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Las cinco claves para convertirse en un conductor seguro

Sin importar cuantos años de manejo tenga a cuestas y su pericia, debería conocer estas cinco sugerencias para convertirse en un conductor mucho más seguro, tanto para usted como para los demás.

En cierta medida, se
podría afirmar que conducir un auto es como manipula un arma: con él, podemos
herir y matar a terceros. Por eso, es el deber de todos  tomar la
responsabilidad de ser conductores prudentes, eficientes, y seguros.

 En este sentido, se debe
saber que no deja de ser cierto que por mejores conductores que seamos, siempre
tenemos el riesgo de producir algún daño. Por eso, aún los conductores más
cuidadosos deberían tomar estos pasos preventivos, muy fáciles y sencillos, que
los ayudarán a convertirse en conductores aún más seguros.

 No desestime ninguno de
los puntos mencionados debajo. Tenga en cuenta que de los mismos, (entre muchos
otros), está dependiendo su vida, y la de sus semejantes.

 1. La importancia de una buena visibilidad

 Muchos de los miles de
accidentes que cada año se producen son causados por dos elementos de la
naturaleza: el sol y la lluvia.



  1. La lluvia



 
En efecto, todos sabemos
lo dificultoso que se torna manejar en caminos húmedos o mojados, y con la
lluvia chocando frontalmente contra el parabrisas, el vidrio trasero, y los
espejos retrovisores, obstaculizando así la visión general.

 Por eso mismo, es
importantísimo que en todo momento nos cercioremos de que el limpiaparabrisas de
nuestro auto funcione correctamente, para no llevarnos desagradables sorpresas
al momento en que comience la lluvia. Y en el caso de que la misma sea
torrencial, será imprescindible detenernos al costado de la ruta o en una
estación de servicio, hasta que esta disminuya.

 En el caso de que se este
transitando por áreas con mucho barro y agua, se debe saber la mezcla de los
mismos podría salpicarse y endurecerse en el parabrisas del auto, por lo que
también será muy aconsejable que siempre lleve un trapo o toalla que le permita
remover, desde la ventanilla, estos elementos tan peligrosos para la
visibilidad.



  1. El sol


 
Durante los momentos en
los que no se ve otra cosa que sol, la mayoría de las personas piensa que está a
resguardo de cualquier riesgo, sin darse cuenta de que aquí también existen
grandes peligros.

 En efecto, en estas
situaciones también se podría experimentar una baja en la visibilidad, incluso
peor que cuando hay lluvia, puesto que el sol puede cegar completamente. Por
eso, será fundamental que tenga un buen par de anteojos de sol en la cajuela de
su coche, siempre dispuestos para ser utilizados.

 2. Haciéndose notar

 Tan importante como tener
una buena visión del camino y de los otros conductores, es hacer ver por estos
últimos. 

La mejor forma de
hacerlo, es encendiendo los faros, incluso durante el día (los de posición). Son
varios los estudios que afirman que la visibilidad brindada por las luces del
auto, tanto durante el día como durante la noche, reducen drásticamente los
riesgos de sufrir un accidente.

 Actualmente, algunos
modelos de autos muy nuevos, tienen incorporado un chip que permite que los
faros sean encendidos automáticamente, tanto cuando oscurece como cuando se está
andando a alta velocidad. Sin embargo, este sensor todavía no está disponible en
muchos autos cero kilómetro, por lo que aunque acabe de comprarlo, deberá estar
siempre pendientes de encender sus faros, especialmente cuando conduzca a muy
alta velocidad, en ruta, con neblina, o viento, tanto durante el día como
durante la noche.  

Por otra parte, también
debe asegurarse de no encandilar con las luces altas. Si tiene puestos sus faros
en esta posición, asegúrese de bajarlas cuando un auto pase frente a usted,
tanto en su misma mano como en la contraria.

 3. Con los sentidos al máximo

 Por cierto, todos sabemos
que el acto de beber y conducir puede ser un cóctel explosivo, cuando no letal.
Por eso, es muy probable que se sienta seguro si no ha ingerido alcohol, desde
el momento en que piensa que todos sus sentidos permanecen intactos. 

Sin embargo, esta
deducción es un gran error. Si una persona se encuentra extremadamente enojada,
triste, nerviosa, cansada, o enferma, muy probablemente no podrá aprovechar
todos sus sentidos en un ciento por ciento, y por lo tanto, correrá todos los
riegos que se encuentran presentes cuando se conduce sin una atención apropiada.

 Por lo tanto, si
experimenta cualquiera de estas condiciones, deberá indefectiblemente aplazar su
viaje. Para el caso de que se encuentre en medio del camino, será fundamental
que frene su auto y se estacione a un costado de la ruta, en un lugar seguro y
apropiado.

 No tema perder tiempo:
siempre es preferible llegar tarde, antes que no llegar nunca. Y no crea que,
esforzándose en recuperar sus sentidos, podrá regresar a una condición óptima
para el manejo: en estos casos, incluso cuando se presta una mayor atención, se
maneja con menor habilidad.

 4. Distraiga las distracciones

 Tanto comunicándose por
teléfono, como comiendo o leyendo en los semáforos, como haciendo cualquier otra
cosa que no tenga estricta relación con el manejo del auto, se estará frente a
un gran peligro. 

Por eso, los teléfonos
celulares, los periódicos, las revistas, la comida, las bebidas o cualquier otro
elemento de distracción deben ser indefectiblemente eliminados de su auto. El
acto de conducir, requiere una completa atención. 

Por lo tanto jamás debe
confiarse en su pericia para conducir (y hacer otra cosa al mismo tiempo): tenga
en cuenta que aunque sea muy bueno haciéndolo, siempre tendrá la posibilidad de
tener que enfrentarse a otros conductores que no son tan hábiles, y, en ese
caso, su capacidad de maniobrabilidad para efectuar una maniobra defensiva, se
vería igualmente reducida.

 5. Mantenga la distancia necesaria

 La distancia mínima que
todo auto debería tener en relación con el que marcha delante de él, es de
veinte metros. Lamentablemente, muy pocos conductores cumplen (¿conocen?) esta
regla, y no es, por lo tanto, de extrañar, que una de los accidentes más
repetidos sean los choques traseros.

 Además, seguir muy de
cerca al auto que va delante nuestro, puede obstaculizar nuestra visión
(especialmente si se trata de un camión o camioneta), por lo que seríamos
esclavos de las distracciones del otro conductor. 

Jamás llegará más
rápido
avanzando sólo unos metros más. Por lo tanto, mantenga siempre una
distancia prudente entre su auto y el coche delantero. Y durante la lluvia,
duplique esa distancia.

 Estas cinco fundamentales
sugerencias le serán extremadamente útiles para ayudarle a ser un conductor
mucho más seguro, tanto para usted como para los demás. Recuerde, no importa
cuanta pericia usted tenga: nada de esto debería ser obviado, en ninguna
situación.