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De la contracción a la expansión

Una clave para vivir en equilibrio y armonía nuestra vida.

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Noche y día, invierno y verano, nacimiento y muerte, yin y yang; toda la energía
del Universo es regida por un movimiento constante de contracción y expansión.
Pero como seres humanos solemos apartarnos de este
equilibrio natural
aferrándonos exclusivamente a uno de los polos de esta dinámica.


Nos apegamos al placer huyendo del dolor, preferimos los sentimientos
"positivos" y negamos o reprimimos los "negativos".

Así, invertimos una gran
parte de nuestra energía vital en buscar compulsivamente fuentes artificiales de
expansión tales como las drogas, el consumismo, la frivolidad, el fanatismo
político o religioso, etc, en un intento por controlar y evitar la contracción.


 La contracción es una parte del ciclo natural del Universo. Representa nuestro
lado oscuro, aquel del que nada queremos saber, nuestra "sombra".


Es el ir hacia adentro de nosotros mismos, sólo que la mayoría rechazamos esta
posibilidad.


Hacemos todo lo posible por evitar conectarnos con nuestras emociones
reprimidas. Vivimos la contracción como algo negativo y amenazante, que es
necesario mantener bajo control. Esta evasión no hace sino generar mayor tensión
y así alimentamos aún mas la contracción.


Cuando intentamos suprimirla, la contracción adquiere una dimensión
desproporcionada y se expresa por medio de síntomas o enfermedades.


Por el contrario cuando no nos resistimos a ella, se convierte en una
herramienta útil para nuestro crecimiento y progreso interno. Cuando aceptamos
nuestros sentimientos negativos estos pueden desprenderse, liberarse.


Para ello no debemos hacer mas que permitirlos; si tratamos de cambiarlos o
corregirlos estaremos realimentando la contracción a través del control. Todo lo
que se necesita es nuestra conciencia y aceptación para que la transformación se
produzca.


Así como en un parto en donde las contracciones de la madre empujan al bebé
hacia la luz, el dolor y la contracción en nuestras vidas nos empuja a
desarrollar nuestro máximo potencial.


Debemos comprender que la expansión y la contracción son aspectos inseparables
de la totalidad. Una vez que nos permitimos sentir la contracción nos
reconciliamos con el ritmo natural del Universo  y podemos relajarnos. Solo si
aprendemos a soltar la ilusión de que podemos controlar el fluir de la energía
podremos vivir en equilibrio y armonía nuestra vida.

 


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