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Lenguaje corporal adecuado con un cliente o en la oficina

Hablamos a través de nuestro cuerpo y todos nuestros movimientos dicen cosas respecto de la personalidad. Conocer este lenguaje se vuelve vital a la hora de enfrentar diferentes situaciones laborales.

Con los clientes

Un encuentro con un cliente es tan crucial como uno con un colega o superior fuera de los límites de su oficina. Usted puede sentir la libertad de tener la guardia baja si el medio en el que se encuentra es un restaurante o mucho peor, un club nocturno, pero ese no debe ser su conveniente curso de acción. Tampoco irse al extremo del conservadurismo, plagado de desacostumbrados tics de negocios. Se aplican las mismas reglas que cuando se tiene una conferencia con un cliente en el ámbito laboral.


Su comportamiento físico:
Esté con el mejor humor y tenga en la mente que usted quiere aparecer amable, pero no excesivamente amable. El lenguaje del cuerpo debe revelar eso. 
Además, usted debe llevar la agresividad en su lenguaje corporal al mínimo. Esto aleja a la gente. 
Si usted se muestra mayor para cerrar un trato o hacer una venta, cada detalle de elegancia puede parecer una “tomada de pelo”.
Más crucial es, sin embargo, el hecho de que pierdan interés en usted. Construya un relación profesional y de respeto mutuo con una actitud positiva.

Encuentros informales en la oficina

Aún cuando usted esté alrededor del dispenser de agua o en la cafetería con sus compañeros de trabajo, los juicios sobre su carácter no cesan. De hecho, el mejor lugar para chequear su lenguaje corporal es en un medio ambiente informal. Usted nunca sabe la ingerencia que tiene sobre los demás y las ideas que se forman en la cabeza acerca suyo. Sólo por esa razón usted debe tener cuidado de no avivar las llamas de una mala reputación.

Gestos: Cuando la interacción es más social y menos profesional en su naturaleza, algunas personas sienten la necesidad de gesticular como un chimpancé. No es un buen signo de madurez e inteligencia. Deje los brazos en su lugar.


Intimidad:
Del mismo modo, cuando el tema de la conversación no es el trabajo, un gran segmento de la población empieza a demostrar su costado afectado. Esto no necesariamente deja una impresión negativa en el medio ambiente del trabajo (o si a quien se dirige es una atractiva señorita) pero sobre todo, una compañía no es el lugar indicado para dar la espalda, codearse con alguien, rodearse con el brazo o felicitarse con ademanes.

Conózcase a usted mismo

Intimidad: Donde quiera que trabaje o con quien quiera que lo haga, es sabio tener la comunicación no verbal en mente cuando usted interactúe. Algunas personas tienen malos hábitos que están tan arraigados en su carácter que no tienen la posibilidad de darse cuenta la terrible impresión que están dejando en los otros. Allí es cuando la realización personal y la corrección entran en juego.
Cuando usted puede identificar banderas rojas en el lenguaje corporal, usted está mejor preparado para prevenirse en la ruta. Entonces, póngase derecho y quite los codos de la mesa.

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