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Zooterapia: animales que curan personas

Las mascotas no solo son animales de compañía. Cada vez son más las personas que se benefician de las virtudes terapéuticas del contacto con ellos: ¿conoces la zooterapia?



Desde hace muchos años los seres humanos nos hemos relacionado con el lobo, al
principio por curiosidad y luego por necesidad, en las noches éramos presa

fácil


de



otros de los depredadores, y aunque teníamos el fuego, no era suficiente



para nosotros, así que
aprendimos a domesticarlos para nuestro beneficio
(cuidarnos y cuidar nuestros animales).

Y también fuimos modificando su genética
para que los que fueran menos agresivos y menos dominantes fueran los que se
fueran incorporando a nuestra sociedad, al igual que ellos nosotros nos
manejamos por clanes, ellos por manada para ellos su líder es el macho alfa, y
nosotros al adoptarlos nos volvimos los machos y hembras alfa, como también nos
hicimos necesarios uno del otro, y compañeros inseparables.



En la actualidad hay una variedad de razas de perros, los creamos para caza,
deporte, compañía, pelea, guardián y al final los utilizamos como perros de
asistencia, identificar droga, cáncer, personas enterradas, minas, luego para
cuidar a personas con discapacidad, ciegos, daño cerebral, distrofia muscular,
esquizofrenia, etc.

Pero en la actualidad los seres humanos fuimos modificando
tanto su genética que es difícil entender que vienen del lobo, ahora hay perros
tan pequeños he inofensivos que no podrían sobrevivir sin la intervención de
nosotros, perdieron su naturaleza salvaje, aunque conservan algunos instintos.



En al actualidad con los cambios del tipo de vida al vivir hacinados en
ciudades, con poco espacio para la recreación, y dominados por la tecnología
hemos perdido muchas de las capacidades que tienen los animales, como la
capacidad de entender las
emociones, identificar el peligro, lealtad, su
capacidad de aprender comunicarnos, jugar, sentimientos altruistas, y ahora
vivimos envueltos en un mundo competitivo donde estamos llenos de estrés.



Nos hemos vuelto egoístas, poco comunicativos e imaginativos, elitistas,
hipócritas, sedentarios, aislados, esto por el tipo de vida de la ciudad que nos
hace tener poco tiempo con nuestra familia, dedicarle mucho tiempo a traslados,
a casa y al trabajo, súper, etc.

Y cuando llegamos a casa generalmente estamos
tan cansados como para dedicarle tiempo a nuestros seres queridos, solo queremos
descansar, y ver televisión. Si a esto le añadimos que las mujeres dejaron de
ser amas de casa para ser contribuidoras del gasto familiar, que tiempo de
calidad tienen nuestros hijos, y quién es el encargado de cuidarlos.



La ciudad nos ha ayudado a aprender con más facilidad, a movernos menos, a
viajar más, a comunicarnos menos (internet Chat) a hacernos la vida más fácil.
Pero ha creado nuevos problemas, como niños aislados, poco comunicativos,
introvertidos, agresivos, ansiosos, depresivos, con pocos amigos, con juegos de
poca creatividad, y a una poca o nula comunicación familiar.



¿Qué es la zooterapia?



Es por esto que en la práctica en el consultorio me di cuenta de la falta de
comunicación emocional en las familias, así como también el desconocimiento del
lenguaje corporal, (algo que perdimos de nuestros ancestros y todavía conservan
los animales), y me acordé de que algunos años atrás había leído un articulo de
USA donde utilizaban a perros para el trastorno de estrés post traumático que es
una serie de desórdenes de conducta que afectan al individuo por haber vivido
una guerra, y no poder superar el dolor de no poder superar esa intensa
ansiedad.



Comencé con un niño autista
que llevaba, 3 meses en terapia y no lograba que
emitiera ningún sonido, y mucho menos una palabra, y se me ocurrió llevar a mi
perro salchicha, que es un perro faldero el cual convive conmigo, y es súper
cariñoso y juguetón, al verlo por primera vez Enrique emitió un grito, y comenzó
a corretearlo por todos lados.

Después de un buen rato le explique como jugara
con el a la pelota, y aprendió rapidísimo, a la segunda sesión me comento la
madre que Enrique estaba más alegre, entonces lo lleve a todas las terapias, la
mayoría de mis pacientes no encendían que hacia un perro en el consultorio, pero
lo acariciaban y jugaban con el, fue entonces que me interese en estudiar
etología, y enseñe a mis pacientes y entrenar a mi perro, a leerles cuentos, a
jugar con el calcetín y la pelota y sin darme cuenta los pacientes empezaron a
evolucionar más rápido de lo normal.



Uno de ellos fue Enrique el cuál después pocos meses comenzó a decir palabras,
le dije a la madre que no interpretara las señas aunque las conociera hasta que
no dijera el nombre del objeto, esto provoco enojo en Enrique, pero comenzó
paulatinamente el lenguaje, fue entonces que le pedí a la madre que le comprara
un perro al niño y le diera unas pocas obligaciones, darle de comer, agua,
pasearlo, esto ayudo mucho porque ya tenía un compañero leal que siempre estaba
a su lado, dándole, seguridad para poder acercarse y relacionarse con los
demás.



Zooterapia y comunicación



El animal de compañía desarrolla en las personas la necesidad de comunicar, la
potencia y la perfecciona.



Levinson (1964) ya afirmó que “un niño que tiene grandes dificultades en
explicarnos sus sentimientos en cuanto a sus ilusiones o a sus relaciones
`suelta la lengua’ al hablar de sus problemas con su animal”. Más tarde Condoret
(1977) comprobó que los niños expuestos al vínculo con un animal mejoraban en la
capacidad de expresión verbal.



Pero, ¿por qué mejora la capacidad verbal?: quizá la afirmación mas simple,
aunque no por ello menos importante, es porque se practica. No es fácil expresar
emociones, afectos y cosas que tengan que ver con la subjetividad de uno mismo;
sin embargo, con los animales se hace. Esta práctica conlleva una generalización
externa al propio vínculo con el animal.



Cuando estamos en relación con los animales, entramos en un estado alterado de
conciencia en la que la humildad y la nobleza de espíritu forman parte de la
interacción y por lo tanto “desaprendemos” las pautas de conducta de
enfrentamiento con el mundo.



El contacto con la naturaleza nos hace revivir los sentimientos mas nobles y
entrar en interacción con el mundo, haciéndonos comprender que somos parte
integral de el.



¿Que nos enseñan nuestras mascotas?



A ser amables, a se espontáneos, ser responsables, a
mejorar el comportamiento
de los padres
, de los hijos y de los hermanos de la manada familiar.



A conocer:



La alegría y la tristeza en su forma mas pura, el afecto, la lealtad, la
protección desinteresada, la muerte o separación de un ser amado, la belleza, la
gratitud, el sacrificio hasta la muerte si es necesario.



Por Psic. Vivian Hall Vigoritto



Zooterapeuta

México DF
Tel: 55 19 14 36

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