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Preparaciones más usuales de los remedios vegetales

Son muchas las personas que recurren a la Medicina Vegetal buscando una solución a sus molestias, pero muy pocos pacientes conocen los detalles relativos a la forma en que se preparan, y hay mucha ignorancia en aquellos que acostumbran a prepararlos en forma casera. Entonces pasemos revista a los más habituales.

I

PLANTA CRUDA: Se pueden ingerir de esta manera todas las frutas, y
asimismo ciertos tallos y hojas en forma de ensalada.

Esta forma es aconsejable en aquellas plantas que tienen
efectos
depurativos
y suavemente laxantes y/o diuréticas. Ejemplos: Diente de león, endibias, bolsa de pastor, berro, achicorias, lechuga,
apio, borraja, rábanos, etc.

Se
deben lavar muy bien los vegetales, pero no hay que dejarlos en agua mucho
tiempo pues las sales que contienen se disuelven el
líquido y se desaprovechan si no son bebidas. El agregado de
aceite de olivas
y de jugo de limón no les afecta, sino más
bien las hace más degustables.

ZUMOS: son una forma muy eficaz y agradable de ingerir las plantas medicinales.

Se
pueden usar combinaciones de frutos (por ejemplo, la mezcla de naranja, limón y
tomate nos ofrece un sabor placentero y es una fuente de gran contenido de
Vitamina C).

Los zumos de tallos, hojas o raíces ( de zanahoria, rábano, coclearia,
fumaria, lechuga, apio, ajo, cebolla, diente de león, puntas de espárrago,
celidonia, puerro, etc) tienen virtudes terapéuticas y preventivas, e inclusive
pueden ser mezcladas con los zumos de frutos.

La obtención más adecuada se realiza con una prensa ; si algunos vegetales entregan poco zumo al ser prensados, se les puede añadir
un poco de agua antes de llevar a cabo el proceso.

MACERADO en AGUA:
consiste en dejar un vegetal (o una parte del mismo) cortado en trozos en un
recipiente con agua durante 1 a 3 días.

Algunos vegetales pierden sus sales
minerales de esta forma y otros no. Al cabo del lapso indicado se cuelan los vegetales y el agua se recoge y
se guarda para ser bebida (contiene ya los principios activos en disolución).
Se le puede agregar finalmente azúcar, edulcorante o miel.

INFUSIÓN:
las partes blandas de la planta se cortan en trozos y las partes duras se
machacan o trituran lo máximo posible. Se pone a calentar agua, y cuando hierve, se vierte sobre la planta
dentro de un recipiente, se tapa el mismo, se espera a que se haya enfriado y se
cuela.

Si se desea beber el preparado caliente, se debe colocar el líquido en
baño maría o calentarlo a fuego lento sin permitir que hierva nuevamente.

COCIMIENTO:
se cortan o machacan las plantas como en el caso de la infusión, pero se pone
primero a macerar el material en agua fría durante 12 horas. Se calienta el vegetal con el mismo agua y se deja hervir de 20 a 30
minutos. Por último, se cuela en caliente.

 Otros
modos de preparación