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La falta ... el vacío

La Falta: "El deseo de ser en la maternidad supone la búsqueda de la unidad y de la plenitud imaginarias, el deseo de saber implica, por el contrario, el reconocimiento  de una falta, de un vacío en el sujeto, y se sitúa en una dimensión simbólica en tanto lo que se busca es una explicación, un significante, que más que el ser alude al sentido"  (Silvia Tubert-Mujeres sin sombra-Pág 119). Supuestamente las nuevas técnicas de reproducción podrían venir a colmar ese vacío, a responder a esa demanda,  haciendo todo lo "posible" (hasta el punto de lo imposible).

La imposibilidad de la maternidad remite para algunas mujeres al vacío absoluto, frente a una  total falta de sentido, a la pérdida de su identidad, ya que la diferencia simbólica, de los sexos parece definir dos posibilidades solamente=ser hombre o ser madre. Quizás un hijo adoptivo les exigiría el reconocimiento de la falta, solo el hijo biológico  podría satisfacer el deseo, confundiendo totalmente la demanda con el deseo. Pasando a ser una obsesión (el tener un hijo), pues sería la única forma que tiene la mujer de inscribirse como sujeto deseante. O sea que las NTR (nuevas tecnologías reproductivas) además de operar como búsqueda de identidad femenina contribuyen al desarrollo científico-tecnológico que, en realidad, no responden al deseo de ninguna mujer, sino que se rige por su propia lógica con imprevisibles deshumanizaciones.

 Estos sacrificios que se suceden a través  de análisis e intervenciones a los que se someten algunas mujeres estériles, pocas veces tienen un límite. Pues como en la concepción hipocrática, de la anatomía y fisiología del cuerpo femenino, el cuerpo virgen sería un cuerpo mudo en el cual la apertura del útero y las vías genitales están obturadas. Pero tras la efracción  producida por el encuentro sexual, la mujer descubriría una integridad absoluta.

Según Silvia Tubert algunos casos de esterilidad  son idiopáticos, es decir sin causa orgánica conocida (o que se pueda ver). Entonces a través de investigaciones más complicadas se penetra, se manipula en el cuerpo femenino, en el que se busca una respuesta a un desconocimiento imposible de soportar, reduciendo a la mujer a la categoría de objeto. En realidad  a lo que estas mujeres no pueden responder, lo que no pueden decir, es la formulación de un deseo que es inconciente y precisamente por su naturaleza, innombrable. Por eso son tan angustiantes los resultados  de los estudios en NTR que  revelan el "usted no tiene nada", a lo cual las mujeres y algunos médicos aceptan el "revisar más adentro para ver si encuentran algo"

Quienes necesitan un hijo para poder inscribir su subjetividad hablan desde lo biológico= Necesidad = Demanda, que utiliza para ello el lenguaje (discurso del otro), su enunciación siempre deja un margen de algo que no llegará a satisfacerse: se trata del deseo, movimiento que nos lleva a buscar la satisfacción absoluta, y por eso mismo imposible. Pero las NTR han hecho desaparecer la demanda ciega e irreductible de un hijo a cualquier  precio. Ofreciéndose  cada mujer como objeto de goce del otro. Callando, dejando la palabra a los especialistas, sin tener en cuenta que solo recuperando la palabra el niño se sitúa como objeto del deseo y no como libra de carne, garante del mantenimiento de su posición narcisista.

La demanda de un hijo a cualquier precio, el deseo de ser madre puede responder a la carencia de una metáfora que nombre al sujeto como mujer, a la ausencia de un significante, que no sea solo el de madre, capaz de mantener el anudamiento real, imaginario y simbólico.

O sea que pagamos con el cuerpo algo imposible de remediar, si el deseo del hijo no es nombrado como tal y sì es nombrado  como un objeto de completud.

 Por la Lic. Marcela Pugliese