislada o combinada con AINES.

En
la actualidad, se dispone de otra alternativa distinta a la ERGOTAMINA y que es
el SUMATRIPTÁN, que ha tenido buena acogida por los migrañosos, ya que se dice
que puede calmar mas de la mitad de los cuadros dolorosos, aunque está
contraindicado en los hipertensos y cardiópatas y es caro.

Su
funcionamiento es similar al de la ERGOTAMINA, y la dosis es de 300 mg por día
vía oral, tomando la medicación cada dos horas si no calma hasta tres
comprimidos de 100 mg por día. Por vía subcutánea, la dosis es menor: 6 mg
hasta dos inyecciones por día.

En
la fase preventiva, la filosofía es evitar llegar a la crisis plena, alejar los
ataques y disminuir su intensidad.

Esto
quiere decir que si el dolor igual se produce, se manejará la medicación de la
fase aguda y se mantendrá la medicación preventiva el resto del año.

Está
comprobado que los pacientes que mantienen prolijamente sus indicaciones tienen
buena evolución y con dos a seis meses de medicación preventiva gozan de
largos períodos sin dolor.

No
debemos olvidar que la ayuda psicoterapéutica es esencial en esta etapa.

La
medicación preventiva es: 1) BETABLOQUEANTES : como son el ATENOLOL, el PROPANOLOL etc.

El
PROPANOLOL es el mas usado por su bajo costo, en dosis de 20/80 mg cada 8 horas.

Es
importante recalcar que esta medicación debe ser controlada estrictamente por
un médico clínico o cardiólogo por sus efectos colaterales en el sistema
circulatorio y por sus efectos negativos en otras patologías como ser: asma
bronquial, diabetes y depresión.

2)
Antagonistas del calcio: los mas conocidos: Flunarizina, nimodipina y
nicardipina. La mas usada es la FLUNARIZINA en dosis única de 5-10 mg. y tiene
efectos adversos que deben ser cuidados por un médico clínico de seguimiento.

3) Antagonistas serotoninérgicos: El pizotifeno, la metisergida y la
ciproheptadina han demostrado ser de utilidad en esta etapa de tratamiento,
aunque su administración debe ser estrechamente vigilada por los efectos
colaterales.

Siguiente:
Otros tipos de dolor de cabeza

Equipo
Neuroquirúrgico del Alta Complejidad (ENAC)