Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Las zonas erógenas masculinas

Si la rutina amenaza su vida de pareja, quizás sea el momento de explorar nuevas regiones…


Orejas, cabello, labios


Alrededor de las orejas,
se pueden encontrar muchas terminaciones nerviosas, lo cual hace de este área un
lugar ultrasensible a los toques. Use sus dedos índice y pulgar para dar masajes
en la parte exterior de las orejas, con movimientos lentos y firmes. Apriete
suavemente los lóbulos de la oreja. Explore el área de atrás de la oreja con su
labio y lengua, y luego muerda levemente. No sea tímida con respecto a hacer
ruidos cuando se encuentre por allí: el sonido del aliento y los gemidos son
inmensamente excitantes para la mayoría de los hombres.


La cabellera puede ser
muy pero muy sensible al estímulo, sobre todo porque probablemente él no espere
que usted le preste alguna atención a esa área, lo cual lo sorprenderá muy
gratamente. A muchos hombres les encanta tener un apacible masajeo o leve
rasguño en su cabeza (e incluso nuca), por lo que si usted tiene uñas largas,
corra suavemente sus dedos por sobre el cabello, con movimientos circulares,
rasguñando levemente su cabellera.


Los labios son zonas
erógenas que obviamente responden a los besos y lamidos. Es muy raro que un
hombre no disfrute de besarse con su pareja, por lo que cuanto más lo bese,
mejor. Los labios son altamente sensibles y para los hombres es fácil excitarse
cuando comienzan a besar. Besar permite que el hombre sepa que está
(probablemente) en la antesala de algo mucho mejor, y eso hace que su mente
comience a fantasear.


Cuello, pecho


El cuello es siempre un
lugar magnífico para excitar a su pareja. Existen varias cosas para tener
presente aquí. 

La más importante, es controlarse a sí misma, ya que las
mordeduras pueden haber sido muy divertidas cuando se era más chico, pero ahora,
la mayoría de los hombres ya adultos odiarán ir al trabajo con marcas,
especialmente si tienen que llevar por una semana un pulóver de cuello alto (si
ambos gustan de las mordeduras fuertes, realícelas sólo en los lugares que
generalmente están cubiertos por la ropa). 

¡Trate de tener su boca húmeda, pero
de no babear! Cubra las diferentes áreas del cuello con besos tiernos,
incluyendo las áreas inferiores o las que se encuentran detrás de las orejas, para
lograr un estímulo extra. El mordisqueo suave generalmente también funciona muy
bien. Empiece de forma suave y apacible; a medida que la intensidad suba,
aumente lentamente la presión y siéntase más libre para liberar lo sexy que hay
dentro de usted.


Para muchos hombres, el
pecho es una de las partes favoritas de su cuerpo. Por eso, apreciar sus pechos
es como apreciar al hombre entero. Déle masajes y cuchichee ocasionalmente
cuánto ama esa aparte (tanto si el hombre tiene un pecho trabajado como si no lo
tiene). Los pezones de los hombres son también sumamente sensibles y causan muy
buenas sensaciones frente a los besos, los lamidos, los mordisqueos, o los
pellizcos suaves. Sólo recuerde comenzar algo lentamente e ir entusiasmándolo
intensificando la presión. Mire ocasionalmente si algo le está molestando, ya
que algunos hombres tienen mayor sensibilidad al dolor, por lo que es importante
que exista además una buena comunicación entre ambos, para que puedan señalar si
algo los molesta.

Punta del
pene, escroto


El área genital de los
hombres responde a los toques más leves. En el caso de la punta del pene, debe
saber que este área es el pináculo del estímulo para un hombre. El pene es
tremendamente sensible en toda su superficie, aunque la punta lo es mucho más,
ya que allí se encuentran muchas terminaciones nerviosas. 
Y como la punta del
pene es la parte más sensible del cuerpo de un hombre, la manera más fácil de
excitarlo es trabajando sobre ella. Tenga en cuenta que los hombres que no están
circuncidados tienen una cabeza más sensible, y a veces necesitan que las mismas
sean manejadas más suavemente. El área de la base del pene, entre el escroto y
el ano, también es altamente sensible.


El escroto es el saco que
contiene los testículos. Esta es una parte muy sensible y muy frágil del cuerpo
del hombre. Aplicar mucha presión a los testículos, causará dosis tremendas de
dolor. Esto no significa que no deba tocarlos, ya que si desea excitar realmente
a su hombre, deberá acariciarle suavemente los testículos, con una de sus manos.
Pero mucho más erótico y muchísimo más excitante para ellos, sería que usted
pase la lengua suavemente por el escroto.

Muslos, perineo, nalgas y ano

La parte interior de los
muslos son siempre un lugar magnífico para excitar a su pareja, si es que no
suele tocarlos en sus relaciones diarias. Cuando los toque, bese, lama, o
mordisquée, prácticamente todo lo que haga alrededor de este área le
resultará grandioso.

Se denomina perineo al
área comprendida entre el escroto y el ano. Existen muchas terminaciones
nerviosas allí, por lo que este lugar es bastante sensible a las caricias
suaves. Para una mejor experiencia, trate de usar un aceite de masajes o un
lubricante artificial. Considere dar vigorosos masajes al perineo,
poco antes de llegar al orgasmo, ya que esto le da a muchos hombres una mayor
dosis de placer.

Las nalgas y el ano
son ampliamente estimulables gracias a sus sensibles terminaciones nerviosas, y
muchos hombres llegarán a excitarse con caricias en esta área. El ano
particularmente tiene un gran número de terminaciones nerviosas, lo que hace de
esta zona una de las más sensibles. Un estímulo apropiado en esta área podría
elevar altamente el placer en un hombre.


Además…


Masajear intensamente los
músculos de la espalda pueden ser muy excitante para ciertos hombres.


Los dedos son partes muy
sexys del cuerpo, y muchos hombres encuentran muy excitante que su mujer se los
chupe, lame y bese, especialmente los de los pies.

Una
buena oportunidad para mejorar tu vida sexual, es realizar un
Taller
de Sexualidad y Erotismo

como el que puedes realizar
gratis
haciendo
clic
aquí
.

También
puedes encontrar otros cursos gratis que te ayudarán a
mejorar tu sexualidad
y tu relación de pareja en:

Sexo
y comida: el Tantra del amor

Cocina
afrodisíaca