Más
de cien años atrás, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, descubrió que
los hombres no sólo actuaban por lo que sus impulsos concientes, es decir lo
que planificaban, sino también por sus impulsos inconscientes, es decir aquello
que estaba oculto en ellos, pero que sin embargo operaba en todas sus acciones.

De
la misma forma, el signo lunar opera sobre ese costado más impulsivo y menos
racional que tenemos los seres humanos, y es probable que sea por ello que
solemos no tenerlo en cuenta, pues de hecho nos agrada más manejarnos con parámetros
que podemos observar y operar con más facilidad, como nuestros signos solares,
aquellos que dan cuenta de nuestra individualidad, sólo en comparación con la
de las demás.  

Tal
vez sea por ello que la mayoría de la gente con alguna familiaridad en la
astrología, conoce su signo del sol, que de hecho es el que, aunque no se sepa,
se suele buscar cuando se lee el horóscopo diario o semanal.

Sin
embargo, muchas personas son completamente ignorantes del hecho de que ellas
tienen también un signo de la Luna. De ahí que sea posible encontrar, en más
de una oportunidad, a dos personas con el mismo signo del sol, pero que sin
embargo, parecen ser personas casi opuestas. Según afirman los astrólogos, la
causa de esto a menudo se puede encontrar en el signo de la luna.

Como el día y
la noche

No
sorprende que la luna se vea como una poderosa fuerza astrológica. La luna
tiene una larga historia de apelación mística. Ha sido tanto reverenciada por
los antiguos Romanos como temida por los Victorianos. E incluso, los científicos
modernos de hoy en día, estudian sus efectos en las mareas, y los sociólogos
estudian su correlación con el fluctuar de las tasas de delito.

Así
como su signo de sol es determinado por la posición del sol en el momento de su
nacimiento, el signo de luna es determinado por la posición de la luna. El
signo del sol se puede resumir mejor como una representación de lo que otra
gente ve en usted. Su luna, en cambio, representa lo que usted ve en sí mismo.
Algunos astrólogos, aunque sean una minoría, consideren al signo de la luna
como aún más importante que el signo del sol.

Así,
el signo lunar da cuenta, principalmente, de su interior y de sus instintos. Según
los astrólogos, el signo de luna representa su personalidad, lo cual es
diferente al compararlo con el signo del sol, que representa su individualidad
frente al plano social. El signo de la luna se puede entender mejor como una
representación de su inconsciente, y su signo del sol, como una representación
de su consciente.

De
esta forma, si tenemos en cuenta que el signo de luna representa su
inconsciente, no es sorprendente que la personalidad que marca la luna pueda ser
más aparente ante usted en sus sueños que en su vida mientras está despierto.

De
la misma forma, encontrará que la influencia de su signo lunar es sobre todo en
los momentos de pura emoción y en relaciones amorosas. Pero, de hecho, su signo
lunar no hace caso omiso a su signo solar, sino que, muy por el contrario, lo
modifica.

La
luna se mueve a través del cielo rápidamente por el zodiaco, cada de 29 días.
Por esta razón, es necesario referirse a una tabla lunar con su mes de
nacimiento, día, y año, para conocer el signo lunar que le corresponda. Estas
tablas lunares se pueden encontrar en la mayor parte de los textos astrológicos.