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La empresa más importante: “Yo Mismo”

Es perentorio abordar, en algún momento de nuestras vidas, el manejo de las finanzas de la empresa más importante: “YO MISMO”. Te mostramos cómo comenzar…

Desde que estoy investigando
el tema de las finanzas personales he observado a través de los seminarios,
conferencias y conversatorios realizados con nuestro equipo humano de Conciencia
Financiera, que los principales intereses o expectativas de la gente frente este
tema están relacionados con tres planteamientos esenciales que voy a
compartirles.
 

El primero tiene que ver con responder a la pregunta ¿cómo volverme un mejor
administrador de lo que me ingresa?; segundo ¿cómo generar otros ingresos para
solventar mis gastos? y tercero ¿qué debo hacer con mi vida?.

 

Cada interrogante amerita un
artículo independiente, pero por lo menos tocaré tangencialmente los tres para
que usted, estimado lector si está interesado, inicie un proceso de
investigación personal sobre cada tema donde construya una relación más
tranquila y armónica con el dinero para poder caminar a su propio ritmo en lo
que se constituya realmente en un aspecto importante de su proyecto de vida.

 

Para poder abordar
cualquiera de los interrogantes expuestos es necesario realizar una breve
contextualización, tomando prestados algunos indicadores elaborados por los
organismos especializados como el Banco Mundial, PNUD, ONU, Portafolio, la
República, el Dane entre otros.

 

En Colombia dos de cada tres
personas viven en la pobreza, una de cada cuatro vive en la indigencia. El
coeficiente de Gini (Indica cuál es el grado de equidad en la distribución de
los ingresos. Un valor de 0 equivale a que el individuo más pobre tiene el mismo
ingreso que el más rico. Contrariamente, el coeficiente 1 reflejaría que el
total de los ingresos se concentran en los más ricos. Fuente: Informe Pnud 2004)
a nivel mundial varía entre 0.25 y 0.65.

 

En Colombia este indicador
está en 0.576 para el 2004, ubicándose como el noveno país más desigual, por
debajo sólo de Brasil en América Latina y apenas superado por un puñado de
países Africanos.

 

En América Latina en la
segunda mitad de la década del noventa, el índice de Gini alcanzó en promedio
para la región el 0.54 frente al 0.42 del Continente Africano y el 0.32 de
Europa. Ello evidencia que, efectivamente somos la región con mayores
desigualdades del mundo.

 

De los cerca de 6.400
millones de habitantes que hay en el planeta aproximadamente 1.000 millones
(17%) se quedan con el 80% de los recursos; aunado a lo anterior 1.000 millones
luchan para sobrevivir con menos de dos dólares diarios; 840 millones padecen de
hambre y malnutrición; 340 millones viven con menos de un dólar diario y 24.000
niños mueren diariamente por falta de alimento .

 

Los anteriores indicadores
simplemente confirman que el sistema económico vigente si continúa como viene
operando no es ni será sostenible por mucho tiempo; por lo tanto es importante
preguntarse ¿qué tan responsable soy yo frente a dicha situación?, ¿cómo estoy
pensando el dinero? y ¿qué está a mi alcance para iniciar el cambio que conduzca
a humanizar un poco más este mundo que está centrado en el tener más que en el
ser, en el consumo sin sentido más que en la construcción de riqueza, en la
acumulación más que en la circulación?

 

Cada uno de nosotros tenemos
una serie de fortalezas y debilidades internas que se constituyen en nuestras
herramientas para construir y forjar nuestro camino.

 

La sabiduría está en
reconocer cuáles de las situaciones que diariamente enfrentamos podemos cambiar
y por ende actuar y cuáles no y por ende quedarnos quietos.

 

Cuando se plantea cambiar lo
que está a nuestro alcance implica detenerse por un instante y reflexionar
respecto a ¿qué puedo cambiar inmediatamente?…, dos cosas fundamentalmente, la
manera de pensar es decir mi actitud, la pobreza o la riqueza están en la mente
y la otra mi realidad económica traducida en los ingresos, egresos, activos y
pasivos que cada cual tiene.

 

Para lograr iniciar un
proceso de cambio de mejoramiento en el manejo de las finanzas personales en
primer lugar se debe aceptar lo que se ha construido hasta el momento, mucho o
poco es simplemente una consecuencia de sus acciones y omisiones del pasado.

 

Por lo tanto si no le gusta
lo que tiene simplemente deje de quejarse y póngase desde ya a moldear el cambio
para que mañana tenga lo que verdaderamente quiere en su vida en el aspecto
económico.

 

La toma de conciencia de
cómo es usted para manejar sus propias finanzas es el primer y más importante
paso para iniciar el camino hacia el manejo responsable de los recursos y la
construcción de una riqueza con sentido.

 

Después de varias
consideraciones he podido aclarar que no todo el mundo vino al mundo a ser
millonario, pero hay algo en lo cual no está eximido nadie y es de no tener las
finanzas personales en orden, lo cual además de constituirse en una
responsabilidad consigo mismo, es una responsabilidad con la familia y por
supuesto con la sociedad.

 

Mi abuelo siempre me decía:
“mijo es más fácil conseguir dinero que administrarlo”. Por eso es menester
tener en cuenta las siguientes recomendaciones para que fortalezca su destreza
en el manejo del dinero:

 

– No gaste por encima de sus
ingresos

– Ahorre un porcentaje de
sus ingresos es decir páguese usted primero y aprenda a vivir con lo restante y
ojalá con menos.

– Muévase desde la necesidad
y no desde el deseo ya que esta última es ilimitada y si no lo manejamos nos
conducirá a tener asfixia financiera.

