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Sexo en el geriátrico: un tema tabú que es preciso conocer

Los mayores que viven en un geriátrico, y sus hijos y cuidadores, nos obligan a abrir los ojos ante un tema tabú: el sexo. En este informe, le presentamos los revolucionarios conceptos de los especialistas daneses y escoceses

Luego
de experimentar el indescriptible gozo del placer sexual, muchas personas se han
comprometido consigo mismas a disfrutar el sexo hasta el ultimo minuto posible.
No son pocas, además, las que afirman que cada año disfrutan más del sexo. ¿Por
qué, entonces, los geriátricos no incluyen un espacio para su práctica?

Según
muchos especialistas, el hecho de que una gran cantidad de adultos tenga una
vida sexual más limitada tiene que ver con ciertas limitaciones físicas
propias de la edad. Pero muchos otros médicos afirman que un hombre de 65 años,
incluso con problemas de la próstata o de erecciones, puede ser el mejor de los
amantes. Lo mismo sucede con hombres que pueden llegar a no tener penes. En
todos los casos, ellos pueden ser amantes muy cerebrales, y muy versátiles.

Sobre
todo, si tenemos en cuenta que en momentos donde era las relaciones sexuales
fuera de matrimonio eran un tabú, muchas personas se especializaron en el sexo
mediante caricias, o el sexo oral. Así, esos amantes, a los setenta años,
pueden ser de los más expertos en el sexo no genital.

El
caso danés

El
año pasado, se conoció la noticias de una clínica de reposo danesa, que exhibía
películas porno en su canal de video interno. Además, esa misma clínica
contrataba a veces a trabajadoras del sexo.

Según
los médicos de este lugar, la pornografía y el sexo eran muy terapéuticas,
puesto que calmaban la ansiedad de los adultos y los ayudaban a mejorar su
estado de ánimo. Las trabajadoras sexuales, afirmaban los profesionales,
ayudaban mucho más que los psicofármacos.

Escuchando
las dos campanas

Según
señalan los hijos de internados, que se oponen a este tipo de tratamientos, el
sexo en las clínicas de reposo es inadecuado, inútil, y malo para el corazón.
Otros, manifiestan oposiciones por argumentos morales. Para estas personas, había
además cierta molestia al pensar en gente adulta teniendo sexo, sobre todo
cuando se hablaba de sus padres. Además, afirman que la pornografía podría
llegar a ser agradable, pero muy frustrante al final.

Quienes
deseen un geriátrico sin sexo, pueden optar los muchos que abundan en la
ciudad. Sin embargo, deben tener en cuenta, que sus padres son seres humanos al
igual que ellos, y merecen ser respetados en sus propias necesidades y
elecciones.

Muchas
otras personas admitieron, además, que algo de sexo podría mejorar sus vidas
en una residencia para mayores.

Por
otro lado, existen varias ventajas al practicar el sexo en la mayoría de edad.
Las mujeres no tienen ningún temor de quedar embarazadas. El sexo además,
puede ser más significativo y agradable que en años anteriores, gracias a la
genuina preocupación que tienen ambas partes por el bienestar físico de su
pareja.

En
lo que si parece haber consenso, es que la pornografía por sí sola pdría
llegar a ser agradable, pero muy frustrante al final. Un residente, comparó a
las películas pornográficas, las fotos eróticas y la literatura lasciva, como
un aperitivo sin cena, donde era posible que, luego de consumirla, podría
llegar a estar excitado, pero, al estar en una clínica de reposo, no habría
muchas probabilidades de hacer algo con ello.

Las
dificultades actuales

En
un geriátrico, existe una gran falta de privacidad, por lo que muchos adultos
no pueden masturbarse o tener sexo con su pareja en algún lugar cómodo, lo que
los lleva a elegir las duchas u otros lugares inapropiados para la práctica
sexual, sobre todo en la gente adulta.

Por
esto mismo, algunos geriátricos comenzaron a tratar este tipo de problemas. En
Escocia, por ejemplo, ahora se permite a los residentes de clínicas de reposo
concurrir a un lugar bien aislado para tener sexo con su amante, incluso si este
es del mismo sexo.

En
efecto, muchos internados reclaman el derecho a la privacidad que tiene cada ser
humano, sobre todo por que logran encontrar el amor en sus clínicas de reposo,
con algún otro paciente.

Los
problemas concernientes al sexo de los ancianos son todo menos simples. Tienen
que ver con el espacio, la privacidad y, por supuesto, el dinero.

En
los casos de Escocia y Dinamarca, apuntan por sobre todo al valor terapéutico
del sexo, ya que sus especialistas creen haber comprobado que los adultos
sexualmente activos, viven más tiempo, y con mayor salud, que aquellos que no
lo son.