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Cuerpos perfectos… ¿Mujeres perfectas?

La errónea idea de que una mujer es lo que su cuerpo es, lleva a muchas de ellas a sumergirse en dietas que muchas veces tienen como resultado efectos contrarios a los deseados. Claves para retomar “la buena senda”

Obsesionarse por llegar a tener la figura de una top-model
es un problema tan extendido entre las mujeres de hoy en día, que a la mayoría
de ellas les resulta normal tener este tipo de aspiraciones, lo que, en no pocas
oportunidades, termina manifestándose en un cuadro de bulimia o anorexia.

Efectivamente, los
especialistas señalan que han podido observar cómo la obsesión por alcanzar una
figura inalcanzable, ha provocado en muchas mujeres constantes depresiones e
insalubres cambios dietéticos, que las lleva, justamente, a calmar la ansiedad
comiendo de más, lo que les provoca aún más culpas y angustias y las conduce a
entrar en un círculo vicioso del que les cuesta cada vez más salir.

No es casualidad,
entonces, que en la década de los noventa, es decir la época de la delgadez
extrema y el culto de la imagen, la mujer promedio haya pasado a pesar 75
kilogramos, cinco kilos más al compararla con la mujer promedio de dos décadas
atrás.

Queda claro, entonces,
que una de las formas de no excederse de peso, es, justamente, no tener la
obsesión de no hacerlo. Sin embargo, todos los especialistas coinciden en
afirmar que esto no es nada fácil, pues el ideal de un cuerpo muy delgado ya
está profundamente arraigado en la psiquis femenina, e incluso aunque los medios
cesarán con su bombardeo de imágenes de 90-60-90, los expertos creen que
todavía se necesitaría un buen tiempo como para desterrar la perniciosa idea
del cuerpo ideal-imposible.

Incluso, para muchos
expertos ya se está en la tercera generación de mujeres con obsesiones y
trastornos dietéticos, pues afirman que existe más de un caso en donde tratan a
pacientes cuyas abuelas también eran anoréxicas.

Un cuerpo de muñeca

La celebre muñeca Barbie
pareciera ser el ideal al que muchas mujeres apuntan cuando se trata de
elaborar una dieta. Sin embargo, según un reciente estudio desarrollado en los
Estados Unidos, se pudo saber que, para lograr las formas de una Barbie, una
mujer promedio debería crecer 50 centímetros, reducir 15 centímetros su
cintura, y agregar 13 centímetros a su busto.

Sin dudas, un anhelo
imposible de concretar, pues es evidente que no se puede alcanzar el estándar
del cuerpo de la célebre muñeca. Y sin embargo, son cientos de miles las que lo
continúan intentado, en una carrera que nunca llega a la meta deseada.

De hecho, los
especialistas señalan que es totalmente errónea la idea de que el cuerpo puede
moldearse a voluntad. Pero es justamente la creencia opuesta la que lleva a
muchas mujeres a destrozar literalmente su salud con todo tipo de dietas,
sintiéndose culpables si no lo hacen, pues, dentro de su concepción, sus
cuerpos no son lo que “deberían ser” por exclusiva culpa de ellas.

Por eso, según estos
expertos, la clave para comenzar a retornar a la senda saludable, que es también
el camino para tener la mejor figura dentro de los propios limites, es empezar
a abandonar la errónea concepción de que el cuerpo es exclusivo producto de la
voluntad, así como también la falsa y nociva idea de que un cuerpo imperfecto
es el reflejo de una persona imperfecta.

Este último punto,
resaltan, es esencial, pues si estas mujeres logran que su autoestima deje de
estar determinada por su imagen en el espejo, podrán entender que el carácter,
la frescura, inteligencia, simpatía, y otras cualidades, no tienen ninguna
relación con el talle.

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