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Aparatos de gimnasia para obesos

A continuación, algunos aparatos de gimnasia que pueden ayudarte a ejercitar en casa, aunque tengas mucho sobrepeso…
En la actualidad, no hay disponible mucho equipamiento específico para personas obesas o con sobrepeso. Si bien esto podría cambiar en los próximos años a raíz de la mayor demanda, existen algunas opciones para las personas que prefieren ejercitar en casa.

A continuación, algunos productos útiles que pueden ayudarte a ejercitar en casa:

· Bicicletas recumbentes y entrenadoras elípticas

Las bicicletas recumbentes son excelentes para aquellas personas que necesitan un mayor soporte al momento de realizar sus ejercicios.


Uno de los productos más nuevos del mercado es la entrenadora elíptica recumbente, que te ofrece la posibilidad de un pedaleo alternativo. Esta máquina es más parecida a un escalador que a una bicicleta, y te permite trabajar la parte superior y la inferior del cuerpo sin resentir demasiado las articulaciones.


Este novedoso producto se acomoda a una amplia variedad de cuerpos y tallas, aunque puede resultar algo costosa (cerca de los $4000) si tienes un presupuesto acotado. En cualquier caso, puedes recurrir a las bicicletas recumbentes comunes, que suelen ser altamente confiables y son una opción difícil de mejorar para alguien con sobrepeso.

· Bola de ejercicios

Las bolas para hacer ejercicios son altamente recomendables, sobre todo para ayudar a los pacientes obesos a ganar estabilidad, equilibrio, y fortaleza abdominal.


Algunos de los ejercicios básicos que puedes probar incluyen sentarte sobre la bola (prueba mirar TV durante un rato y sentirás que tu cuerpo entero está trabajando un poco más fuerte que de costumbre); marchar o hacer equilibrio despegando un pie del suelo, manteniendo la posición, y luego despegando el otro. Hay disponibles algunas bolas de alta resistencia, que pueden soportar hasta 450 kilogramos.

· Pedalera portable

Un ejercitador en forma de pedalera es una excelente opción para hacer ejercicio cardiovascular si tener que vértelas con las dificultades implicadas en subir y bajar de una bicicleta recumbente. Existen algunos modelos realmente vistosos, aunque por lo general todos funcionan bien y pueden ajustarse al nivel de dificultad requerido por el usuario. Simplemente intenta pedalear tanto como puedas, descansa, y repite unas cinco o más veces. Puedes optar por llevar un registro de las revoluciones e ir midiendo tu progreso. Puedes comenzar con unas 150 revoluciones, y pronto te sentirás con las fuerzas para ir subiendo. Llegarás a las 500 casi sin darte cuenta. Asimismo, puedes pedalear con las manos, ya sea si no puedes hacerlo con los pies o si quieres ejercitar los brazos, y ésta es otra forma excelente de mejorar tu resistencia cardiovascular.

· Podómetro

Si caminar es tu ejercicio de elección, entonces un podómetro puede resultarte altamente motivador. ¿Cuántos de nosotros, en la actualidad, pasamos la mayor parte del día trabajando frente a una computadora? Y desde luego que esto es un problema, sobre todo si queremos bajar de peso. Bien, ahora algo que puede servirte: tu nuevo objetivo es dar al menos 50 pasos cada hora. Puedes configurar la alarma para que suene, y entonces te levantas y das una vuelta alrededor del escritorio, en el parque de la empresa, o por la calle; cualquier sitio es adecuado. Comienza dando 50 pasos y aumenta la cantidad gradualmente. Incluso, podrías descubrir que estas caminatas te sirven para ganar mayor productividad en tus labores. Una dieta, el ejercicio, y el podómetro son una excelente combinación para las personas con obesidad.

Si eres obeso o tienes sobrepeso, en muchas ocasiones deberás recurrir a la creatividad para hacer ejercicio. Habrán muchos a tu alrededor hablando de ejercicios y alentándote a que los hagas, pero pocos te dirán exactamente qué hacer si cuando no puedes ejercitar normalmente.


La clave está en encontrar algo que te resulte cómodo, algo que puedas disfrutar y continuar haciendo a lo largo del tiempo. Recuerda que debes visitar a tu médico antes de comenzar a ejercitar, especialmente si tienes padecimientos de salud o consumes cualquier clase de medicación. Mantén siempre la mente y los ojos abiertos a las nuevas posibilidades y formas de ejercicios, al menos hasta que tu progreso te permita conformarte con lo convencional.
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