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La maternidad después de los 40…

La prioridad del estudio o el trabajo, ha dejado a muchas mujeres pendiente la tarea de ser madre una vez superada la etapa convencional de los 20 y los 30. Existen muchos miedos acerca de las llamadas “Madres-Abuelas”, pero sin embargo, la ciencia nos muestra otra cosa…

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En
los últimos años, el porcentaje de
madres primerizas de 35 a 39 años, creció
un 80% y las embarazadas se elevaron casi un 50% entre las mujeres de 40 a 44 años,
en los EE.UU.

Y
si bien la fertilidad alcanza su punto máximo a los 20 años y luego decae
paulatinamente, hasta los 35 las chances son buenas. Luego, la capacidad del
ovario para producir óvulos tiende a irse perdiendo, pasados los 40, en la
perimenopausia.

A
partir de esa edad, un 33% de las mujeres tienen problemas de fertilidad, que
puede solucionarse con los avances que la ciencia ha desarrollado.

La
solución

La
donación de óvulos o la utilización de embriones congelados, por fertilización
asistida, son métodos que han permitido a algunas mujeres, ser madres después
de los 40 (incluso hasta los 62, según un caso conocido recientemente).

Sin
embargo, a quienes estén decididas a hacerlo, se les debe aclarar que los
costos de estos tratamientos son muy caros y las posibilidades de éxito son sólo
del 25%. Sumado esto a la posible crisis de pareja que este arduo proceso puede
provocar, más allá del resultado que se obtenga.

La
edad puede ya no ser un impedimento para la maternidad, pero lo más importante
siempre será la predisposición de la mujer para su crianza. Se sabe que las
mujeres de entre 20 y 30 años, tienen mayor cantidad de energía y fuerzas para
levantarse temprano, no dormir algunas noches, correr de un lado para el otro,
etc.

Pero
también se debe decir, que la madurez no llega sola. Las mujeres que han
experimentado la maternidad después de los 40, aseguran que si bien su cuerpo
no es el mismo, la tranquilidad y paciencia que tienen no la hubieran podido
conseguir durante su juventud-adolescencia.

Todas
coinciden en que
después de los 40, tienen más tiempo mental para pensar en
sus hijos y pueden así, disfrutarlos y cuidarlos mucho mejor. También incide
el tema de la menor cantidad de
urgencias, especialmente económicas, pero principalmente, la sabiduría
adquirida durante esos años, para saber comportarse menos frenéticamente.

“No
cualquier mujer puede beneficiarse con la posibilidad de los tratamientos de
natalidad, pero sí son más las que tienen verdaderas esperanzas”, asegura un
especialista. Por eso, el mejor consejo que se le puede dar a una mujer que
quiera ser madre luego de los cuarenta, es consultar en algún centro
asistencial especializado y sacarse la duda.

El primer paso es
consultar a un ginecólogo, que le dirá cuales son los riesgos aparentes de
llevar un embarazo. Entonces,
si
la mujer disfruta de una buena salud y recibe el debido control médico, el período
de embarazo puede ser totalmente normal.

Porque
según los más avanzados estudios realizados, los riesgos provienen de las
enfermedades propias de la mujer a esa edad, y no de otra cosa. Aunque el índice
de cesáreas en edades mayores aumenta un 20% con respecto a las mujeres más jóvenes.

Un
caso muy conocido

Según
una conocida figura de la televisión argentina, la presión por quedar
embarazada a los 50 fue exclusivamente de los otros: “Yo decidí embarazarme,
era un riesgo físico grande, y mucha gente me felicitó por eso. Incluso los
hombre me decían: no hay nada más sexy que una mujer embarazada”.

Y
agregó: “Me sentí mucho más rejuvenecida, un bebe es aire fresco, pañales…”,
un testimonio de que el amor por un hijo, muchas veces es más fuerte que los
(reales o supuestos) límites de la naturaleza.