Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Los instantes perdidos son irrecuperables

¡ No sigamos perdiendo el tiempo !

La vida puede ser vivida,
o transformarse en un simulacro.  

Puede ser serena, puede
ser competitiva.  

Puede ser alegre, puede
ser triste, pero siempre es irrecuperable. 

Rabindranath Tagore,
poeta indio, decía: “Si de noche lloras porque se ha ido el sol, tampoco
podrás ver las estrellas”. 

El ser humano,
eternamente insatisfecho, padece cuando no tiene nada y también padece cuando
tiene demasiado. 

No quiere conservar sus
bienes para disfrutarlos, sino mantenerlos para acrecentarlos. 

Si alguien es demasiado
amado, se siente atosigado. 

Si nadie lo ama, se
siente desgraciado. 

Cuando está con una
persona añora otra presencia. 

Cuando está en alguna
parte, quisiera estar en otra. 

Tantas veces el valor lo
obtiene lo que se ha perdido. 

Tantas veces lo
largamente anhelado aburre y desespera. 

¿Hasta cuándo? 

¿Hasta cuándo dejaremos
escapar lo que tenemos buscando lo que tampoco disfrutaremos? 

¿Y hasta cuándo
seguiremos pensando que es tarde, que ya no hay oportunidad? 

Vivamos el momento,
disfrutemos lo que tenemos y nunca, pero nunca, olvidemos que el único tiempo
que podemos perder es el que todavía no ha llegado. 

El resto es pasado, ¡No
sigamos perdiendo el tiempo!