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Chistes de pacientes, doctores y desmemoriados

Médicos, enfermos, dentistas y plomeros. Diviértase con estas historias.


Tres hombres mayores están en el
doctor para un test de
memoria. ¿El doctor le dice al primer hombre, "¿cuánto es
tres veces tres?"

"274" – contesta. El doctor le dice al segundo hombre:
"es su turno. ¿Cuánto es tres veces tres?". "Martes", – contesta el segundo
hombre. El doctor le dice al tercer hombre: "Bien, es su turno, ¿cuánto es tres
veces tres?".
"Nueve" – dicen el tercer hombre. "Eso es grandioso", dice al
doctor. "¿Cómo lo consiguió?"

"Simple," dice el tercer hombre. "Resté 274
de martes”.

La dieta del cardiólogo: Si
parece rico, escúpalo.

Doctor al paciente: le tengo
noticias buenas y malas: usted no es un hipocondríaco.

Una mujer llama al hospital.
El
recepcionista contesta: "hospital, buenos días”.

– "Hola, me gustaría hablar con
la persona que da la información sobre los pacientes. Pero yo no quiero saber si
el paciente está mejor, peor, o si evoluciona de acuerdo a lo esperado. Quiero
toda la información desde el principio hasta el final, de la A a la Z."

La voz en el otro extremo de la
línea contesta: "Podría esperar en línea, por favor, éste es un pedido muy
raro."

Después de un tiempo de espera
le dicen: "¿usted es la señora que llama para averiguar por una de las
pacientes?"

Ella: "¡Sí! Me gustaría saber la
información de Mercedes Carmona, en la habitación 302."

Él: "Carmona, Carmona. Permítame
ver. Cáceres, Carmodi, Carmona.

Oh sí, la señora Mercedes Carmona está mejorando
mucho. De hecho, ha comido dos veces toda la comida. Su doctor dice que si
continúa mejorando la va a enviar el martes al mediodía a su casa."

La mujer nuevamente: "¡gracias a
Dios! ¡Eso es maravilloso! ¡Vuelve a casa al mediodía! Estoy tan contenta de oír
eso. Esa noticias es maravillosa”.

El hombre en el otro extremo:
"Por su entusiasmo, parece ser una familia muy unida”. Ella contestó: "¿qué
familia unida? ¡Yo soy Mercedes Carmona! ¡Mi doctor nunca me dice nada!".

Un matrimonio mayor fijó su
examen médico anual el mismo día, para que pudieran viajar juntos. Después del
examen del marido, el doctor le dijo: "Usted parece tener una buena salud.
¿Tiene alguna preocupación médica que le gustaría discutir conmigo?"

"De hecho, la tengo," dijo el
hombre. "Después que tengo sexo la primera vez con mi esposa, estoy normalmente
acalorado y sudado. Y luego, después de que tengo sexo con mi esposa por segunda
vez, normalmente tengo frío y escalofríos”.

"Esto es muy interesante,"
contestó al doctor. "Permítame hacer alguna investigación y luego volvemos a
usted."

Después de examinar a la esposa,
el doctor le dijo: "todo parece estar bien. ¿Tiene alguna preocupación que le
gustaría discutir conmigo?"

La señora contestó que ella no
tenía ninguna pregunta ni preocupación.

El doctor le preguntó entonces:
"su marido tenía una preocupación rara. El dice que normalmente tiene calor y
termina sudado después de tener sexo la primera vez con usted y luego frío y
escalofríos después de la segunda vez. ¿Sabe por qué?"

Un hombre de Santa Cruz dejó las
calles llenas de nieve de Río Gallegos para unas vacaciones en Florianópolis. Su
esposa estaba en un viaje comercial y planeaba encontrárselo al día siguiente
allí.

Cuando llegó a su hotel, él decidió enviarle un e-mail a su esposa.
Incapaz de encontrar el trozo de papel en que había escrito su dirección de
e-mail, lo tecleó de memoria..

 Desgraciadamente, se olvidó de una letra, y su
nota se dirigió en cambio a la esposa de un pastor evangelista cuyo marido había
fallecido el día anterior.

