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Mensaje a los padres e hijos judeocristianos.

De parte de su abuelo argentino judío, con 7 nietos judeocristianos: dos argentinas, tres escoceses y dos italianos.

 

 

La historia de los hombres está registrada en La Biblia como una colección de libros llamados "sagrados" que son venerados porque se dedican a Dios que según la religión monoteísta reconoce un Dios único que es el ser supremo que creó el mundo y todo lo que contiene.

La Biblia
se compone de los llamados Testamentos o documentos donde consta lo que sucedió, 46 Libros para el Antiguo Testamento, que relatan todo lo acontecido antes del nacimiento del niño Jesús y 27 libros que componen el llamado Nuevo Testamento.

El Antiguo Testamento fue escrito usando para sus distintas partes, los idiomas Hebreo, Arameo y Griego. El Nuevo testamento se escribió en Griego y más tarde fue traducido al Latín y a todos los idiomas.
Estos relatos son historias o cuentos que fueron pasando de generación en generación durante el transcurso de más de 2000 años antes de Cristo y 2000 después de él. Son más de 5700 años de historia de la humanidad.

Según la Biblia todo comenzó con Adán y Eva, creados por Dios. Ellos fueron el primer hombre y la primer mujer que existieron en el mundo. Su primer hijo fue Caín y el segundo Abel. Caín mató a Abel por lo que Dios lo castigó.

Caín tuvo un hijo llamado Enoc quién a su turno tuvo un hijo llamado Irad y éste a Meyuhael y éste a Metusahel y éste a Lamec.

Lamec se casó con Adá que tuvo a Jabak y Sillá a Tubalcaín, cuya hermana se llamó Naamá. 

Cuando Adán ya tenía 130 años, Eva tuvo su segundo hijo llamado Set, cuyo hijo a su vez se llamó Enós. 
.Adán tuvo muchos otros hijos e hijas y murió a los 930 años.

Enoc tenía 65 años cuanto tuvo a su hijo Matusalén quién tenía 187 años cuando tuvo a Lamec y vivió hasta los 969 años.

Uno podría preguntarse como si Adán y Eva tuvieron 2 varones (Caín y Abel) . Caín tuvo a Enoc…con que mujer ? no lo cuenta la Biblia.

También las edades de estos personajes bíblicos escapan a las realidades humanas.
Pensemos también que no existían calendarios precisos para contar los años, ni relojes que no fueran el sol.

Cuando se escribían estos relatos en el siglo 1º la gente era muy sencilla y sin muchos conocimien
tos y esa inocente candidez hacía que aceptaran todas las historias que les contaban sus antepasados.
Con el transcurrir de los siglos, cada estudioso que traducía de un idioma a otro los escritos existentes, hacía su propia interpretación de las cosas que contaba y además los lenguajes eran muy primitivos y carecían de muchas palabras, por lo que un mismo suceso podía ser interpretado de muy diversas maneras.

También influían en dichos escritos los deseos de los hombres de que sus sueños se convirtieran en realidad.
Después de 5700 años de la historia, llegamos al año 2000 de la era cristiana, es decir después de Cristo, con un gran desarrollo de las ciencias que han ido explicando hechos considerados misteriosos o milagrosos.
En épocas lejanas, hasta cualquier fenómeno atmosférico se consideraba como algo sobrenatural o divino.

No tenían ninguna otra explicación para lo que sucedía a su alrededor.
Alrededor del año 1918, los investigadores comenzaron a considerar los Evangelios o Libros Sagrados que componen la Biblia como literatura, la que comenzaron a cuestionar sobre todo cuando las fuentes eran solo palabras transmitidas de persona a persona y en las que, los que las escribieron podían haber dibujado los acontecimientos, agregándoles refranes y narrativas de otras fuentes.

Cualquier mensaje hablado que se transmite de una persona a otra, se va degradando en su camino hasta que el mensaje original no se parece casi nada al que escucha el último de la cadena.
Lo comprobamos cuando éramos niños y jugábamos al "teléfono roto" con ese resultado.

En la actualidad las comunicaciones y los aparatos registran todos los mensajes fielmente sin dar lugar a cambios notables en su contenido.
Hace 5000 años la situación era muy distinta.

El pueblo estaba compuesto de Judíos que adoraban a un Dios único y hace 2000 años atrás, convivían con los Romanos que creían en la existencia de muchos Dioses que según los Griegos residían en el monte Olimpo.

Los Dioses que adoraban los Romanos eran Zeus y JUPITER; Hera y JUNO; Poseidón y NEPTUNO; Demeter y CERES; Apollo-Apollo; Artemisa y DIANA; Athena y MINERVA; Hephaestus y VULCAN; Afrodita y VENUS; Ares y MARTE; Dionisio y Baco.

