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Mi pareja es alcohólica, ¿qué puedo hacer?

Un adicto al alcohol podría destruir su bienestar, el de su pareja, y el de toda la familia. Si sospecha que su propia pareja podría ser alcohólica, no deje de leer la siguiente nota

Nunca es sencillo
reconocer si una pareja es una persona alcohólica pero, sin embargo, es
fundamental que, ante cualquier sospecha, se tenga un profundo conocimiento al
respecto, ya que no sólo se está hablando de la salud física y mental de su ser
amado, sino también de cómo la misma repercutirá en su propio bienestar y el de
su familia.

 Por eso, es
imprescindible que considere detenida y profundamente los hábitos de su pareja,
sobre todo si tiene fuertes sospechas de que la misma podría estar atravesando
un período de dependencia del alcohol.

 Para esto, es fundamental
que sepa que como integrante de una pareja estable, tiene el deber de incorporar
la responsabilidad de detectar y tomar acción frente a la posible presencia de
este cuadro.

 Por ejemplo, podría darse
el caso que, frente a su negativa a enfrentar (o incluso ver) el problema, sea
usted el responsable de estar proveyéndole el alcohol que destruye la vida de su
pareja, y por consecuencia, de la familia toda.


 Definiendo el alcoholismo 

En primer lugar, sería
importante que se tenga en claro en qué circunstancias una personas podría ser
considerada alcohólica. Esto es así, por el hecho de que más de una vez se suele
confundir a las personas que solo disfrutan del alcohol, con aquellas que
dependen de esta sustancia, y viceversa.

 Para esto, es muy
importante detectar los patrones de la conducta del bebedor, así como también
las razones que el mismo encuentra para beber.

 Por ejemplo alguien que
sólo bebe durante los fines de semana, podría considerarse como una persona en
riesgo medio de adquirir esta adicción, pero no, directamente, como un
alcohólico.

 Diferente es el caso de
aquellos que beben constantemente, incluso durante los días laborables. Alguien
que, claramente, está bebiendo para aliviar sus emociones adversas, deberá ser
considerado como un alcohólico potencial, con alto riego de adquirir la
adicción.

 Si bien una persona puede
pensar que es lícito timarse unas pocas cervezas después de salir del trabajo
para distenderse un poco, se debe saber que esto podría ser también un signo de
que esa persona (su pareja) es incapaz de enfrentar efectivamente las
dificultades del trabajo, y que necesita de un escape artificial para salir de
su adversa situación.

 Lo mismo sucede con
alguien que sale de la casa a la barra, “para tomar unas copas” después de una
pelea con su pareja. Esto puede llegar a ser también un patrón de conducta que
indique la dependencia del alcohol, como forma de escapar de la realidad.


 La personalidad del alcohólico



 
Los alcohólicos tienden
también tener ciertos rasgos definidos de personalidad. Uno de estos rasgos
tiene que ver con una tendencia a culpar a los demás de las cosas que fallan en
sus vidas. Por eso mismo, el concepto de responsabilidad es algo que ellos no
quieren aceptar bajo ningún punto de vista, con lo que suelen trasladar sus
equivocaciones al resto de la gente.

 En el caso de que las
fallas se den en la misma pareja, a menudo suele suceder que el alcohólico no
acepta sus responsabilidades, acusando así al otro de todos y absolutamente
todos los problemas que surgen en la relación. Mucho menos, aceptaría reconocer
que es su adicción a la bebida una de las causas que generan tales
discordancias.

 Es importante señalar que
la falta en aceptar la responsabilidad de sus problemas en la relación de
parejas, también indicará que esta persona, posiblemente, tampoco acepte sus
responsabilidades en el trabajo o en la vida familiar total. En tales casos, se
tornará imprescindible que se encuentren las razones por las que su pareja está
jugando un rol tan disfuncional en la pareja, la familia, y la sociedad.

 Con todo, no será el
momento de reprochar tales actitudes, sino de encontrar las razones que las
generan (especialmente si esta persona tenía actitudes muy distintas en el
pasado). Todos estos signos de disfuncionalidad, pueden ser la alarma que su
pareja está intentando hacer sonar para que la ayuden en su propia adicción.  

Un alcohólico a menudo
ignora a su familia o las tareas que deben hacerse en su casa. Muchas veces,
esto no es totalmente su culpa, ya que la adición por el alcohol le imposibilita
desempeñar correctamente sus funciones.  

Por eso, es generalmente
el otro miembro de la pareja quien asume completamente la carga de llevar
adelante la familia, pero hacer esto, por sí solo, es un grave error.


 Las responsabilidades de la pareja



 
Hacerse cargo de los
problemas del alcohólico, y tapar de esta manera la conducta disfuncional del
mismo, sólo logrará que se mantenga la misma situación. Por cierto que jamás se
deberá descuidar el bienestar familiar, pero será sumamente importante que,
además, se consiga una inmediata ayuda para su pareja.

No es fácil aceptarlo,
pero se debe saber que cuando falla un miembro de la pareja, también está
fallando el otro, aunque sea de manera indirecta. Por lo tanto, es fundamental
que también miremos nuestro propio desenvolvimiento.

 Como habíamos señalado
anteriormente, podría ser usted mismo quien está proveyendo de alcohol a su
pareja. Pero aunque este no sea el caso…  ¿Puede determinar fehacientemente,
-frente a la concreta sospecha de que su pareja sea alcohólica- cuando, dónde y
cuántas veces la misma ha estado bebiendo?

 El control estricto de la
pareja sospechada como alcohólica, será muy importante para poder comenzar a
solucionar la delicada situación, ya que, -en el caso de que las sospechas se
confirmen-, se podría solicitar una ayuda externa que pueda asistir a su pareja
enferma.

 Tenga en cuenta, eso sí,
que esta ayuda externa será imprescindible para poder asistir a su
pareja. El mero control de parte suya, -por más constante que sea-, podría
parecer una manera efectiva de manejar la situación, pero la clave para resolver
este problema, es que el bebedor pueda ser asistido profesionalmente, para
lograr controlarse por sí mismos.

 Caso contrario, una vez
que la fuente de restricciones haya desparecido, el alcohólico volverá a beber a
su voluntad, y nada habrá sido realmente resuelto.

 Si bien no existen
respuestas fáciles para saber cuales son las causas que han llevado a su pareja
a caer en la bebida, es importante que, para el proceso de recuperación, usted y
su familia se hagan cargo de las responsabilidades que les competen.

 La actitud de tomar las
acciones necesarias para detectar y solicitar ayuda para el adicto, será un muy
buen primer paso.