“… y nos amaremos durante
toda la vida, hasta que la muerte nos separe”. Sin lugar a dudas, usted podría
reconocer fácilmente esta frase, que quedó grabada en su memoria luego de ese
fantástico casamiento con el ser que tanto amaba.
Sin embargo… ¿Qué sucedió
durante todos estos años? ¿Qué quedó de esta frase después de cinco, diez,
veinte o treinta años? Para muchos, la relación marital puede haberse convertido
en algo rutinario, carente de romanticismo y pasión sexual, lo cual
podría incluso -más allá de la continuidad del afecto mutuo- provocar rupturas
o actos de adulterio.
En efecto, muchas parejas
han logrado mantener su amor recíproco durante todas sus vidas, pero ciertamente
ese amor no es el mismo que aquel que experimentaron largo tiempo atrás, en el
momento en que contrajeron matrimonio. El problema por el que atraviesan estas
parejas tiene que ver con sus dudas sobre coóo hacer que el fuego renazca de
las cenizas, para que en su matrimonio, además de amor, pueda regresar esa
vigorosa pasión que les hacía experimentar momentos únicos.
Aquí le ofrecemos
algunas sugerencias:
Volver al romanticismo
Esto parece una frase
hecha, pero ¿qué significa realmente? En rigor, puede significar una gran
cantidad de cosas, pero, en primer lugar, tiene que ver con mantener a su pareja
en su mente… antes que nada y que nadie. Piense cuales son sus necesidades con
respecto a usted. Esto lo conducirá siempre a mostrar gestos muy
románticos, ya que las necesidades de su pareja serán tenidas en cuenta antes
que las de todas las demás, incluyendo las suyas propias.
Utilizar la imaginación
Ser románticos, no sólo
es dar un beso de saludo o despedida, sino también decir “te amo”a menudo,
ofrecer abrazos, dejar notas de amor en su cartera o en el espejo del cuarto de
baño, prepararle un baño de burbujas y tomarlo juntos con la
sola luz de las velas, sorprender con un café o un desayuno en la cama, llevarle
flores en una ocasión inesperada y sin razón aparente, escribir un poema de amor
y leérselo, o sólo decir pequeñas cosas dulces como “quiero cuidar de ti”.
Estimular la conversación
Otra muy buena forma de
estimular la pasión, se puede encontrar en el mismo dormitorio. En primer lugar
se debe estimular la conversación. Pero no sobre los hijos, la política, o los
precios del supermercado, sino sobre sexo. Y no sólo sobre sexo, sino
sobre SU sexo.
Puede sentirse algo torpe al principio, pero esto será muy
estimulante, les dará una sensación de mayor cercanía y de deseo mutuo, puesto
que ambos se conocerán un poco más, y sabrán cómo han cambiado sus gustos en estos
últimos años. Pero, especialmente, trate de no hablar, sino que de escuchar al
otro. Y deje bien en claro una regla desde el principio, nada de lo que ambos
digan, podrá ser criticado por el otro (nunca, jamás, un “oh, como te atreves a
decirme esto…”).
Una nueva primera cita
Posiblemente se pregunte…
¿Una cita con… mi propio esposo/a? ¡Pero si estamos casados desde hace años! No
importa. Volver a tener una primera cita, con flores, cena, y caminata y besos
frente al río, ayudará a mantener una sensación de juventud y entusiasmo,
especialmente si la realizan en aquél lugar donde ocurrió por primera vez, años atrás…
En la prisa y el alboroto
de la vida diaria, no es difícil perderse en medio de la selva de la vida
rutinaria. Pero si realmente se desea reencender el romance que se ha extinguido
en el matrimonio, debería comenzar a seguir alguna (o todas, si es posible) de
estas sugerencias, para que su relación reciba una refrescante ola de pasión.
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