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Ante todo, debemos estar convencidas de que queremos trabajar desde casa.
Para ello es necesario analizar ciertas cuestiones fundamentales a la hora de
tomar la decisión.
Por ejemplo: conocer nuestras fortalezas y debilidades, saber qué tipo de
trabajo queremos realizar, analizar si tenemos la capacidad intelectual y
material para concretarlo, evaluar los elementos con los que debemos contar,
cuánto dinero necesitaremos para nuestro emprendimiento, entre muchos otros.
Como toda decisión que tomemos en la vida, esta también posee pros y contras que
debemos tener muy presentes. Te doy algunos ejemplos:
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PRO |
CONTRA |
SOLUCIÓN
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Trabajar cómodamente instaladas |
Quienes viven con nosotros pueden invadir nuestro espacio de
trabajo. |
Establecer horarios y lugares lo más estrictos posibles. |
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Tener independencia económica. |
No contar con un ingreso seguro. |
Organizar nuestra actividad asignándole la misma importancia que le
daríamos si trabajásemos fuera de casa. |
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Ser nuestro propio jefe. |
Al no tener que ‘rendir cuentas’, nos tomamos más tiempo que el
necesario para cumplir las metas. |
Asumir la responsabilidad que la actividad merece, para demostrar y
demostrarnos que podemos hacerlo solas en tiempo y forma. |
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Realizar el trabajo según nuestros propios parámetros. |
No tener quién nos oriente. |
Analizar concienzudamente qué es lo más apropiado para cada situación. |
Te propongo que agregues a esta lista las inquietudes que se te vayan
presentando (y cómo las solucionarías); de esta manera podrás apreciar que para
cada obstáculo que se te presente encontrarás la solución adecuada para
concretar tu sueño de estar En carrera ... ¡desde casa! ¡Adelante!
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