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Niños en viaje, siempre con hambre

“Quiero comer algo ¡ ya !”. Viajando con niños, escuchar esto es casi una regla… sobre todo cuando no tenemos donde detenernos para comprar algo. Para un viaje en paz, mejor ser previsor y seguir estos consejos…

Como todos sabemos, los adultos pueden
viajar sin tener a mano alguna comida, es decir prolongando los lapsos de tiempo
que se encuentran entre los horarios de alimentación. En cambio, para los
chicos hambrientos, esto podría ser causa de un gran malhumor, y por otro lado
no les es nada bueno para su salud.

No hay vueltas: cuándo los chicos quieren
comer, quieren comer. Sin embargo, con una pequeña planificación y unas
viandas inteligentes, es posible mantener los niveles de azúcar de sangre en
cualquier chico, sin por eso tener que parar y gastar tiempo y  “pequeñas fortunas” en las estaciones de servicio. Aquí
le ofrecemos algunas ideas útiles para alimentar en medio del camino desde sus
hijos adolescentes hasta sus bebés.

Durante el viaje

Una forma de asegurarse que todos estarán
bien alimentados durante el trayecto, será llevar en el auto una heladerita térmica,
y una caja o cesta de merienda, con varios tipos de alimentos no perecederos.

Algunas de estas comidas, podrían ser
sandwiches con fiambre y/o con queso, galletitas saladas y dulces, y frutas
fresca, los cuales podrán ser útiles para todas las comidas.

Asegúrese también de darle a sus hijos
varios de sus alimentos favoritos (pero sólo los sanos, más allá de alguna
excepción) cuando viajen, pero no descuide tampoco las típicas comidas
familiares, que los pueden ayudar a sentirse con más tranquilidad durante un
largo viaje, dándoles una sensación de hogar y estabilidad.

Utilice también una caja de cartón vacía,
que podría conseguir en cualquier supermercado, para organizar los utensilios,
servilletas y condimentos. Asimismo, toda la comida debería estar empacada
individualmente en pequeñas bolsas plásticas o celofán, y luego hacer
vianditas poniendo tres o cuatro ítems en otra bolsa, para ahorrar tiempo y
evitar sembrar dudas en algunos chicos cuando se le presentan demasiadas
elecciones.

Los artículos descartables, como los
platos, tazas, vasos, tenedores, cucharas, y cuchillos de plástico o cortón,
pueden hacerle ahorrar mucho tiempo. Sin embargo, para mantener una actitud más
ecológica y disminuyen los desechos, podría volver a usar estos artículos si
se toma un poquito de tiempo para lavarlos en las paradas que realicen, o al
llegar al hotel antes del próximo viaje. En esos lugares, también podrá
rellenar sus botellas o cantimploras con agua e hielo.

Durante el viaje, encuentre un lugar
agradable para parar y tener un picnic. Las áreas de descanso tienen a menudo
áreas para hacer picnic. Una merienda relajada en un parque público puede
llegar a ser muy cálidamente recordada por toda la familia, como parte de la
vacación. Traiga consiga un Frisbee o una pelota para que sus hijos también
quemen algo de energía, y puedan estar más cansados durante el viaje.

La bebida ideal para el viaje sería agua
mineral, pues así los chicos no beberán más 
de lo que necesiten, lo cual es muy importante para no tener que parar
constantemente para que orinen. Pero además, el agua, a diferencia de las
gaseosas o jugos, no es pegajosa cuando cae en la piel y generalmente no mancha.

Para que la bebida sea más divertida,
sorprenda a los chicos con vasos que tengan motivos infantiles y sorbetes, pero
trate de elegir los vasos plásticos pues si son de cartón, es muy probable que
al agarrarlos ellos lo aprieten y vuelquen el agua por todas partes.

Evite llevar comidas duras difíciles de
masticar y tragar, como por ejemplo zanahorias y cubitos de hielo. Evite también
los alimentos salados y las gaseosas, para no tener que parar constantemente.

Los alimentos altos en azúcar, chocolate,
o la cafeína, pueden llegar a ser un pandemónium cuando todos tienen que estar
juntos en un espacio pequeño por un largo período de tiempo… Por eso, llevar
alimentos sanos es la mejor apuesta para un viaje en paz, en donde todos se
sentirán mejor también al final del viaje.

Para el desayuno

Si su alojamiento durante las vacaciones
no incluye el desayuno (o si alquila una casa o departamento sin vajilla), un
artículo indispensable para llevar en el viaje, son las pequeñas bolsas
plastificadas con un cierre plástico en el tope, las cuales serán el lugar
ideal para guardar platos, y cubiertos. También se pueden guardar allí tazones
de aluminio para el futuro lavado, tazones de ensalada y mucho más.

Recuerde asimismo llevar vasos y vajillas
plásticas para cada miembro de la familia, un cuchillo de cocina de buena
calidad, un pelador, y una Victorinox. También, debería hacerse con leche
disecada, cereales, sobrecitos de azúcar, sal, y pimienta, y cubos de caldo,
saquitos de té, y cacao. Con algunos de estos alimentos, podría incluso tener
asegurado todos los desayunos durante sus vacaciones.

De hecho, lo único que deberá hacer para
completar el desayuno, es comprar fruta, panes, y leche fresca en el lugar donde
se encuentre, pues todo lo demás podrá ya haber sido traído. Estos desayunos
informales no sólo son económicos, sino también divertidos, al ir a comprar
los complementos a las tienda locales, y muy ahorradores de tiempo, pues con los
niños pequeños, puede ser mucho más rápido que concurrir todos a un bar.

El restaurant, no siempre
la mejor opción

Probablemente, el viaje familiar no sea el
mejor momento como para probar como es ese famoso y caro restaurante del que
todos le están hablando. Si va a uno de estos finos lugares, llame primero para
saber si tienen un menú especial para niños.

También, cuando planifique comer en un
restaurante, tenga en cuenta telefonear y hacer su orden bien temprano, o bien
pedir que se la envíen a su residencia, si puede comer allí. Si los chicos han
pasado el día entero sentados en el coche, probablemente no tendrán muchas
ganas de seguir sentados en un restaurante por otro tiempo largo.