Cuando la viuda afligida verificó su e-mail, dio una
mirada al monitor, pegó un grito, y cayó al suelo desmayada. Al sentir el ruido,
su familia se acercó al cuarto y vio esta nota en la pantalla:

Mi muy querida esposa,

Recién me registré Todo
preparado para tu llegada mañana.

P.D. Te aseguro que hace calor
aquí.

Jorge, de setenta años, fue a
hacerse su chequeo anual. Todos sus análisis salieron bien. El Dr. Solari le
dijo, "Jorge todo parece estar bien físicamente. ¿Cómo se está sintiendo mental
y emocionalmente? ¿Está en paz con usted mismo, tiene una buena relación con
Dios?"

Jorge contestó, "Dios y yo estamos muy bien. Tenemos una relación
tan íntima que cuando yo me levanto en el medio de la noche, ¡puf!… la luz se
prende en el baño y entonces ¡puf! ¡la luz se apaga!"
&"Estupendo," comentó
el Dr. Solari, "¡Eso es increíble!"

Un rato más tarde, el doctor llamó a la
esposa de Jorge. "Teresa – dijo- Jorge está bien. Físicamente está perfecto.

Pero yo tenía que llamarla porque estoy preocupado por su relación con Dios. ¡Es
verdad que él se levanta durante la noche y ¡puf! ¡La luz se prende en el baño y
entonces ¡puf! ¿La luz se apaga?"
¡Teresa le contesta, "Oh por Dios! ¡Está
orinando de nuevo en la heladera!"

José le estaba contando a su
amigo, Héctor, sobre su nuevo audífono. "¡Es fantástico! Puedo oír todo en la
iglesia, al niño pequeño en la parte de atrás así como al cura al frente. ¡Debes
conseguir uno, Héctor! ¡Cambia todo cuando puedes oír tan bien!"

Héctor contesta: "¡Es
interesante! ¡Yo lo necesito! ¿De qué tipo es?" José contesta, mientras mira su
reloj: " las tres menos cuarto."

Silvia sufrió un ataque cardíaco
y la llevaron al Hospital. Mientras estaba en la mesa de operaciones, tuvo una
experiencia cercana con la muerte. En ese momento ella preguntó, "¿Estoy
muerta?"

La contestación fue: "No, tienes
otros 30 o 40 años para vivir."

En su recuperación, decidió
quedarse en el hospital y agregarse colágeno en los labios, implantes en las
mejillas, siliconas en los pechos y hacerse un estiramiento de la cara y la
liposucción. Pensó que como tenía otros 30 o 40 años, tendría que disfrutar todo
lo posible.

Cuando salía del hospital
después de la última operación fue atropellada por una ambulancia que entraba
rápidamente. Cuando llegó al Cielo dijo: "yo pensé que tenía otros 30 o 40
años."

"¡Silvia! ¡No te reconocí!" le
contestó Dios.

Un doctor vuelve a casa y
encuentra que no tiene agua, entonces llama a un plomero. El plomero va y
rehabilita el agua en 5 minutos. El plomero se da vuelta y le pasa al doctor una
factura de $275.

¡El doctor muy enojado exclama:
"yo soy un neurocirujano, no un plomero cualquiera, y ni siquiera así cobro
tanto por 5 minutos de trabajo!"

El plomero sonríe y dice "Sí, lo
sé, yo tampoco hice tanto cuando era un neurocirujano cualquiera."

Eduardo, Pablo y sus esposas,
todos personas mayores, estaban jugando a los naipes. Eduardo anunció que su
memoria le estaba fallando y había ido a ver a un doctor que le había dado
píldoras para tomar.

Pablo dijo: "yo tengo el mismo
problema ¿cual es el nombre de las píldoras que te dio?"

Eduardo pareció confundido
durante un minuto y no dijo nada. Entonces recordó y preguntó: "¿Como es el
nombre de esa flor roja que tiene un tallo largo y espinas?"

Pablo dijo: "rosa."

"¡Exacto!" exclamó Eduardo y
volviéndose a su esposa dijo "Rosa, ¿cómo es el nombre de esas píldoras que
estoy tomando?"