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Mi madre engaña a mi padre

¿Qué hacer cuando una infidelidad involucra a los hijos? ¿Hay que contar lo que está ocurriendo? ¿De qué modo se puede manejar el tema hiriendo lo menos posible, pero asumiendo una actitud madura que ayude a resolver los problemas de la familia?

La postura de los hijos con respecto a este tema es muy compleja. “La idea no es que tomen partido por alguno, sino que mediante la verdad, se llegue a la mejor de las soluciones posibles.

Nunca hay que involucrar a los niños en temas de pareja, pero si ellos se enteran de modo imprevisto, hay que tener una actitud madura y afrontar las consecuencias”, sostiene la psicóloga española, especializada en temas de familia, Ruth Vega Turdó.

Si los hijos tienen una edad que les permite entender parcialmente lo que está pasando tienen que hablar primero con el padre que está cometiendo la infidelidad y darle la oportunidad a que explique lo que está pasando.

“Está claro que luego habrá que aclarar la situación con el otro progenitor por más duro que sea”, comenta la profesional. Una vez que los niños han informado que están al tanto de lo que está pasando con sus padres, deben quedar automáticamente afuera de toda discusión.

“Los niños a partir del momento en el cual la verdad sale a la luz, deben quedar fuera ya que es un problema de mayores que ellos como adultos que son deben resolver de la mejor manera posible.

Hay que procurar no transferir resentimiento a los hijos ni sentimientos negativos para que ellos no puedan abrir juicio de valor ni opinar sobre temas que no comprenden cabalmente.

Una vez se haya llegado a una conclusión, los padres deben informar al resto de la familia cuáles serán los pasos a seguir y de qué modo se implementaran, de existir, los cambios en la familia”, recomienda la profesional.

Aunque se prefiera en primera instancia guardar el secreto, no es la mejor salida ya que tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz y las consecuencias por haber mantenido silencio por más tiempo será otro factor que jugará en contra de la pareja.

“Para bien o para mal, hay que afrontar la realidad y hablar de lo ocurrido con la pareja. El que es engañado puede serlo durante toda su vida, pero el que comete la falta ¿puede vivir con esa carga en la conciencia, mucho más si los hijos están al tanto del engaño?”, reflexiona la especialista.

Perdonar una traición, sea ésta de cualquier tipo no es nada sencillo y se ponen en juego una serie de sentimientos con los que no resulta fácil lidiar. Sin embargo, hay que hacer el esfuerzo de perdonar y de ver en qué contexto ha ocurrido la infidelidad.

“Un engaño tiene lugar cuando una persona tiene una evidente carencia. Descubrir por qué motivo ha ocurrido es importante para aliviar la carga emotiva y lograr la mejor salida posible en beneficio de la pareja y de la familia”, aconseja Vega Turdó.

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