Cada uno de ellos era el Dios de algo en particular como la guerra, el amor, el vino, etc. Esto constituye solo una parte de la mitología Romana en parte similar a la de los Griegos. 

Para los Griegos los 12 Dioses principales que residían en el monte Olimpo eran Zeus, HERA, ATHENA, HERMES, Afrodita, HEPHAESTUS, ARES, APOLLO, ARTEMIS, POSEIDON, Demeter, y DIONISIO. Zeus fué el Dios más importante de los Griegos.

Los Romanos que creían en tantos Dioses (politeístas) estaban lejos de las creencias Judías en la existencia de un Dios. único (monoteístas)

Por eso no dudaron en juzgar y condenar a un Judío destacado y de ideas avanzadas, como Jesucristo que estaba predicando algo que para las creencias de los romanos resultaban blasfemias.

Lo que se ha ido transmitiendo por la mayoría de los padres a sus hijos, es la noción de que Dios o Ser Divino Supremo existe, lo que da algún sentido a la existencia de los seres vivos, su vida y su muerte. Explica muchas cosas que la mente humana no llega a dilucidar como la creencia de que los seres humanos tenemos un "alma" que está más allá de nuestro cuerpo físico. En esa alma reside la diversidad de las personas, sus sentimientos y pasiones.

Cada uno tiene un alma diferente y su paso por el mundo, deja huellas que trascienden a sus descendientes o quedan para la posteridad, integrando el desarrollo de la civilización con tradiciones, creencias religiosas, avances técnológicos y mejoras relativas en la calidad de vida de las siguientes generaciones.

En el último siglo se ha producido un avance acelerado en todos los aspectos humanos y la vida de las personas en el mundo durante el nuevo siglo que acaba de empezar se desarrollará con más posibilidades que nunca en la historia anterior.

El avance que se observa en todos los campos es extraordinario en comparación con el estado de las cosas hace un siglo atrás. El mundo evoluciona y cambia tanto en lo material como en lo espiritual. La técnica que permite mirar al Universo y sus millones de galaxias a través del telescopio espacial Hubble nos hace pensar más en Dios como el creador.

La inteligencia humana que crea todo los meDios busca el sentido y porqué de las cosas y desemboca inexorablemente en la única explicación posible a sus eternas preguntas… De donde venimos y a dónde nos dirigimos ?
Quién creó la vida y estableció la muerte de todos los seres vivos ? 

La respuesta supera todas las divisiones que fomentan las religiones y sus dogmas. Tiene que ser una respuesta universal que abarque a todos los seres del planeta sin distinción del color de su piel o su origen étnico.
Está más allá de los predicadores y sus intentos de pretender ser los únicos portadores de la contestación a esas preguntas.

Algún filósofo arriesgó la hipótesis de pensar que Dios está dentro de cada ser humano que ha creado.
Los misterios de la eternidad no están al alcance de los humanos y quizás algún día de algún milenio futuro se vislumbre alguna respuesta a todas las preguntas que desde siempre se formulan los hombres.

Sucede junto con el avance de la Ciencia, en la que ladrillo sobre ladrillo se va edificando el progreso y el conocimiento.
La Religión que es todo moral y filosofía, no se opone a la ciencia sino, que más bien evoluciona paralelamente.

La actual civilización que llamamos moderna, será clasificada como antigua, por nuestros descendientes.

Los futurólogos o personas que se dedican a estudiar "lo que vendrá", nos anuncian muchos cambios en la vida de nuestros nietos y en las sociedades en que se desenvuelvan.
En nuestra niñez los futurólogos eran escritores de ficción. 

En la actualidad son escritores con bases científicas, no basados solo en la imaginación.
Con el avance de la ciencia la religión dogmática ha perdido ascendencia, pero siempre quedan los misterios de la vida y el alma humana que se explican por la existencia de un Creador Supremo.

Como la fé consiste en querer creer, son afortunados los creyentes que logran dar un sentido a su existencia.
Los agnósticos carecen de ese apoyo y deben refugiarse en la moral, la ética y en la filosofía, que en definitiva está contenida en todas las religiones.

Lo negativo de muchas iglesias es su esfuerzo por dividir la gente entre réprobos y elegidos, aún a costa de desvirtuar sus propios dogmas.

En teoría, las religiones apoyan al bien contra el mal y al amor contra el odio. Es decir todo lo positivo contra todo lo negativo.
Si esto se cumpliera, la persona religiosa es un bien para todos los que la rodean. Solo destila amor por sus semejantes.

