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Limpiando el mouse

¡ No se apure a tirar el mouse y comprar uno nuevo ! Los problemas en las respuestas del cursor, podrían, simplemente ser consecuencia de un mouse sucio… que se puede limpiar con facilidad

Si
advierte que su cursor no se mueve tan fácilmente como alguna vez, podría tener
un problema de suciedad en la pelotita del mouse, algo muy común en este tipo de
artefactos.

 Sucede que incluso una pelusa o pequeño cabello podrían dificultar los contactos
entre la pelotita y los rodillos-sensores, haciendo que el cursor de la
computadora no responda tan directamente a los movimientos que intenta ordenarle
mediante el mouse.


 
Para limpiar el mouse, deberá darlo vuelta y encontrar un círculo plástico con
un hoyo en el centro, por donde sale la pelotita. Presiónelo y gírelo para el
lado que marquen las flechitas (generalmente a la derecha) para quietar este
circulo plástico, pero trate de no tocar mucho el interior del mouse, ya que
allí se alojan partes muy sensibles.

 Una vez hecho esto, quite la pelotita y lávela con agua tibia. No use
limpiadores ni jabón, ya que sus sustancias químicas podrían dañarla, y el
residuo del jabón podría hacer que la pelotita se atasque nuevamente, con lo que
tendrá que volver a hacer este procedimiento más a menudo.

 Una vez que haya limpiado la pelotita, déjela secar y, mientras espera esto,
eche un vistazo al interior del mouse, en el lugar desde donde sacó la pelotita.
Seguramente verá tres o cuatro rodillos-sensores cubiertos por pelusas, tierra,
cabello, etc. Para limpiarlos, tome un algodón mojado en una solución de agua y
alcohol, y frote en esa área, para limpiar los rodillos.

 Otra opción, es usar la punta de un destornillador para raspar (con mucho
cuidado) esa misma suciedad, teniendo cuidado de que la misma caiga para afuera. 


Luego de que todo haya sido limpiado, inserte nuevamente la pelotita y, luego,
el círculo plástico. Gírelo a la inversa (izquierda) y ¡Listo!