– Debe trabajar su cuadro
emotivo para determinar cuál es la verdadera emoción que lo rige en el momento
de hacer una compra (¿impulso?, ¿depresión?, ¿deseo? ¿necesidad?, ¿status?,
¿reconocimiento?, ¿afecto?, ¿otro?).

– Haga cuentas es decir
lleve un registro estricto de sus cuentas y descubra como está gastando
verdaderamente sus ingresos. (Tome un curso de contabilidad básica o pida ayuda)

– Maneje un Presupuesto como
punto de partida para verificar mes a mes si hubo o no algún desfase en la
ejecución de los gastos y proceder a ajustarlo en el mes siguiente.

 

Una vez revisado el tema de
la administración de los recursos que le ingresan, ahora centremos la atención
en cómo generar otros ingresos, ya que es imposible aumentar los ingresos si
todo el tiempo se están metiendo por el mismo bolsillo roto; para tal efecto
planteo una serie de recomendaciones las cuales han sido validadas en mi
experiencia personal, en las investigaciones y con mi equipo de trabajo:

 

1. Desarrollando la
capacidad de visión y de propuesta.

2. Ampliando las relaciones
(el capital que nunca se acaba son las buenas relaciones).

3. Identificando la fuente y
sabiendo pedir.

4. Desarrollando la auto
confianza o seguridad en si mismo.

5. Sabiendo escuchar y
comunicar.

6. Desarrollando la
capacidad para leer emociones.

7. Aplicando el sabio manejo
del dinero, endeudándose sólo en lo que genere más ingresos y comprando activos
que generen flujos adicionales.

8. Identificando qué gastos
se pueden convertir en ingresos.

9. Practicando
frecuentemente el ayuno financiero, a propósito de esta época de cuaresma.

 

Es necesario controlar el
impulso o la causa emocional que nos incita al gasto mediante la abstinencia de
comprar lo que no sea estrictamente necesario como por ejemplo papel higiénico,
crema dental, etc., durante un período de tiempo que cada cual fije que no debe
ser inferior a una semana, para que tenga el efecto esperado.

 

Después de este ejercicio
usted va a poder cotejar que efectivamente ahorrar es más sencillo de los que
nos imaginamos si vivimos con lo necesario, ajustando el consumo a nuestras
verdaderas posibilidades.

 

Para terminar quiero
responder el último interrogante planteado esgrimiendo las premisas conceptuales
revolucionarias sobre las cuales se fundamenta nuestra razón de ser y la labor
diaria, las cuales son el soporte de un estudio de más de 25 años donde se
construye el tema de Proyecto de Vida, partiendo desde la pregunta ¿qué no es mi
proyecto de vida?, para que una vez limpiado el mugre que nos impide ver, lo
podamos reconocer sin vacilación alguna.

 

Recuerde que el tema central
gira alrededor de cómo alinear mi dinero con mi proyecto de vida:

 

· Somos parte de un mismo
sistema, uno sólo, y por tanto interdependientes.

· El dinero es un bien
distributivo. Lo que sobra aquí falta allá.

· Lo determinante en el ser
económico no es lo que sabe o logra, sino lo que hace con lo que sabe y logra.
Es la relación la que resulta significante.

· La forma de pensar
determina la forma de relación y la construcción social derivada.

· El gasto (demanda) – y por
lo tanto la oferta (que depende de la demanda)- están determinadas por la
psicología del individuo.

 

Un ser inseguro gasta u
obliga el gasto en busca de reconocimiento, status y poder. Pero resuelto el
miedo, transforma por completo la estructura económica de su grupo y empieza a
reconocer como posible un modelo de economía cero: donde no sobra ni falta.

 

· Más no es mejor. La
acumulación es una forma de pobreza, la resultante de una mente temerosa.

· Todos los seres tenemos un
umbral económico, variable según el proyecto de vida de cada quién, a partir del
cual un peso de más degrada la calidad de vida del individuo y del sistema.

· Somos parte de un mismo
sistema. Interdependientes. Por lo tanto la pregunta no es cómo adquirir más
riqueza sino cómo articular los recursos disponibles en pro de un bienestar
común.

· El ser no tiene la
libertad de hacer lo que quiere. Eso es libertinaje. Estupidez. Su principal
libertad consiste en aprovechar lo dispuesto.

· La obsesión con el logro
nos vuelve lineales. Lerdos.

· El desarrollo sostenible
se centra, no en el logro, sino en el sentido que éste tiene… no en el
resultado, sino en la calidad del proceso.

· Para hablar de bienestar
común (desarrollo), el individuo ha de comprender la torpeza implícita en la
búsqueda de la estabilidad en el empleo. Nada vital es “estable”.

· Empleo es prostitución. El
desarrollo se centra en la empleabilidad.

· El desarrollo significante
es indirecto. Aparece, no cuando se busca o maneja sino cuando se resuelven los
impedimentos

· Nadie cambia a nadie.
Nadie motiva a nadie. El ser cambia cuando comprende los impedimentos a su
proceso de transformación: miedo, arraigo, terquedad, incapacidad de “perder” o
“morir”. Inercia.

· La “pobreza” es, ante
todo, mental. Es un constructo autoimpuesto.

· La “riqueza” poco tiene
que ver con la acumulación de recursos financieros; está centrada en los flujos
no en las tenencias.

 

En este mismo orden de ideas
la invitación que le hago al lector es a aumentar sus niveles de conciencia para
que reconozca, cómo está pensando y sintiendo el dinero, ya que los verdaderos
cambios se dan de manera silenciosa partiendo desde el mismo ser.

 

Es importante aceptar que
tan responsable o irresponsable soy frente al manejo de mis finanzas personales
para iniciar un proceso de investigación personal para mejorarlas, donde
construya mi propio modelo económico, el cual me reporte armonía y tranquilidad
en la vida.

 

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