Hoy tenemos
que apuntar al lado sensible de las personas ya que las decisiones de compra
están más atadas al lado emocional que intelectual/racional.
Hoy tenemos
que apuntar a lo simple, las personas sufren un déficit de atención y pierden el
interés muy rápidamente.
¿Cómo
lograr que mi empresa tenga esa simpleza a la hora de hablar con sus clientes?
Simple,
“simplifique” Es un juego de palabras, pero justamente de eso se trata; busque
ese verbo, ese adjetivo, eso que lo identifique rápidamente en el mercado, con
sus clientes, en el boca en boca.
Ese término
o palabra debe ser por supuesto original, no caiga en la “moda”, éstas caducan.
Busque un detalle que estaba ignorado y úselo, salga de la tendencia, deje de
estereotipar sus productos, su empresa, conózcala y encuentre eso que la
identificará sobre todas las cosas e inmediatamente.
Ahora
hablemos de las publicidades y su simpleza
Las
personas están bombardeadas de información, y eso las molesta. ¡Simplifique!,
elimine todos esos detalles que distraen, todos esos datos e información
innecesaria.
Un producto
no es lo que es, si no lo que el cliente percibe que es. Por eso, conozca a sus
clientes, analice lo que miran cuando están viendo su empresa, su marca, su
servicio.
Sorpréndalos, sin dejar la simpleza, sea un poco ambiguo y ponga en prueba a sus
clientes, a ellos les encanta. El hombre actual disfruta pensando, adivinando,
participando, perteneciendo a algo especial, compartiendo su inteligencia con
los demás.
Hoy las
personas compran sus productos “por que quieren” no por que usted “tiene la
última tecnología”, las personas adquieren sus servicios por que “resulta
importante para ellas”, “por que lo quieren para su vida”.
Otra vez,
conozcamos nuestro público, sepamos que en general el hombre está centrado en su
persona, en su bienestar, su peso, su estado físico, su estatus, su… su… su… Si
logramos darles un beneficio que engrandezca algunas de esas características que
hacen de un individuo importante, sano, inteligente, sofisticado… tenemos
nuestro negocio armado.
Ya sabemos
que tenemos que decir para llegar a nuestros clientes y hacerlos sentir
“geniales”, “guay”, “cool” y ahora…
¿Cómo lo
hacemos?
Use el
humor, saque por un segundo a su cliente de la realidad que lo atormenta y dele
un respiro. El humor hace que su anuncio tenga mayor probabilidad de ser
retenido y hace de su marca más humana. Una marca más humana puede servir de
puente entre el producto y su consumidor.
Rompa los
esquemas, las personas están envueltas en una realidad de eterna juventud, de
caprichos adolescentes y de revelación contra los tabúes y estereotipos.
Use la
ironía, es complicada, debemos tenerle cuidado y usarla principalmente para
llegar a un publico puntual, no masificado. Es decir, use un medio de
comunicación que no llegue fácilmente a “todos”, más bien casi directo al
potencial cliente.
No piense
que ser creativo es ser original, no crea que impactar es vender, ¡no!… llamar
la atención no es vender, y la publicidad debe vender.
Tiene que
ser muy cuidadoso y minucioso. Cuando una publicidad se hace de forma brillante,
por ejemplo en la vía pública, será recordada por siempre y por mucha gente,
pero si se hace mal se convierte en un agravio público.