A partir de los seis meses, los bebés deben complementar las vitaminas y
nutrientes que reciben de la leche con otro tipo de comidas.

Es una etapa muy
esperada tanto por los padres como por los niños ya que estos ya comienzan a
mirar a los adultos cuando comen y sienten la necesidad de experimentar
nuevos
sabores.

Los colores y los aromas los atraen mucho y es el momento indicado,
debido a que están predispuestos positivamente a que prueben diferentes
alimentos.

La comida del bebé a partir de los seis meses:

Se le puede ofrecer al bebé diversos purés de verduras. La patata, la zanahoria
y el zapallo son ideales para la primera etapa de alimentación y también lo son
los purés de frutas como la manzana, pera o plátano.

Estos alimentos deben
agregarse paulatinamente y nunca es conveniente mezclarlos entre sí durante el
primer mes para comprobar que no se presentan
alergias.

La comida del bebé a los siete meses:

Se incorporan las verduras de hoja verde y arroz, pero éste debe estar
previamente tamizado para que el  bebé no se atragante con los granos.

Las
carnes también pueden introducirse de a poco a que son esenciales para el
crecimiento de los pequeños. Deben estar muy bien hechas y los trozos deben
estar cortados muy pequeños y sin ningún hueso que pueda interferir.

La comida del bebé a los ocho meses:

Es conveniente continuar con los alimentos que han dado buenos resultados y
nunca abandonar los vegetales. A veces los niños rechazan una verdura, pero hay
que insistir un poco. Se puede agregar a la dieta la yema del huevo

A los 9 meses y hasta los 12 meses:

Se pueden agregar flanes y postres en reemplazo de alguna fruta, aunque no hay
que abusar de ellos ya que siempre es mejor la fruta fresca y la comida casera.

La comida del bebé a partir del año:

Pueden consumir pescado, pero siempre aquellos que poseen menos espinas como la
merluza. El huevo entero es otra alternativa que pueden ir incorporando las
madres a los menús de los bebés.

Con qué alimentos hay que tener especial cuidado:

Antes del año, los niños no pueden consumir pescado, fresas, kiwis y chocolate.
La miel es otro alimento con el que hay que tener especial cuidado y es
aconsejable no dársela a los niños antes de los tres años de edad.

 Es mejor
evitar aquellas comidas que sean muy duras como por ejemplo granos de maíz,
caramelos duros, manzana en trozos, frutos secos o palomitas ya que estos
alimentos no se disuelven rápidamente en la boca y podrían causar un
atragantamiento y asfixia.

Recomendaciones importantes:

La temperatura de las papillas no debe ser ni muy fría ni muy caliente. Deben
conservar la tibieza en todo momento.

Los alimentos como la carne de ternera o
el pollo deben estar cortados en trozos muy pequeños y sin huesos. Debe estar
muy bien cocida sin que se vean rastros de sangre.

 La comida de los niños no
debe tener sal. La bebida más recomendada es el agua. Es mejor prescindir de los
zumos artificiales o de las gaseosas. Siempre es mejor pisar los purés con el
tenedor ya que la consistencia no debe ser muy líquida.

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