Si se vuelcan los sentimientos hacia el odio o la discriminación, se provocan efectos perjudiciales a las necesidades humanas básicas.
Las dos religiones más importantes que creen en la existencia de un solo Dios como ser Divino y único (monoteísta) son la Judía y la Cristiana.

Ambas han crecido del mismo tronco y su filosofía y moral es compartida a través de leyes consideradas divinas, es decir dictadas por Dios para una mejor convivencia entre los hombres.

La única diferencia entre judíos y cristianos surge a partir de la resucitación y ascenso a los cielos de Jesucristo según la Biblia. En ese momento, los seguidores de Cristo declaran que el Mesías o Salvador, ya anunciado en el Antiguo Testamento, era Jesús hijo de Dios.

Por lo tanto dejan de esperar la llegada del Mesías, a diferencia de los que siguen la tradición Judía y deciden que como creen que Jesucristo no es el Mesías, van a continuar esperando que el mismo llegue a la tierra.
La Biblia relata la llamada Pasión de Jesucristo, su prédica y sus milagros. También la vida y acción de sus seguidores o apóstoles antes y después de su muerte.

Cristo fue juzgado por un Tribunal Romano porque lo consideraban un subversivo que atacaba las leyes de Roma y amenazaba la seguridad del poderoso Imperio al declararse ser el hijo de Dios. 
El juez Romano, Poncio Pilatos lo condena por eso a morir en la cruz.

Con Jesús muere crucificado un judío de grandes virtudes morales (rabino) que predicaba la piedad y el amor al prójimo, con la fe de sus antepasados y creía en un Dios único, Yahvé que todo su pueblo veneraba.

Por esa razón su muerte no se puede achacar a los Judíos de los que era parte, sino a los Romanos que solo creían en sus Dioses paganos y veían una amenaza en Jesús con su prédica de amor y humildad.

Durante muchos siglos, para conseguir más adeptos los curas cristianos acusaron a los Judíos de haber matado a su Salvador el hijo de Dios y de esta manera fomentaron el odio y el desprecio que justamente es lo que más combatía Jesús con su prédica. De ese mismo odio y escarnio fue víctima él.

Las consecuencias de esas prédicas malignas, fueron las sangrientas persecuciones de Cristianos contra Judíos, como la Inquisición en España y sus colonias, los Pogroms en Rusia y culminaron con el Holocausto nazi, donde murieron 6 millones de personas en su mayoría Judíos que se resistieron a abandonar su fe.

Por decisión de las Naciones Unidas se estableció el estado de Israel para todos los judíos de la diáspora que buscaran refugio.

Este estado ha luchado desde su creación, con sus vecinos árabes de religión mahometana que pese a compartir el origen semita con los judíos no aceptaron hasta hoy la presencia de los mismos en los lugares en que vivían hace 2000 años atrás y donde vivió y murió Jesucristo.

Muchos Judíos se convirtieron al Cristianismo desde la Inquisición en adelante, pero muchos otros siguieron fieles a sus tradiciones y por eso perdieron sus vidas.

Las diferencias entre Judíos y Cristianos son artificiales y fruto de los bajos sentimientos. En Israel donde pese a ser un país eminentemente judío, hay rabinos extremistas que obtienen una cuota del poder distorsionando la religión. Algunos moderados vuelven a predicar lo eterno del bien sobre el mal. Los ritos externos son la tradición que los une.

Siempre el amor contra el odio, la bondad contra la maldad, la generosidad contra el egoísmo, lo moral contra lo inmoral y todo esta integrado en la filosofía común de los judeocristianos, sean o no practicantes de la fé.

Una larga historia y tradiciones comunes unen a ambos aunque se etiqueten de manera diferente.
Se unen y asimilan judíos con católicos, protestantes: metodistas y presbiterianos.

El temor a la "asimilación" es fruto de la intolerancia. La unión siempre se produce cuando hay amor y las divisiones por el odio entre las personas.
Todos los que concurren a iglesias o templos, según su inclinación y festejan las fechas de uno u otro calendario como una tradición común, quedan integrados positivamente.

Ahora que la humanidad ha llegado a descifrar todo el genoma humano, quizás se adviertan todas las similitudes que hemos heredado de nuestros antepasados comunes.

La Torah (palabra que en hebreo significa "instrucción"), en su sentido más amplio, se refiere a todo el cuerpo de enseñanzas judías incorporadas al Antiguo Testamento y al Talmud en comentarios rabínicos posteriores.

En la época bíblica primitiva, la palabra Torá significaba "instrucciones verbales de los rabinos" acerca del rito y de las cuestiones legales o morales. 
La primera prioridad debería asignarse a la ley y a la moral que rige la conducta de los creyentes sinceros.