Este era un señor que se cruzaba
todas las mañanas cuando iba a trabajar con otro que le decía:
- ¡Adiós,
cornudo! y así un día tras otro; al cabo de un mes el hombre le
dice a su mujer cuando están en la cama:
- ¡Oye, cariño!, ¿sabes
que todas las mañanas, cuando voy al trabajo, un hombre que se cruza siempre
conmigo me dice "adiós, cornudo"?
La mujer, tras un
momento inicial de alarma y sorpresa, le dice: - No hagas caso a esa jugada,
¡son rumores, son rumores!
El hombre se queda
tranquilo y satisfecho con la respuesta, incluso tarareándola por lo bajito a
ritmo de salsa.
Al día siguiente,
se vuelve a cruzar con el otro, que le dice:
- Cornudo, ¡y encima chismoso!
Otro cornudo
Están
hablando dos obreros en su rato de descanso:- ¡Oye!, ¿tú sabes quién era Pablo
Neruda?- Pues no, no lo sé.
- ¡Ay, compadre,
deberías hacer como yo, e ir a la escuela nocturna!
Al día siguiente,
otra vez lo mismo.- ¿Sabes quién es Stephen Hawking?- No tengo ni la menor
idea.
- ¡Mira que eres
burro!, deberías ir a la escuela nocturna....y al día siguiente, otra vez más
de lo mismo.
- ¿Sabrías decir
quién era Alejandro Magno?- No, no te lo puedo decir porque no lo sé.- ¡Amigo
mío, cuánta falta te haría ir a la escuela nocturna!
Al otro día,
nuestro sabihondo le pilla a su compañero un poco cabreado.
Esta
vez, él es quien se adelanta a preguntar:
- Dime, ¿sabes
quién es Antonio Gómez?
- ¡Ahí sí que me
has pillado!, es la primera vez que oigo nombrarlo.
- Pues es el tío
que se acuesta con tu mujer mientras tú estás en la escuela nocturna.
|