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Otoplastia, la solución para las “orejas salientes”

El problema de las “orejas en asa”, es decir orejas muy separadas de la cabeza, es una condición que no tiene afecta la audición, pero sí la autoestima. Sepa como la otoplastia puede revertirla, y como reaccionar frente al pedido de su hijo de realizarse este tipo de cirugía.

Al igual que Alfred E.
Neumann, el celebre personaje de las tapas de la revista “Mad”, es posible que
usted, su hijo, o ambos, deban soportar la condición de “orejas salientes”
(también llamadas orejas en asa, o en soplillo), que es el término que se le da
a aquellas orejas que están demasiado separadas de la cabeza. 

Las orejas en asa se
deben a herencia genética o de formación en el útero. Como se sabe, una oreja
tiene un gran número de cartílagos que la componen. Durante los meses en los que
el feto se desarrolla, estos cartílagos podrán no desarrollarse tan rápidamente
como el resto del cuerpo del bebé. Por lo tanto, cuando el bebé nazca, las
orejas no estarán pegadas a la cabeza, sino mirando hacia afuera.

 Esta condición no
necesita ser intervenida por cuestiones de salud o prevención, sino que sus
objetivos son estéticos, y de gran ayuda para aquellos que tengan este problema,
que puede ser causa de importantes traumas psíquicos.

Por eso, la otoplastia es
un camino rápido y sencillo para mejorar la imagen personal y la autoestima.

 La práctica de la otoplastia

 En primer lugar, debe
saber que esta cirugía es una cirugía que requiere anestesia. Una vez
anestesiado, el cirujano presionará la oreja contra la cabeza hasta que un
cartílago sobresalga del frente; de hecho, usted mismo podría hacer esto frente
al espejo, para ver que aspecto le quedará. Una vez que el cirujano marque el
pedazo de cartílago extra, realizará un corte secundario en la superficie
posterior de la oreja. También podrían realizarse más cortes, de forma paralela
al primero. Luego, se le dará unos puntos a la oreja, para mantenerla con esa
forma. Finalmente, se colocará una venda alrededor de la cabeza, para proteger
las orejas. El cirujano podrá quitar normalmente esta venda en el plazo
aproximado de una semana.

De cualquier forma, los
pacientes deberán llevar durante la noche, antes de acostarse, una cinta
adicional, por varias semanas más. Esto es sólo para mantener estiradas las
suturas realizadas, mientras se duerme.
 


¿Cuáles son sus efectos secundarios? 

La oreja se podría
hinchar y decolorar, pero sólo de forma temporaria. Aunque los resultados son
siempre muy buenos, siempre se advierte por parte de los cirujanos que no se
debe esperar ver unas orejas perfectas, ya que las mismas nunca son
perfectamente simétricas, en ninguna persona.

 Las orejas en asa no
afectan en absoluto la capacidad auditiva. Nuevamente, el problema es solo
estético. Sin embargo, es un problema que podría influir en la autoestima de
cualquier persona, sobre todo en los niños y adolescentes, más pendientes de la
imagen y expuestos a sus compañeros, y en plena etapa de formación de imagen
corporal y de si mismos.

Un niño que es
constantemente molestado por otros niños e incluso por adultos insensibles,
podría tener problemas emocionales que repercutirían en toda su vida, desde el
estudio hasta las salidas con compañeros.


 La otoplastia en los niños y adolescentes

En efecto, además de los
adultos, últimamente un creciente número de niños y adolescentes se están
realizando este sencillo procedimiento, por lo que si su hijo le solicita
realizarse este tipo de cirugía, no habría motivos técnicos para impedírselo,
aunque probablemente si de otra índole (como sentir que su hijo aún no está
maduro para tomar esta decisión, o bien considerar a las cirugías estéticas como
algo frívolo e innecesario).

 De hecho, los
especialistas en conductas infantiles incentivan a los padres a prestar más
atención a los hijos que tengan problemas emocionales, tratando de ver si el
problema es, como le dicen ellos, debido a su físico, o bien por causas más
profundas, para tomar los pasos necesarios para solucionar cuanto antes sus
problemas.

 En realidad, la cirugía
no será una solución de fondo, ya que casi siempre los problemas reales tienen
una raíz más profunda. Por eso, antes de tomar la decisión  de realizar una
otoplastia a su hijo, se debe concurrir a un terapeuta especializado en niños y
adolescentes, para discernir el verdadero motivo del síntoma. 

Recién cuando pueda
observarse que la cirugía es solo para ocultar las orejas, y no problemas más
profundos, se podrá tomar la decisión de realizarla. El principio del verano es
un buen momento para efectuarla, ya que la recuperación total toma cerca de tres
meses.